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CANAL ENCUENTRO: UNA NUEVA PANTALLA EN BUSCA DE TODOS LOS PÚBLICOS

Diego Javier Ibarra

Profesor Adjunto Radio I y II. Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (FACSO - UNICEN)

Recibido 28/11/2012.

Aceptado 30/05/2013

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RESUMEN

La aparición del Canal Encuentro en la pantalla de la televisión argentina puso en evidencia que un nuevo tipo de programación es una decisión política cultural. Al mismo tiempo demostró que un canal estatal puede producir contenidos de calidad para una amplia audiencia, tanto por preferencias programáticas como por la utilización de soportes convergentes: tv e internet.

Un canal que fomenta el acceso al conocimiento para todos los habitantes del país y de la región, independientemente de su lugar de residencia o condición social, que brinda al conjunto de la ciudadanía elementos para una comprensión conceptual de los procesos y realidades sociales, históricas y políticas.

PALABRAS CLAVES: televisión, documental, internet.

ABSTRAC

The appearance of the Canal Encuentro in Argentina television screen revealed that a new type of programming is a political cult. At the same time showed that a state channel can produce quality content for a wide audience, both programmatic and preferences for the use of convergent media: tv and internet.

A channel that promotes access to knowledge for all people in the country and the region, regardless of their place of residence or social status, which gives citizenship to all elements of a conceptual understanding of the processes and social, historical and policies.

KEYWORDS: television, film, internet.

A partir del 5 de marzo de 2007 el Canal Encuentro[1] abrió una nueva perspectiva en la producción, tratamiento y puesta al aire de contenidos en la televisión argentina, aunque por cuestiones de satélites habría que decir de origen argentino. Construye una nueva pantalla desde la programación, objetivos, como también un nuevo público. La convergencia real con internet le permite articular los dos soportes en función de los objetivos educativos y la divulgación conocimientos, redefiniendo incluso el concepto de “entretenimiento” de los medios privados y comerciales.

Así  la aparición de este canal puso en evidencia que un nuevo tipo de programación es una decisión política cultural. Al mismo tiempo demostró que un canal estatal puede producir contenidos de calidad para una amplia audiencia, tanto por preferencias programáticas como por la utilización de soportes convergentes: tv e internet.

Lo  novedoso de la propuesta es que logró en estos cinco años amalgamar el “presente” con lo “permanente”. El presente no como la actualidad desde la inmediatez informativa, sino como una actualidad de lo contemporáneo que se torna parte de lo permanente de las realidades sociopolíticas, culturales y científicas.

Es decir que la pantalla del canal Encuentro pone al televidente ante la posibilidad de comprender el presente en contacto con la actualidad no estrictamente coyuntural.

El programa En el medio[2], que va por su cuarto ciclo, puede ser un claro ejemplo de esto. Aborda el presente desde la actualidad de los medios de comunicación y sus relaciones con las personas en particular y la sociedad en general y lo incorpora a las permanentes problemáticas a partir de discusiones como: el poder de los medios; las construcciones de los discursos mediáticos; medios y arte; medios y barrios: medios y educación; medios y diversas formas del periodismo, el mundo digital, entre otras.

El canal establece ese sentido de lo permanente desde las perspectivas documentalistas que en general presenta la programación. Esto al mismo tiempo constituye una ruptura hacia adentro del conjunto de los canales locales actuales. Si bien existieron programas documentales en forma previa al surgimiento del canal, basta recordar La aventura del hombre[3] que conducía Mario Grasso a finales de la década del setenta u otras series como Historias de la Argentina secreta[4], de Otelo Borroni y Roberto Vacca, Encuentro se constituyó como el primer canal de televisión que en forma casi completa sostiene un sesgo documental de tipo histórico, social o divulgación científica, a partir de tratamientos, en cierta medida, diferenciados de otras experiencias previas. Una de esas diferencias puede establecerse desde el sentido de unidad que las producciones obtienen entre sí al ser parte de un canal con identidad definida. Si bien cada producción y realización posee una individualidad, se integra al conjunto de la programación, que propone una finalidad educativa. Es decir que los diferentes programas encuentran un nuevo sentido en la propuesta educativa del canal.

Propuesta que el ensayista Jaime Rest[5] intuyera en los albores de la televisión argentina al señalar en 1961, con argumentos a favor y en contra, la posibilidad que el nuevo medio de difusión encerraba para la creación artística y educativa. Suponía que con un acertado tratamiento de producción (estética y contendido), la nueva tecnología podría convertirse en un potencial instrumento pedagógico que transformaría la educación en forma similar a la revolucionaria incorporación de la imprenta y la reproducción de textos que alteraron el sistema pedagógico como consecuencia de la aparición del “estudiante solitario”  que además del maestro contó con el libro como forma de estimular el pensamiento, el conocimiento  y el aprendizaje. Aunque todavía en forma desconocida la televisión se sumaría a ese proceso.

