Intersecciones en Comunicación 12 (1)  2018 - ISSN-e 2250-4184 - Copyright © Facultad de Ciencias Sociales - UNCPBA - Argentina

COMUNICACIÓN CIENTÍFICA, UMBRALES SEMIÓTICOS Y DISCURSOS DE (EN) VIAJE (ARGENTINA, 1862 – 1932)

Mario Sebastián Román • Facultad de Humanidades. Artes y Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Entre Ríos. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

María Lidia de Biaggi • Facultad de Humanidades. Artes y Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Entre Ríos. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

María de los Ángeles Rodríguez • Facultad de Humanidades. Artes y Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Entre Ríos. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Recibido: 13/04/18 - Aceptado: 06/07/18

URI:https://www.ridaa.unicen.edu.ar/xmlui/handle/123456789/2178

RESUMEN

En este artículo se focaliza en el rol protagónico que viajeros y científicos europeos tuvieron en la producción de lo que podríamos considerar incipientes estrategias de comunicación de los resultados de sus exploraciones e investigaciones científicas en nuestro país. Analizaremos la intervención intelectual del viajero naturalista prusiano Hermann Burmeister, quien una vez radicado en el país organizó la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba, lideró la Reforma Académica de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad de Córdoba y ejerció la Dirección del Museo Público de Buenos Aires. Es en sus funciones en esta última institución en la que nos detendremos en este trabajo. Asimismo, se presenta el enclave institucional constituido por la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales de la Universidad Nacional del Litoral (1920-1932), como umbral semiótico de contacto cultural, donde científicos europeos como Franz Kühn y Karl Jesinghaus llevaron adelante una intensa producción científica. Los resultados de sus viajes exploratorios e investigaciones, según el caso, fueron los insumos de estrategias de comunicación del conocimiento producido en la primera universidad nacida tras la Reforma de 1918.

Palabras clave: comunicación científica - discursos de (en) viaje - umbrales semióticos – instituciones científicas - contacto cultural

ABSTRACT

SCIENTIFIC COMMUNICATION, SEMIOTIC THRESHOLDS AND DISCOURSES OF (IN) TRAVEL (ARGENTINA, 1862 – 1932)

This article delves into the leading role of European scientists and travellers in what can be considered incipient communication strategies of the results of their expeditions and scientific research in our country. The intelectual intervention of

the Prussian naturalist Hermann Burmeister will be analised. Once settled in Argentina, he organised the National Academy of Sciences of Córdoba, led the Academic Reform of the Faculty of Physical and Mathematical Sciences and directed the Public Museum of Buenos Aires. It is in the latter role in which we will focus here. The institutional enclave of the Faculty of Economical and Educational Sciences of the National University of Litoral (1920-1932) is as well analised as a semiotic threshold of cultural contact, where European scientits as Franz Kühn and Karl Jesinghaus developed an important scientific production. The results of their exploratory travels and research activities, depending on the case, were important materials for communication strategies of the knowledge achieved in the first university created after the Reform of 1918.

Keywords: scientific communication – discourses of (in) travel – semiotic thresholds– scientific institutions – cultural contact

INTRODUCCIÓN

En este artículo nos proponemos difundir algunos resultados de investigación1 obtenidos en torno a las redes de contacto cultural y las comunicaciones establecidas entre viajeros, científicos y pedagogos extranjeros, en el escenario “nacional” durante la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX2. Se avanza en la reflexión en torno al rol que aquellos tuvieron en los procesos de construcción, lucha y reconfiguración del campo científico y pedagógico, en su vinculación con el desarrollo de la cultura escrita y los proyectos político-culturales e intelectuales locales.

Actualmente nos encontramos frente a un importante desarrollo de estudios que recuperan la función social de la producción y apropiación del conocimiento científico y que revalorizan “…la creación de una esfera pública de discusión sobre la ciencia y la tecnología más extendida, horizontal e inclusiva” (Cortassa, et al. 2017: 12), así como la relevancia de la comunicación científica desde las instituciones del sector público (Román, 2005). Apelando a una mirada histórica, en este trabajo focalizaremos en el rol protagónico que viajeros y científicos europeos tuvieron en la producción de lo que podríamos considerar pioneros aportes para llevar adelante, de manera institucional y más o menos sistemática, incipientes estrategias de comunicación de los resultados de sus exploraciones e investigaciones científicas en nuestro país.

