Equidad: Infancias y Adolescencias

Equidad

La ESI fue y continúa siendo materia de arduas discusiones por las formas de su implementación con niñes, adolescentes y jóvenes. Sobre todo, cuando son las familias de eses niñes quienes se oponen o difieren con las prácticas y contenidos que docentes, equipos orientadores y de gestión institucional diseñan a partir de su apropiación como política educativa.

Autora: Milan, Micaela. Estudiante avanzada de la Lic. en Antropología Social, UNICEN.FACSO. Email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

esi3Resumen: La implementación de la ESI ha generado, desde su sanción en 2006, múltiples conflictos y tensiones entre quienes acuerdan con ella y quienes no. Este artículo explora las valoraciones que construyen las maestras jardineras y personal del Jardín de Infantes N.º 922 “Granaderos de San Martín” de la localidad de Olavarría en torno a la implementación de la misma en la institución y las tensiones que ello suscita, en especial con respecto a la noción de género.

Palabras claves: ESI – Género – Jardines de Infantes

Introducción

Este artículo busca dar cuenta de los conflictos y tensiones suscitados en torno a la implementación de la ESI en el jardín de infantes N.º 922 “Granaderos de San Martin” de la localidad de Olavarría. Para ello, propongo dos apartados donde se explora cómo conciben el género las maestras jardineras y qué valoraciones construyen en relación a la Implementación de la ESI, respectivamente.

El trabajo recupera entrevistas realizadas a maestras jardineras, personal auxiliar, secretarias y trabajadoras sociales del equipo orientador. En las entrevistas realizadas, todas ellas dieron cuenta de los conflictos que se generaban entre la institución y las familias, cuando estas últimas buscaban limitar las prácticas de ESI que el personal de la institución implementaba con les niñes.

En este sentido, la categoría de apropiación propuesta por Rockwell (1996) en su texto “Llaves para la apropiación” resulta crucial para reflexionar sobre este tipo de situaciones en las que, en este caso, una política pública como la ESI adquiere diversos significados para quienes deben implementarla tanto como para quienes son sus destinatarios. Rockwell señala: “El concepto de apropiación toma otras connotaciones cuando es usado para explicar la transformación de las representaciones culturales, incluyendo las identidades sociales” (Rockwell, 1996:4), es decir, cuando la categoría permite entender cómo los individuos se apropian de los significados que atraviesan las situaciones sociales, políticas y sobre todo culturales, para lograr construir su propia identidad. En el caso particular de las discusiones sobre género, se visualizan, constantemente, en la agenda pública dos opiniones distintas. Desde diversos colectivos sociales se promulga la libertad de apropiación y de construcción de identidades asociadas a la autopercepción, mientras que los medios de comunicación local, y familias de les niñes, defienden una educación binaria y reproductivista, alejada totalmente del eje central de buscar una educación diversa con ampliación de derechos.

La Educación Sexual Integral es una normativa nacional con carácter de ley y como tal debe ser llevada a cabo por todas las instituciones, en todos los niveles educativos. Pero en su ejecución según se desprende de los relatos de las personas entrevistadas, intervienen mayormente los intereses personales de las familias que buscan priorizar sus valoraciones sobre la forma de implementarla. Es por esto que me interesó conocer cómo se presenta la dimensión de género en los jardines de infantes y, en particular, en el Jardín de Infantes N ° 922 “Granaderos de San Martín”, de la ciudad de Olavarría, centro de la Provincia de Buenos Aires.

¿Cómo conciben el género las maestras de nivel inicial?

Con el objetivo de entender cómo las maestras de nivel inicial conciben al género, realicé una entrevista grupal a cinco de ellas, una inspectora y la directora de la institución. Siguiendo a Morgade (2012), es importante entender que el estudio de la construcción de los géneros en las instituciones educativas nos puede dar pistas para la crítica y transformación de la enseñanza con perspectiva de género. Es decir que la enseñanza en las instituciones acerca de cómo el género es una construcción social que no sólo brinda información a aquelles que la reciben, si no que configura un campo de debate, en un ida y vuelta de posturas sobre el mismo.

Por su parte, Butler (1986) nos recuerda que cada persona no sólo es construida socialmente, sino que en cierta medida se construye a sí misma: “elegir un género es interpretar las normas de género recibidas organizándose de un modo nuevo” (en Lamas,1997:8), y es en ese momento que, según la autora, para romper con el binarismo hegemónico es necesario no sólo trascender el género, sino multiplicarlo, proliferarlo. Este proyecto político se expresa en el plano pedagógico en la posibilidad, esbozada por López Louro (2004), en Alonso y Morgade (2008) de construir una política post-identitaria para la educación, en la que se discutan las formas de construcción de la otredad y donde las diferencias no permanezcan ajenas a los sujetos, sino que se reconozcan como parte indispensable de su propia existencia. Esto se puede ver reflejado en la implementación de la ESI “Educación Sexual Integral” que abordaré más adelante.

El trabajo de campo realizado en el jardín de infantes me permitió reconocer las opiniones que se trazaban alrededor de una perspectiva de género en el jardín y a su vez, ver de qué manera es abordado o no por la institución.