Sin embargo la “ingenua” posibilidad de Rest tuvo que esperar 50 años para comenzar a concretarse. La función de educar asignada al medio, siempre había quedado en el plano discursivo, algunas experiencias como Telescuela técnica[6] durante la segunda mitad de la década del ´60, no lograron el impacto o reconocimiento que hoy alcanza el canal Encuentro. Sin duda quedó en la historia del medio o en el recuerdo como un hecho aislado o en parodia del cómico Alfredo Casero.

Desde el inicio del proyecto, el canal trabaja vinculado al ámbito de la educación tanto por gestión como por organización, por ende constituye una importante herramienta para la comunidad educativa. A la vez que se dirige a un público amplio y variado, lo que constituye un desafío. Es un canal federal que incluye contenidos de todas las regiones de la Argentina y otras producciones adquiridas en productoras de América Latina y del mundo. Se trata de un canal que redefine el vapuleado concepto de servicio público de comunicación.

De esta manera su perfil educativo incluye tanto a la educación formal y no formal, como apoyo para el aula, pero también con un apoyo fuera de ella potenciando el protagonismo del Estado en la (formación) construcción de ciudadanía. Una televisión educativa y cultural que incluye a todos en sus objetivos.

Puede establecerse que sus objetivos son:

1. Permitir y fomentar el acceso al conocimiento para todos los habitantes de la Argentina, y los países de la región, independientemente de su lugar de residencia o condición social.

2. Brindar al conjunto de la ciudadanía elementos para una comprensión conceptual de los procesos sociales, históricos y políticos para una mejor interpretación de las realidades coyunturales.

3. Brindar a las escuelas contenidos televisivos y multimediales (lo citaremos más adelante) que aporten a la calidad de la educación de la Argentina.

4. Ofrecer herramientas innovadoras para facilitar y mejorar los procesos de enseñanza y de aprendizaje, en el marco de los desafíos actuales de la educación para la construcción colectiva de una sociedad más justa.

En ese doble juego educativo de lo formal y no formal y su dirección al ámbito específico de las instituciones educativas, como de la sociedad en general puede sostenerse que el canal se inscribe en la concepción de educar con la televisión. Propone el aprovechamiento didáctico de los materiales que ofrece para diversas áreas temáticas. Incluso se pueden distinguir dos tipos de producciones: las que están decididamente articulada con las unidades curriculares de los ciclos educativos, programas realizados en función de los temas del aula y sus contenidos particulares (Historia de los partidos políticos, Presidentes Argentinos, Los Caudillos, entre otros) y programas que permiten vinculaciones entre los temas escolares con los contenidos generales, orientativos y contextualizadores (Filosofía aquí y ahora, en donde José Pablo Feinmann aborda temáticas de la filosofía), que pueden ser incorporados fácilmente al aula, aunque no respondan o hayan sido pensados exclusivamente para el aula.

En ambos casos las producciones contienen componentes motivacionales, que atraen y potencias  la ventaja de hacer significativa la enseñanza.

En este sentido Joan Ferrés (1994) sostiene que sin motivación no hay aprendizaje y la televisión tiene una gran capacidad de seducción para incitar el proceso de aprendizaje. “Si la televisión activa hábitos perceptivos y procesos mentales distintos que la lectura, si amplia potencialidades sensitivas y mentales su incorporación al aula permitirá organizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, porque promoverá un  nuevo estilo de hacer y ser” (Ferrés 1994: 125).

De acuerdo a la clasificación del autor los programas que emite Canal Encuentro pueden entenderse por su uso como: video-lección (dónde el material puede sustituir los contendidos de la clase) o programa motivador (donde la exposición de esos contenidos no son directamente explícitos y tiene una función motivadora, disparadora sobre el tema).

Las producciones de Encuentro establecen esa función educativa no sólo en relación al aula y lo institucional, sino que en el afuera también reúne audiencia y motiva para un conocer y aprender.

A partir de los contenidos de su programación se evidencia que Canal Encuentro, como medio de comunicación de la TV pública, trabaja en la construcción de ciudadanía, da cuenta de los intereses comunes, muestra imágenes de lo que somos y expresa las diversidades  existentes en los diferentes planos, como el cultural. Por lo que se desprende que considera a la audiencia como ciudadanas y ciudadanos, sujetos de derecho.

En este sentido, es sin duda una herramienta pedagógica que aporta a la función social de la enseñanza, tanto para el sistema educativo formal como para la sociedad en su conjunto, no formal. Su programación se orienta a la construcción de una audiencia reflexiva y crítica. Esto también es una posición de ruptura con la televisión establecida a partir de los moldes comerciales actuales.