A través de sus discursos, materializados en numerosas piezas de la cultura escrita, no sólo realizaron un importante aporte al proceso de configuración del campo científico y pedagógico “nacional” (en un sentido moderno) sino que contribuyeron a la comunicación y puesta en contacto de tradiciones foráneas y vernáculas. Nos centraremos en dos momentos claves del período estudiado: en la trayectoria de Hermann Burmeister, quien una vez radicado en el país ejerció desde 1862 la Dirección del Museo Público de Buenos Aires, y en el aporte de Franz Kühn y Karl Jesinghaus, quienes llevaron adelante una relevante producción científica en el marco de sus desempeños en los inicios de la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales de la Universidad Nacional del Litoral (1920-1932).

Pensar esos enclaves institucionales como umbrales semióticos de contacto cultural se torna fundamental para entender las condiciones de producción (Verón, 2004 y 2004a) que dieron lugar a los escenarios donde se pusieron en comunicación diversas tradiciones culturales y epistémicas, se construyeron las identidades intelectuales, político-pedagógicas y científicas y circularon lo que hemos conceptualizado en anteriores trabajos como “discursos de (en) viaje” (Román, 2012)3.

HERMANN BURMEISTER, EL CAMPO CIENTÍFICO “NACIONAL” Y SUS APORTES A LA COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA

Karl Hermann Konrad Burmeister nació en Stralsund en 18074. Este naturalista prusiano recorrió, en reiteradas oportunidades, extensas regiones de Sudamérica, retornando en algunas ocasiones a Alemania, hasta que se radicó definitivamente en nuestro país y “contribuyó de manera pionera y sustantiva a la configuración del discurso científico moderno en estas latitudes” (Román, 2016: 60). Tras sus viajes por América del Sur, y de regreso en Alemania, en 1861, el científico tomó conocimiento de que la Dirección del Museo Público de Buenos Aires estaba acéfala, ya que había sido ofrecida al naturalista francés Auguste Bravard y éste no había aceptado. Fue entonces cuando tomó la decisión de ofrecer sus servicios para ese puesto. Fue invitado de inmediato a venir y hacerse cargo de la dirección del museo.

Burmeister comienza a ocupar el puesto en febrero de 1862. A partir de ese momento, la vida de Burmeister entró en una nueva faz, dejando atrás su afán viajero, o en todo caso, “convirtiéndose en un viajero en residencia” (Román, 2016: 67) y se dedicó plenamente al estudio de la historia natural del país, hasta su fallecimiento, desde donde contribuyó sustantivamente a la organización del campo científico moderno en la Argentina, a partir de la organización de tres instituciones pioneras del país: el Museo Público de Buenos Aires, como antes mencionáramos, la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad de Córdoba y la Academia Nacional de Ciencias.

La designación de Hermann Burmeister como Director del Museo Público de Buenos Aires fue una decisión clave en la definición del perfil de la institución. La primera acción desarrollada fue el reordenamiento del material existente. Su tarea consistió en identificar cantidad importante de objetos que, al criterio de la ciencia moderna, no correspondía que estuvieran en un museo científico público por su insignificancia y estableció para los objetos un orden en relación con las cualidades de los mismos.

Estas acciones dan cuenta de la intervención científico- intelectual operada5, evidencia de la eficacia semiótica del discurso científico moderno que tuvo a Burmeister como una de sus figuras consagratorias: las ‘mismas’ piezas, antes y después de la intervención de Burmeister, orientada por la grilla que ofrecía la ‘ciencia moderna pasaron a interpretarse en claves muy distantes (de `una desordenada reunión de materiales` a `colecciones científicas´)

La impronta comunicacional de la intervención de Burmeister también quedó plasmada con la edición de los Anales del Museo Público de Buenos Aires: “Desde su aparición en 1864, esta publicación tuvo por finalidad establecer vinculaciones institucionales con otros establecimientos similares, a fin de insertar y posicionar al Museo Público de Buenos Aires en el campo científico internacional” (Román, 2016: 69). Estos Anales viabilizaban la publicación y así la difusión de los objetos que se atesoraban en el Museo y que poseían valor científico, así como también promovían el establecimiento de vínculos con otras instituciones similares en otros lugares del mundo, que favorecían posibles intercambios de objetos.