Para la directora de la institución el género es

-la percepción que tiene cada uno de sí mismo, desde lo fisiológico en lo masculino y femenino, pero en realidad el género deberíamos tenerlo como universal, más allá de lo femenino y masculino, género como un todo. Lo que tratamos con los niños es que todos puedan jugar con lo que quieran, ellos son libres de elegir con qué jugar, en la etapa del jardín ellos están armando su identidad, si ellos se sienten bien con lo que juegan”.

Ante esta primera caracterización del género, me pareció pertinente traer a colación una definición de las autoras Facio y Frías (2005), ya que ellas distinguen al género como las grandes conductas humanas, sentimientos, pensamientos y fantasías que se relacionan con los sexos, pero no tienen una base biológica; por lo que el género alude a todas las prácticas, funciones, características que son impuestas dicotómicamente por cada sexo a través de distintos procesos sociales patriarcales, pero que todas aluden a una reconstrucción de la identidad del sujeto, de cómo se quiere él definir a sí mismo. De hecho, en la misma entrevista, en alusión a lo mencionado, una maestra menciona: 

“un niñe vino con las uñas pintadas, y me dijo que a él le gustaban, tengo a otro nene que viene todos los días con el vestido de princesa y nadie le dice nada, no se ignora, pero tampoco se resalta la actitud”.

De esto se desprende que existe una disposición por parte de les niñes a percibir el género de manera no dicotómica, lo que seesi traslada a la forma en que la maestra dota de significado esas escenas que relata. Siguiendo a Bilinkis (2013), en la acción de las maestras de querer desnaturalizar y desestabilizar la construcción binaria en los diversos espacios de juego, la problematización que realizan las docentes pareciera terminar convalidando supuestas diferencias en los gustos, juguetes y comportamientos que debieran corresponder a niños y niñas como hechos propios de su sexo. Por lo que el género se ve atravesado, por lo generacional.

Implementación de la ESI

Como se menciona en el apartado anterior, en mi trabajo de campo se vinculó la noción de género con la Ley de Educación Sexual integral, como si la misma alcanzara o fuera un puente para entender el género. Esto lo menciono porque si bien la ley es amplia en su implementación y aborda diversos ejes, tales como respetar la diversidad, valorar la afectividad, cuidar el cuerpo, ejercer nuestros derechos, etc, en el jardín el mayor uso, tensiones y opiniones se dan en relación al género. Esto infiero, es producto de no solo el auge de la temática en medios de comunicación, sea redes sociales o medios tradicionales, sino por los entramados de la cultura que siguen reproduciendo la organización binaria y heteronormativa cristalizados en las distintas instituciones, en el jardín mismo, como se describe párrafos arriba.

Los ejes y las formas de implementación de la Ley, es un punto central de discusión y de preguntas de familias para con la institución “Granaderos de San Martin”. En este sentido, las familias expresan a la institución que las cuestiones de genero que se tratan en la Ley, sea implementada por ellos en el ámbito privado de su hogar, pero esto no puede ser posible. Con respecto a esto, en 2011, el programa de ESI publicó un material de sensibilización para familias, que busca responder las múltiples demandas provenientes de equipos de docentes y familias, de contar con un instrumento que les permitiese estar informades sobre los contenidos que se imparten a sus hijes, dado que esto también genero tensiones.

Así y como mencionan en su texto Montesinos y Sinisi (2009), los diferentes sujetos implicados en contextos socio-educativos no reciben políticas y programas y los aplican, como se pretende desde los sistemas gubernamentales, sino que desean apropiarlos. En esa apropiación, las autoras explican que los actores resignifican las orientaciones presentes en las políticas y programas en su fase de implementación, produciéndose así modificaciones en sus prescripciones y contenidos originales, y por esto que las opiniones acerca de la implementación de la Ley Sexual Integral fueron diversas.

Mientras algunas familias estaban de acuerdo, otras no, aspecto que puede visualizarse en la nota del Diario La Nación sobre la aplicación de la ley, “(...)la educación sexual es un tema que comprende a la familia y no hay ninguna garantía sobre quienes serán los docentes que impartirán los contenidos.” (Diario La Nación. Sección Cultura. 30/07/09) y otros grupos de familiares que se mostraron de acuerdo destacaron la importancia de su implementación, ya que “(...) el Estado tiene la obligación de garantizar un piso de formación y de educación sexual a los niños y adolescentes para evitar dejarlos expuestos a mensajes controvertidos (…)” (Diario la Nación. Sección Cultura. 05/10/06).

A nivel local, los familiares de les niñes del Jardín N.º 922, manifestaron la misma dualidad de opiniones, y lo manifestaron en diarios locales. Muchos otros, fueron a pedir explicaciones a las autoridades del Jardín sobre las formas de implementación de la Ley en sus hijes y la respuesta era que la ESI tenía que ser aplicada y que los contenidos y formas de implementación estaban a disposición de las familias.

El conflicto siguió, les adultes le reclamaron al jardín en particular, y al Estado en general, la importancia de la enseñanza de ESI en el hogar. Por su parte, desde el Gobierno Nacional, la Educación Sexual Integral, tiene carácter de Ley, y como tal su uso e implementación es obligatorio en todos los niveles educativos. Cabe aclarar, que se propuso modificar ciertas pautas o formas con respecto a cómo implementarla, en lo que respecta a terminologías adecuadas a la edad de les niñes, a modo de mediar con las familias, pero no se planteó volcar su enseñanza al ámbito privado del hogar.