No sólo muestra que existe otro modelo televisivo sino que puede ser al mismo tiempo competitiva aunque no se lo proponga como un fin en sí mismo. Obtiene y comparte una porción de audiencia que podría segmentarse en principio como esa audiencia reflexiva, crítica, interesada, curiosa y de esa manera propone respuestas a ciertas necesidades cognitivas que los televidentes poseen.

Su primer director, hoy presidente del Sistema Público de Medios, Tristán Bauer, recordaba -a seis meses de la primera transmisión- sobre el inicio que el objetivo era:

“Crear una televisión que por ser educativa no resultara aburrida, tal como muchos creían que irreversiblemente debía ser, y surgió en ese momento algo más: teníamos también la oportunidad de dar otro paso importante: trabajar fuertemente en la idea de convergencia tecnológica. Escribí entonces en un papel TELEVISION+INTERNET= encuentro; queríamos de esta manera romper con aquel esquema tan fuerte de emisor/receptor que propone la televisión y lograr que este fuera un proyecto de participación donde los espectadores dejaran de serlo para transformarse en activos participantes de una experiencia educativa que podíamos desarrollar gracias a las nuevas tecnologías”.(Tristán Bauer: 2007)

La programación manifiesta su aporte a la construcción de ciudadanía a partir de temáticas precisas como historia, infancia, juventud, sociedad, ciencias sociales o educación y trabajo, pero también con temas que se agrupan en arte y cultura, ciencias y tecnología e incluso deportes.

Como por ejemplo El grito sagrado, propuesta que apunta a descubrir la vida de los más grandes protagonistas argentinos, desde Juan Manuel Fangio, pasando por Mario Alberto Kempes, Ringo Bonavena, Guillermo Vilas y por supuesto Diego Armando Maradona, todos puestos en el contexto deportivo pero también histórico y social.

En el caso del arte y la cultura el ciclo Cómo hice, gira en torno a la selección de las canciones que hicieron época, o quedaron grabadas en la cultura popular argentina, cómo fueron sus creaciones y composiciones en los determinados momentos históricos particulares. El ciclo se constituye como un valioso documento de archivo audiovisual del repertorio popular argentino. En esa misma temática La palabra es un programa que transita por el proceso creativo de las obras literarias de destacados autores argentinos y temas como: los orígenes literarios de Griselda Gambaro, el proceso de creación de Juan José Saer.

La presencia documental

La divulgación científica también se trabaja con modos documentales no tan tradicionales (imágenes y relato con voz en off). Entornos invisibles de la ciencia y la tecnología por el contrario es una propuesta que documenta, con un formato que incorpora elementos de ficción y de humor, los estudios y recursos de las ciencias básicas y la tecnología, que se aplican cuando se proyectan, construyen y utilizan los grandes escenarios de la vida cotidiana, como un parque de diversiones, una chacra, los estadios de recitales de rock, el hospital o las construcciones en general.

Con cierta similitud en el estilo, Proyecto G, con el  Dr. G como personaje central, que se hace preguntas sobre la mirada de la ciencia en situaciones de todos los días y sobre otros aspectos de la vida cotidiana, a las que trata de responder a través de diferentes pruebas y ensayos. En otros programas como Máquinas y herramientas con un estilo documental más convencional: narrador en off, imágenes y testimonios realizados para la ocasión, se analizan las características de las herramientas y máquinas actuales, sus transformaciones a lo largo del tiempo, su utilización, su diseño y el impacto que estas invenciones generaron en el contexto histórico y económico en el que se produjeron.

Por supuesto la construcción de ciudadanía y la divulgación de conocimientos para que los “espectadores” dejen de serlo y se transformen en activos participantes queda expuesto de forma más clara en el abordaje de las los programas ubicados en las temáticas: sociedad, historia y ciencias sociales.

El ciclo FILO, crónicas de universidad, trabaja el género documental desde el cruce del argumento de ficción con la realidad que aborda. Presenta a un personaje (Lucia) estudiante en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, que en acciones dramatizadas reflexiona sobre diferentes investigaciones que se desarrollan en ese ámbito académico y que nutren su búsqueda profesional. En sus recorridas por aulas, clases, charlas con compañeros, entrevista a investigadores, docentes y especialistas con la finalidad de hacer “un trabajo”, desarrolla el vínculo entre la literatura y la cultura popular, la fotografía documental, la función social de las bibliotecas y los nuevos soportes digitales entro otros temas. El estilo guarda cierta cercanía e influencia de las propuestas de Fabián Polosecki con El Visitante o El otro lado7, que se han convertido en clásicos del documental televisivo.