En relación con la relevancia y la circulación de estos Anales, cuyos primeros volúmenes fueron escritos casi exclusivamente por Burmeister, tanto por sus contenidos científicos como también en su dimensión material, significaron un aporte sustantivo y pionero en la intersección entre la historia de la cultura escrita y la historia del campo científico en Argentina.

En el sentido anterior, cabe destacar que la amplísima obra de de Burmeister, tanto por su volumen como por su erudición, por el alcance de su publicación y su circulación internacional, y por los aportes fundamentales al campo científico europeo y argentino del siglo XIX mereció indiscutiblemente el elogio y reconocimiento de sus pares, contemporáneos y sucesores, lo que erigió a su voz en una de las más autorizadas de las que participaran de las polémicas y discusiones suscitadas en su época6. Un relevamiento de la bibliografía de Burmeister “da cuenta de la existencia de 276 publicaciones en total, de las cuales 171 se realizaron durante su actuación en Argentina” (Román, 2016: 63).

Estas acciones de Burmeister:

- reorganizar el Museo

- establecer un orden para las colecciones (y por tanto un régimen devisibilidad en orden a su comunicabilidad),

- poner en valor los objetos existentes e impulsar publicaciones como los Anales aparecieron como operaciones concretas que redefinieron las funciones propias del museo e introdujeron en las mismas una incipiente pero relevante dimensión comunicacional.

LA UNIVERSIDAD COMO UMBRAL SEMIÓTICO DE INSTITUCIONALIZACIÓN Y COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA: LA EXPERIENCIA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EDUCACIONALES DE LA UNL (1920 -1932)

En 1920, en la ciudad de Paraná, se crea la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales dependiente de la Universidad Nacional del Litoral (primera universidad nacida tras la Reforma Universitaria de 1918), una institución educativa y científica pionera en la región litoral del país. Partimos de la idea de que la misma funcionó como un umbral semiótico (Camblong, 2005)7 y zona de contacto cultural (Pratt, 2001) en la cual se destaca la participación de viajeros, pedagogos e intelectuales provenientes de Europa (Khün y Jesinghaus entre otros)8. Estas figuras tuvieron un rol social e histórico preponderante en la consolidación y reconfiguración del campo cultural y científico local, nacional e internacional al insertarse en la UNL, una vez radicados en Entre Ríos, teniendo en cuenta que la universidad funcionó como un lugar de institucionalización de la ciencia, a la vez que de comunicación de la misma a la sociedad de esos tiempos.

La Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales en la capital entrerriana fue escenario de importantes transformaciones, en relación a una larga tradición normalista que se ve trastocada9. En los años ‘20 del siglo pasado, la tensión entre posturas pedagógicas antagónicas entre pedagogos renovadores y normalistas alcanzó su clima máximo. A pesar del conflictivo escenario, el proyecto institucional renovador logró concretarse, dando lugar a otros factores que reorganizarían el campo educativo, por fuera del discurso normalista: según lo previsto por la Ley Nacional Nº 10.861 del 17 de octubre de 1919, y el decreto del Poder Ejecutivo de la Nación del 18 de marzo de 1920, se disponía la creación de la Universidad del Litoral. De ella dependía el nuevo establecimiento educativo, que tomaba como base la Escuela Normal de Profesores de Paraná10.

La Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales remarcaba el quiebre y la discontinuidad en el curso de la historia educativa de la ciudad, ya que la anexión de la Escuela Normal fue vivida dramáticamente como el final de una época, según se puede rastrear en diversas fuentes, aunque con matices11. La Facultad puede entenderse así como escenario de un profundo trastocamiento de las instituciones de formación de los docentes, del perfil profesional, del régimen de acreditaciones académicas y de las prácticas de enseñanza.

El entramado político-cultural anterior termina de complejizarse con la irrupción, tampoco apacible, en la escena pedagógica universitaria de reconocidos científicos europeos (varios de ellos viajeros que realizaron relevantes expediciones científicas por la provincia y el resto del territorio nacional) que pasaron a formar parte del plantel docente y de la dirigencia de la Facultad. Tales fueron los casos de José Imbelloni (antropólogo y naturalista), Guido Bonarelli y Gaetano Rovereto (geólogos); los alemanes Franz Pingsdorf (astrónomo), Joaquín Frenguelli (médico y naturalista), Franz Kühn (geógrafo) y el alemán Karl Jesinghaus (psicólogo). Es así como la Facultad funcionó como zona de contactos culturales que se instalaban por la puesta en relación entre sujetos de muy diversas tradiciones, formaciones y procedencias.