El programa Fronteras argentinas presenta documentales que proponen una indagación audiovisual sobre la vida cotidiana del Estado en su límite. Muestra los espacios de las contradicciones y el desequilibrio, la exclusión y las nuevas formas de inclusión, las múltiples construcciones e identidades que hacen diariamente a la cultura argentina.

Los documentales de carácter histórico a partir de diferentes estilos de realización tienen un espacio considerable en el Canal. Bio.ar es un ciclo que presenta a destacadas personalidades vinculadas con la vida política, social y cultural de la Argentina, fundamentales en los procesos más trascendentes de la construcción del país. Cada uno de los programas se centra en personajes conocidos y no tan conocidos como Hipólito Yrigoyen, Lola Mora, Leopoldo Lugones, Julieta Lanteri, Severino Di Giovanni, Roberto Arlt, Natalio Botana, John William Cooke y Azucena Villaflor, entre otros. Conducido por el historiador Gabriel Di Meglio, interpreta a un investigador que busca material para un documental televisivo. Se da una ficcionalización de la realidad y a partir de ese argumento desarrolla los aspectos del sujeto historiado. Imágenes, su propia voz en off, completan el tratamiento.

De formato más tradicional el ciclo Caudillos explicita como esos sujetos se convirtieron en líderes de sus lugares, las controversias, el panorama político y el contexto de época, durante gran parte del siglo XIX.

Otros programas documentales históricos y sociales permiten una mejor comprensión del presente al unir a éste con el pasado. Historia de los ferrocarriles argentinos, Historia de un país. Argentina siglo XX, Historia del petróleo, son ejemplos de esto. También programas como Crónicas de archivo propone una serie documental histórica sobre sucesos argentinos del siglo XX. Se basa en la reconstrucción de uno de los períodos más dinámicos y singulares de la historia argentina: las décadas de 1960 y 1970, desde una óptica que hace hincapié en los grandes temas del período.

En esa línea Encuentro presenta una explicación del vaciamiento económico, social y cultural de las últimas décadas desde Memoria del saqueo, dirigido por Fernando E. Solanas.

Lo mismo que Argentina latente, ciclo documental testimonial sobre las capacidades con que cuenta la Argentina para enfrentar su reconstrucción. Con emotivos testimonios de técnicos, de trabajadores y de científicos, surgen las contradicciones: un país muy rico con un avanzado desarrollo científico y una tercera parte de su población en la pobreza.

En la línea que ensaya y documenta la realidad social se inscribe: Mejor hablar de ciertas cosas que conducido por Gastón Pauls acerca la mirada de los adolescentes argentinos a temas, como alcoholismo, drogadicción, embarazo adolescente, educación vial, HIV, entre otros. Si bien los temas son parte de la coyuntura y tienen presencia en los noticieros, el modo documental de su tratamiento expone esta actualidad fuera de la urgencia coyuntural, lo que permite que los testimonios y experiencias que los jóvenes relatan se sumen a una mirada del presente social. Esto se cruza y completa con el análisis de distintos profesionales de la salud.

La interpretación de la sociedad y sus contextos sociales del presente también se visualizan en Encuentro con las reflexiones y críticas que surgen de programas como Mujeres, donde maestras, artistas, científicas, dirigentes sociales, empresarias, mujeres comunes: urbanas, rurales, jóvenes, ancianas, solas, jefas de familia, cuentan sus historias de vida, que son nada más y nada menos que representaciones de miles de mujeres y de la sociedad contemporánea.

Los documentales que se presentan en el Canal Encuentro pueden relacionarse con diferentes definiciones del género. Pueden ser aquel enunciado audiovisual de naturaleza artística que interpreta la realidad a través del registro de hechos reales o de reconstrucción fidedigna con el propósito de facilitar al público la comprensión del mundo (León, 2009: 26) y al mismo tiempo el soporte que da cabida a todo aquello que no sea ficción, ni periodismo informativo estricto y que esté producido por procedimientos cinematográficos en soporte cine o video (Barroso, 2009: 18).

Sin embargo el paso del documental cinematográfico (sea en soporte cine o video) al documental televisivo implica cierta adaptación propia del medio dada por la presencia, por un lado de géneros periodísticos, básicamente por el reportaje y por otro lado la exigencia de entretenimiento, tan propia de la televisión actual.

Es por esto que los documentales de Encuentro como no-ficción televisiva se asientan en lo periodístico interpretativo y lo dramático (como recreación fiable de la realidad) como recurso en algunos casos. Cruce de géneros cuya característica es la intervención de actores sociales o expertos que valoran la realidad temática que abordan. Estos sujetos consultados y mostrados interpretan y explican los temas tratados, garantizando y legitimando los resultados de las investigaciones que constituyen la producción de los documentales televisivos.