La transformación institucional marcada por el pasaje de la formación normalista a la formación universitaria, desde nuestra perspectiva fue la que dio lugar a zonas de umbralidad en la formación profesoral. Umbralidades que al hacer estallar el sentido que estructuraba las organizaciones institucionales anteriores, generó desequilibrios, produjo reordenamientos que transformaron el orden educativo anterior e interpeló a los sujetos pedagógicos al confrontarlos con los límites de los posibles desempeños semióticos que podían realizar en relación con sus propias prácticas pedagógicas.

Sobre las estrategias de comunicación de la ciencia en la Facultad de Ciencias Económicas y
Educacionales de la UNL

Uno de los reordenamientos que queremos destacar es aquel que tiene que ver con las funciones de docencia, investigación y extensión que propone la Facultad en sus planes de estudio, además de su innovadora estrategia de comunicación, al igual que la acción comunicacional de sus políticas de extensión desde la perspectiva de comunicar al entorno social las actividades científico-académicas.

Es en el primer Boletín de la Universidad Nacional del Litoral de julio de 1927 que hallamos el plan de estudios de la facultad en Paraná, donde se asientan los lineamientos de una verdadera política de integración de las funciones de docencia, investigación y extensión, poniendo en vinculación a las producciones de campo científico con la sociedad12.

La articulación entre la enseñanza en la universidad y la formación que ésta ofrecía no podía pensarse sin la articulación con la investigación, entendida según los cánones del momento, y siguiendo uno de los lemas del movimiento reformista del ’18: la articulación entre Docencia, Investigación y Extensión.

En el anterior sentido, tales “Orientaciones y Fundamentos” argumentaban que:

“Sólo investiga bien quien conoce profundamente cuanto se ha hecho en la materia de su predilección; solo aprende bien el que va adquiriendo el conocimiento por el acertado empleo del método científico correspondiente; sólo será eficiente en la enseñanza de un ramo de estudios, el que sea versado en los mismos y esté capacitado para impartirla aquella con plena posesión de las calidades docentes. Esta orientación implica, forzosamente, la especialización en los estudios, de manera tal que el profesor graduado, no solo tenga absoluto domino en la materia respectiva, sino que sepa enseñarla.” 13

La enseñanza y la Extensión Universitaria en la
facultad, o sobre “la vinculación cultural entre
la Universidad y los medios extra-universitarios”

En la “Nueva Universidad” la enseñanza se pensaba como una práctica que no podía restringirse a los límites (ni físicos ni simbólicos) de la institución universitaria. De allí que aún antes de que la Universidad del Litoral creara el Departamento de Extensión Universitaria, “la Facultad de Ciencias de la Educación había proyectado, más allá de su recinto y de sus clases habituales, sus actividades docentes.” (Facultad de Ciencias de la Educación, 1929: 10). Tales actividades, consta en el documento citado, se realizaban con la colaboración del Centro de Estudiantes, y comprendían conferencias por parte de científicos argentinos y extranjeros, “ajenos a la Facultad”14; otras a cargo de profesores y estudiantes de la casa, desarrolladas en la misma institución en otros locales de Paraná o de ciudades vecinas; cursos libres de diferentes materias; giras por el interior de Entre Ríos; intercambios entre las distintas facultades de la universidad. Sin perder de vista la distancia temporal y la diferencia de escenarios histórico-políticos, podríamos vislumbrar en esta proyección, de manera incipiente, uno de los objetivos de lo que actualmente se considera la comunicación pública de la ciencia: “disminuir las distancias –cognitivas, simbólicas, o aún emocionales– entre ciencia y sociedad” (Cortassa, et. al 2017: 11).

Asimismo, siguiendo el principio de que “la obra de cultura desarrollada por la universidad no debe limitarse a la cotidiana enseñanza impartida en el aula”, la facultad priorizó la educación estética en todas sus formas, entendiendo que “a fin de asegurar el mayor éxito posible debía llevarse a cabo con la colaboración de personas ajenas a la Facultad15”, persiguiendo “una íntima vinculación cultural entre la Universidad y los medios extra-universitarios” (Facultad de Ciencias de la Educación, 1929: 11-12)16.