Dramatizaciones, ficcionalizaciones o personajes que narran en primera persona, también completan el cruce atendiendo a las necesidades del público televisivo como entretenimiento y atención durante cierto tiempo en relación al medio y sus estilos de programación. Todos los programas del canal duran 30 minutos. Esa es la medida de tiempo en la que Encuentro organiza y programa sus contenidos.

En un canal comercial tradicional de incluirse programas documentales, éstos convivirían con las noticias, las diferentes propuestas periodísticas,  los magazines, los diversos formatos de ficción y entretenimiento. En el caso de Encuentro la diversidad se da dentro de un campo más acotado, ya que como se plantea existe un perfil documental, en todo caso las diversidades son de formatos documentales, guiones y estilo. Tal como se especifica en las páginas 6, 7 y 8 del presente trabajo.

En su conjunto los formatos documentales del canal Encuentro exploran e investigan temas de la realidad actuales o históricos, donde además de mostrarlos o informarlos procuran la reflexión y comprensión del tema. Es decir que centran su labor en las interpretaciones y opiniones sobre lo evidenciado de la realidad que presentan.

Si bien tratan los temas y personajes en forma directa, es decir de primera mano desde lo que capta la cámara, muchas de esas imágenes ya constituyen documentos fílmicos de carácter histórico. Son de primera mano pero la edición e interpretación varía de realizador en realizador. Un claro ejemplo es el ciclo Historia de los partidos políticos. En el capítulo sobre el Socialismo, las imágenes de Alfredo Palacios o los mítines en los que esa fuerza participaba se resignifican en las sucesivas ediciones que se realizan en torno al tema.

Otros registros documentales de primera mano no son de archivo, sino que es el propio realizador el que constituye un nuevo documento de imágenes y voces a partir de entrevistas y testimonios, como por ejemplo el de Estela de Carlotto, emitidos en Abuelas, 30 años o Documentales de la memoria.

Como se expresó al inicio, los programas de Encuentro también buscan mantener el interés, la atención y la participación de la audiencia. Para lograrlo y ante la ausencia de esas imágenes de primera mano, recurren a la utilización de recursos de film de ficción, el periodismo y la dramatización, como formas estéticas adecuadas para representar la realidad. Interpretaciones creativas desde lo que puede entenderse como modos narrativos en base a la mirada subjetiva de los productores y realizadores.

Producción y realización

Lo que podría denominarse el “estilo” del canal, responde a consignas muy precisas vinculadas a los modos de producción y realización que se articulan con los objetivos que el medio se traza en cada año. Lineamientos que emergen desde el Ministerio de Educación.

Por ejemplo el 2011 estuvo cruzado por la temática electoral y el 2012 como el año de Malvinas. Desde la conducción del canal y el ministerio se definieron ejes y se pensaron series sobre el tema, que luego fueron ejecutados por los equipos de trabajo.

Guillermina De Rosa, productora de contenidos del canal sintetiza los modos de producción y realización:

“Durante todo el año estuvimos pensando series de contenidos  como pensar la patria, pensar la guerra, la guerra en la escuela, Malvinas y la sociedad. Luego se definen los contenidos y se analiza si se hacen 8 o 3 capítulos ¿cuál será el recorte? si durará 13 o 26 minutos cada uno. Se establece todo el diseño.  Una vez establecido esto se convoca a una licitación en la que se presentan casas productoras que ejecutarán los que nosotros pensamos en la etapa previa. Una vez evaluada el canal le asigna un productor delegado. La función del productor delegado es supervisar que se cumplan los objetivos de la serie. Estos en términos generales deben garantizar la calidad, pero que además lo pueda entender todo el mundo. Cualquier tema que se aborde tiene que desmenuzarse para que pueda ser comprendido por todos los públicos. El profesor, la señora en la casa, un chico que tiene la televisión prendida de fondo. El tratamiento debe ser lo más amplio posible para que lo entiendan todos. También debe ser federal. En cada serie se busca que esté representado todo el país. Se busca que en la pantalla estén las diferentes tonadas, colores, lugares, gente. Hay cuestiones estéticas que se van definiendo y ajustando, el productor delegado debe velar por eso”. (Guillermina De Rosa: 2011)

El equipo de trabajo del canal tiene como función apoyar al productor delegado y al mismo tiempo es el que le hace una devolución a la casa productora responsable de la realización.

Las devoluciones se realizan sobre el proceso por lo que comprenden varios pasos: se graba, se edita, se hace una primera presentación sobre lo acordado y ahí se hace esa primera devolución. Luego el proceso continúa con el armado y se llega al capítulo, se cierra y se hace un master que pasa por un chequeo técnico. Una vez que le dan el apto entonces recién se programa. Este proceso puede comprenderse como un control de calidad.

Otra de las formas que el canal tiene para producir contenidos bajo relaciones de co-producción se da a partir de los vínculos con instituciones, por ejemplo con universidades (Ciclo Historias universitarias). Se hacen convenios entre Educar y la otra parte, la universidad convenía con una productora. El canal así trata de federalizar y abrir las producciones de manera institucionalizadas y aprovechar las capacidades de las instituciones. La Universidad de Córdoba, por ejemplo se encargó de producir el ciclo de Historia contemporánea (El Cordobazo, etc) mediante sus archivos y la interpretación que le da la propia localía de los hechos.

En todo este proceso de producción en cualquiera de sus formas licitación o convenios el equipo de trabajo de Canal Encuentro, aplica criterios de exigencia de alta calidad en todas las etapas del ciclo de producción con la participación de diversos actores con criterio federal y participativo. Entre ellos, equipos técnicos del Ministerio de Educación de la Nación, universidades nacionales, diversas áreas de los gobiernos nacionales, provinciales y municipales, distintos polos de producción audiovisual de diferentes regiones del país y productoras privadas. También se realizan coproducciones con otras televisoras públicas de Latinoamérica, sindicatos, organismos internacionales y diversas instituciones educativas sociales y culturales.

Como se citó entre las modalidades de trabajo, se destaca la figura del productor/a delegado/a, portavoz del canal frente a las casas productoras. Su rol es clave, puesto que acompaña todo el proceso de producción del programa, desde su concepción hasta su concreción. Esto implica contribuir y controlar: el armado del proyecto, el desarrollo de contenidos y de formato, la supervisión de la productora externa en las instancias de armado de guiones, preditados y entrega final. Es además quien vela por la calidad del producto terminado en cuanto a la línea editorial marcada por el canal, el cumplimiento de etapas y los procesos administrativos.

El productor delegado articula con la coordinación artística que implica guión, realización y corrección. También con los contenidistas que aseguran la línea editorial trazada.

En la línea editorial interviene el Ministerio de Educación con sus lineamientos acorde a las políticas curriculares y definiciones de los ejes que fije cada año. El 2012 además de los 30 años de Malvinas, también se abordaron los Juicios de la memoria y la verdad. Si bien estos temas tienen al aula como destinatario, no es excluyente del resto de los posibles públicos. El tratamiento de la serie debe tratar de captar la atención de todos los televidentes. Fuera del aula el objetivo sigue siendo la construcción de ciudadanía. Así mismo se intensifican las relaciones institucionales. Para el tema trabajan con el Ministerio de Justicia, que asesora en los contenidos y brinda herramientas para producir la serie de capítulos. Esto garantiza en una primera etapa de pre-producción la calidad en cuanto al contenido, precisión en el tratamiento del tema.

En cuanto al formato según puede observarse en la pantalla y confirmado por Guillermina De Rosa, se va estandarizando en emisiones de 26 minutos cada una, en donde en los primeros 2 minutos se debe cerrar el concepto de ese capítulo o tema unitario. Además durante el primer minuto inicial se debe clarificar el programa en forma directa, concreta y explícita, que le permita a cada televidente una comprensión rápida y segura que le permite saber el tema que verá. A partir de ahí cada 2 minutos se cierra uno de los concepto que componen el capítulo.

Tanto los 26 minutos de duración del capítulo como precisar y cerrar conceptos cada 2 minutos se vincula con la capacidad de atención de los televidentes, según definen los productores y realizadores.

Cada capítulo, si bien son parte de una serie, tiene que producirse con criterio de autonomía, es decir que inicia y cierra. Esto permite al mismo tiempo que los televidentes  puedan conectarse a la serie sin necesidad de continuidad. Estos criterios de producción y realización se vinculas con el conocimiento del público por parte del medio. El canal sabe que sus televidentes no miran en forma secuencial y permanente. Por ejemplo todos los martes de 19 a 20 horas, sino que ven el canal en diferentes momentos y con distintas continuidades. Por eso la autonomía de cada capítulo se conforma en un modo de producir y emitir. Se trata que el televidente entienda el contenido del capítulo sin necesidad de ver toda la serie ordenadamente.

En cuanto a los recursos narrativos el canal no tiene pruritos, si bien se observa un sesgo documentalista éste es abierto a las necesidades de cada tema y a la mejor manera de llegar al público. Sostener la atención más allá del nivel de predisposición del televidente es un objetivo implícito en la narración. Ser atractivo tanto para el público aúlico como para el conjunto de televidentes generales.

Otro objetivo implícito es que el material que se realice hoy pueda ser visto dentro de cinco o diez años y que mantengan la vigencia y no queden viejos. No sólo por ese sesgo documentalista sino por un tratamiento estético que sea agradable a la vista.