El Instituto Bibliográfico, el Instituto Pedagógico y los Museos de la Facultad

Las diversas formas que históricamente han tomado los distintos modos de la comunicación de la ciencia se inscribe como una tradición (comunicativa) en la universidad pública, y la UNL de 1920 no era la excepción; desde el Instituto Bibliográfico, el Instituto Pedagógico y los museos la novel universidad logró cierta democratización del conocimiento.

Los 15.000 volúmenes con los que contaba la biblioteca de la Facultad fueron puestos a cargo de profesores especializados, provenientes de las distintas secciones del plan de estudios de la facultad, con el objetivo de redefinir la función tradicional de la biblioteca, a la luz de las tendencias europeas, para lo cual se creó un Instituto Bibliográfico, dirigido por Joaquín A. Romero. Se privilegiaba el mejoramiento de la sección de revistas, ya que se estimaba constituían “un elemento indispensable de cultura, e insustituible para conocer los adelantos de las respectivas ramas de estudios” (Facultad de Ciencias de la Educación, 1929: 13). Este Instituto tuvo también a su cargo la publicación de los Anales, que difundían el intenso trabajo de investigación desarrollado por el plantel docente y por los estudiantes.

Por su parte, y en articulación con las actividades anteriores, se creó un Instituto Pedagógico (también llamado Instituto de Pedagogía), “destinado a realizar investigaciones y experiencias de carácter docente, recoger las principales enseñanzas de las obras y ensayos nacionales y extranjeros y propagar los resultados obtenidos, entre el magisterio del litoral y en general de la República.” (Facultad de Ciencias de la Educación, 1929: 13). Recuérdese que fue en el marco de las actividades de este Instituto que la Dra. Ortiz de Montoya llevó adelante su pionero Ensayo de Educación Nueva, con anterioridad a la conocida experiencia de las hermanas Cosettini en la otra costa del Paraná17.

Las actividades de este Instituto comprendían: realización de experiencias y ensayos entre los alumnos de la Facultad y de la Escuela Normal Anexa; organización de conferencias y ciclos y de exposiciones y museos pedagógicos; adquisición de publicaciones didácticas; creación de bibliotecas infantiles y de aulas; realización de excursiones educativas; fomento de la cinematografía escolar y publicación de un Boletín18, también a cargo del Instituto Bibliográfico antes descripto.

Otra perspectiva para pensar la comunicación de la ciencia es desde los museos con los que contaba la Facultad (paleontología, arqueología, petrografía y zoología). Estos podrían considerarse como

“iniciativas destinadas a promover una interacción más directa con el conocimiento especializado –con sus procesos, productos, contextos y artífices– que tienden a generar un espacio propio, particular, en el cual las experiencias sensoriales y las vivencias compartidas constituyen los ejes articuladores del proceso comunicacional.” (Cortassa, et al. 2017: 175).

Es interesante mencionar que, por ejemplo, las colecciones arqueológicas estaban formadas por “ejemplares obtenidos en excursiones dirigidas por los mismos profesores de la Facultad” (Facultad de Ciencias de la Educación, 1929: 14). Tales exploraciones científicas se realizaron a zonas como el Noroeste de la Argentina, las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y norte de Santa Fe. Asimismo, las colecciones petrográficas servían tanto a fines didácticos como para trabajos de investigación que se publicaron tanto en los Anales de la Facultad como en revistas especializadas internacionales.

Las Intervenciones científicas de Franz Kühn y Carl Jesinghaus, entre la producción científica
y la comunicación

Finalmente, presentaremos dos figuras protagónicas del plantel docente de la facultad, para señalar sus intervenciones en lo que podrían considerarse incipientes estrategias de comunicación científica: por un lado, la figura de Franz Kühn y por otro, de Carl Jesinghaus.