 

Encuentro Internet

El canal representa la convergencia tecnológica entre el soporte televisivo e Internet a partir de la propia página www.encuentro.gov.ar. Esa vinculación de la televisión con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación permite  potenciar ambos medios y generar un espacio de convergencia destinado a su objetivo educacional.
Su página web permite acceder a todos los contenidos de la programación del canal en vivo, en el momento de su emisión; verlos on-line en el momento que se desee sin necesidad de ajustarse a los horarios de la programación –de manera asincrónica- o descargarlos y guardarlos para diversos usos.

Además permite mediante sus correspondientes link acceder en forma directa al canal Pakapaka8 y al portal Educ.ar9 del Ministerio de Educación.

Los contenidos del canal están asociados a ese portal a partir del ítem Espacio docente que se ubica en la portada presentación de la web del canal.

Espacio docente es la “bajada” al aula que el canal propone como instrumento y guía didáctica para profundizar el rendimiento de los contenidos con actividades para trabajar entre el canal, las TIC y el aula. Representa el punto neurálgico de la convergencia, no sólo de los soportes, sino de los contenidos, sus usos y aplicaciones en torno de los objetivos identificados como: Permitir y fomentar el acceso al conocimiento para todos los habitantes de la Argentina, elevar la calidad educativa, construir ciudadanía, entre otros.

Espacio docente presenta todo tipo de guías pedagógicas para los docentes y alumnos y entre sus propósitos se puede decir que busca promover el trabajo en red y colaborativo, la discusión y el intercambio, la realización en conjunto de la propuesta, la autonomía de los alumnos y el rol del docente como orientador y facilitador del trabajo ya que esas guías tienen a los alumnos como sus realizadores.

Se cumple así ese objetivo que el canal planteó desde sus inicios: Lograr que sea un proyecto de participación donde los espectadores sean activos participantes de una experiencia educativa a partir de la convergencia tecnológica, como lo es televisión más internet.

De acuerdos a las consignas propuestas en la web se observa que se pretende estimular la búsqueda y selección crítica de información proveniente de diferentes soportes, la evaluación y validación, el procesamiento, la jerarquización, la crítica y la interpretación.

Entre los materiales que proponen para esto, están todas las producciones del canal, pero también otros materiales bibliográficos, multimediales, lo mismo que foros de discusión. Los materiales y producciones para lograr esos objetivos pueden clasificarse como: herramientas con recursos complementarios para los docentes; especiales para profundizar núcleos de aprendizaje y trabajar fechas especiales como aniversarios históricos de diversidad temática, a lo que se suma una galería multimedia y los foros.

Espacio docente presenta todo tipo de contenidos con relación a las currículas de los diferentes niveles educacionales, aunque no desde la perspectiva estricta del “manual”, sino desde una organización temática amplia que incluye a todo tipo de público destinatario. Por ejemplo un clik y se accede Literatura de denuncia social o Diarios de ayer y de hoy para comprender los cambios gráficos en los medios de comunicación o acceder al conocimiento de las Industrias del sur argentino. Todo desde diferentes recursos: videos, infografías, texto.

El soporte de Internet cierra con esa concepción de audiencia que no mira en forma secuencial y permanente, sino que ve en diferentes momentos y con distintas continuidades y que tiene la posibilidad de ver en forma autónoma cada capítulo sin necesidad de seguir toda una serie. Un seguimiento fragmentado frente a la pantalla de manera sincrónica o un seguimiento fragmentado de manera asincrónica en la web.

La propuesta del canal Encuentro contempla las nuevas formas de ver contenidos audiovisuales. Cambios o síntomas de cambios en las prácticas de recepción. Los “televidentes” se sitúan frente a la web en posición de escoger entre una gama siempre más amplia de contenidos libres de la rigidez de la programación horaria. A este efecto también se le suma la fragmentación del consumo televisivo en la utilización de diferentes soportes (TV, PC. algunos teléfonos celulares de última generación y otros) con posibles prácticas participativas en la recepción, como consumos de contenidos televisivos, consultas a páginas web, enviar y recibir mensajes de audio, escritos y visuales en tiempo real o en diferido desde cualquier lugar dentro y fuera de casa. (G. Richeri 2009).

De esta manera el Canal Encuentro se constituyó en un nuevo tipo de pantalla a partir de una propuesta televisiva que se diferencia de las propuestas anteriores de la televisión por lo menos argentina.

Como conclusiones a partir de lo expuesto en el trabajo puede decirse que el Canal desde su inicio se constituyó como un nuevo tipo de televisión, tanto por la propuesta de fomentar el acceso al conocimiento para todos los habitantes y la construcción de una audiencia que puede considerarse como “preocupada” por la sociedad y sus rumbos.

Este canal de nuevo tipo también lo es a partir de los tratamientos documentales no rígidos de sus contenidos. La revisión del entramado sociopolítico, histórico y científico con claras intensiones de construcción de ciudadanía.

Al mismo tiempo que articula la educación formal y no formal abordando un desafío que en general el medio televisivo evade en pos del rating y las pautas publicitarias.

Algunos otros puntos que pueden resaltarse como conclusión son:

v  Desarrollo de una televisión de carácter educativo para un público destinatario amplio que excede a los estudiantes.

v  Concepción de público crítico con vocación de saber y conocer.

v  Desarrollo de una programación con intención de construir ciudadanía.

v  Redefinición de la comunicación mediática como servicio público.

v  Demostrar que un canal de televisión pública puede ser abordar contenidos “serios” y ser “entretenido” al mismo tiempo.

v  Articular diferentes soportes tecnológicos (televisión e internet) para cumplimentar sus objetivos, más allá de la redundancia de contenido y captación de público.

v  Establecer  nuevos criterios de producción y gestión de la programación.

v  Producir programas de formato documental desafiando los límites del género en función de sus audiencias.

Es por esto que puede entenderse que Canal Encuentro se constituyó en una nueva pantalla en busca de todos los públicos.

Bibliografía:

Barroso, Jaime (2009). “Realización de documentales y reportajes”. Madrid. Ed. Síntesis.

De Rosa, Guillermina: Entrevista del autor. 2011.

Ferrés, Joan. (1994): “Televisión y educación”. Pág 125-128.  Madrid. Editorial Paidós.

León, Bienvenido (2009). “Dirección de documentales para televisión: guión, producción y realización”. Navarra. Ediciones Universidad de Navarra, S.A.

Rest, Jaime (1961): “Situación del arte en la era tecnológica”, en la Revista de la Universidad de Buenos Aires. Quinta época. Año VII, n° 2, abril-junio de 1961.

Richieri Giusseppe (2009). Nuevos horizontes para la televisión El ciclo de la fragmentación. Revista Telos. N° 81 octubre - diciembre.

Tristan Bauer (2007) “Carta de Tristán Bauer” www.encuentro.gov.ar/content.aspx?Id=963. Recuperado el 2 de noviembre de 2011.

Notas

1. Primer canal de televisión del Ministerio de Educación de la República Argentina. Funciona en el marco de Educ.ar Sociedad del Estado. Fue creado en mayo de 2005, a través del Decreto N.° 533/05. En diciembre de 2006 fue reconocido por la Ley de Educación Nacional N.° 26.206. Comenzó su transmisión el 5 de marzo de 2007.

2. En el medio. Conducción: Gisella Busaniche. Dirección: Daniel Enriquez. Canal Encuentro 2009. En el medio; En el medio II, En el medio del poder; En el medio del arte son algunos de los ejes abordados por el programa.

3. El programa fue emitido por Canal 13, durante 19 temporadas, primero los lunes a las 21.00 (1981-1997) y luego, los domingos a las 19.00 (1998-1999). Producción ejecutiva y realización de Eduardo J. Terrile, los guiones de Marta Diana, la conducción de Mario Grasso creador del ciclo.

4. El programa nació en 1975, en el Canal 7 con el nombre de Argentina Secreta. Luego de la dictadura (1976-1983) volvió a la pantalla de ATC en 1984 con el nombre de Historias de la Argentina secreta.

5. Profesor de letras. UBA, publicó “Situación del arte en la era tecnológica”, en la Revista de la Universidad de Buenos Aires. Quinta época. Año VII, n° 2, abril-junio de 1961. En el ensayo analiza la incursión de la reproducción técnica  en la creación y difusión del arte.

6. El programa comenzó en el Canal 13 en 1966.

7. Los programas El otro lado y El visitante se emitieron por el canal ATC en 1993 y 1994 el primero y 1995 el segundo. De corte periodístico documental en los que se dedicó a contar historias, por los que ganó tres Martín Fierro en 1994 y 1995.

8. PAKAPAKA es el primer canal educativo y público diseñado por el Ministerio de Educación de la Nación para chicos y chicas de Argentina y de América Latina de entre 5 y 12 años. La propuesta consiste presentar contenidos orientados a educar y a entretener.

9. educ.ar es el portal educativo del Ministerio de Educación de la Argentina. Un sitio con contenidos, plataforma de formación a distancia y otros servicios del mundo digital, destinados a docentes, alumnos, familias, directivos, investigadores y organizaciones para incorporar las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) a la educación de la Argentina.

2013. Newsletter . ISSN 1850-261X Copyright © Facultad de Ciencias Sociales. UNCPBA. Argentina