El geólogo Franz Kühn arribó a la Argentina con un grupo de investigadores y docentes europeos en 1909. Venían contratados por el gobierno argentino para organizar el primer Instituto Nacional del Profesorado Secundario del país, en Buenos Aires (Felquer, 1969: 1). En 1917, su contrato no fue prorrogado por el gobierno, lo que implicó un desplazamiento de su actuación en el campo pedagógico hacia la actividad científica, lo que lo llevó a iniciar “una nueva etapa en el dominio de las ciencias naturales, incorporándose como profesor en la cátedra de Geografía en la antigua Facultad de Humanidades de Paraná (sic)…dependiente de la Universidad Nacional del Litoral” (Felquer, 1948: 1).

Es en esta facultad en la que fundó por iniciativa propia el Instituto Geográfico que estuvo bajo su dirección entre 1920 y 1926 (Felquer, 1969). A partir de 1920, Kühn realizó una serie de viajes exploratorios que alcanzaron una considerable extensión de nuestro territorio que le permitieron reunir un extraordinario material de estudio. Felquer resalta que sus obras no fueron una “mera compilación”, o de naturaleza teórica, sino que combinaban el “estudio crítico de la literatura con la observación de la naturaleza misma y ésta las fundamenta en su mayor parte” (Felquer, 1948: 2).

Entre las obras previas a su trabajo en la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales cabe destacar Fundamentos de Fisiografía Argentina publicada en 1922 y compuesta por 220 páginas, 165 fotografías, 23 mapas y croquis. Esta obra constituye un ensayo de los rasgos físicos del territorio argentino. Al valorar la observación y descripción científica, la obra de Kühn revitalizaba ese tipo de estudios “que reflejando el progreso realizado en el conocimiento de los rasgos físicos del país, pudiera servir como fuente segura de información” (Felquer, 1948: 2). La obra, pensada dentro de la lógica de la comunicación científica, pretendía presentarse a los interesados como guía para posteriores estudios manifestando la erudición del autor, ya que compendiaba en su monumental bibliografía casi 900 obras en seis idiomas. Posteriormente se editó y amplió en Alemania en 1927, con el objetivo de difundir el conocimiento y la valorización de la República Argentina en Europa.

Posteriormente publica Geografía Argentina, escrita en Kiel, compuesta de 202 páginas, 69 vistas fotográficas y 24 ilustraciones. Esta obra servía “a la divulgación de la Geografía moderna, sin prescindir tampoco de los resultados de la investigación” (Felquer, 1948: 2). El propio Kühn, en el prólogo de esta obra explicita que: “El presente libro…no tiene pretensiones de gran obra científica, sino que está concebido en términos que pueda servir a la divulgación de la geografía moderna, sin prescindir tampoco de los resultados de la investigación” (Kühn, 1930: 1).

Su próxima publicación, continuando estas acciones de comunicación transatlántica, fue Grundiss derkultur-geographie von Argentinien (Fundamentos de la cultura-geografía de la Argentina) con el subtítulo “Examen de un espacio vital Sudamericano desde puntos Antropogeográficos y Geopolíticos”, editada en Hamburgo. Constaba de 240 páginas, 25 mapas y planos y 38 vistas fotográficas propias. Señala Felquer que en la introducción el autor explicaba: “cumplo con este trabajo con un deber moral hacia mi segunda patria, el de contribuir con la exposición objetiva de los datos culturo-geográficos de este país de gran porvenir, de la nación más importante de América Latina para la comprensión de sus habitantes” (Kühn citado en Felquer, 1948: 3).

Particularmente nos interesa recuperar la publicación de Kühn de 1923, incluida en los Anales de la Facultad de Ciencias de la Educación, de la Universidad Nacional del Litoral, tomo I: Primer ensayo de bibliografía sobre exploraciones científicas y coreográficas (sic)19 de la provincia de Entre Ríos. En ese artículo presenta una sistematización bibliográfica por orden cronológico de 87 obras que tratan sobre geología y paleontología.

En su ensayo, el autor remarca que: “En comparación con muchas otras comarcas de la República Argentina, la investigación científica de la provincia de Entre Ríos ha quedado muy incompleta” (Kühn, 1923:197). Es lo anterior lo que impulsa al geógrafo alemán a publicar esta primera sistematización de exploraciones científicas y geográficas en nuestra provincia. Retomamos las palabras de Kühn que dan cuenta, no sólo de su trabajo de investigación, sino lo que podríamos considerar, desde perspectivas actuales, una labor que combinaba “comunicación endógena de la ciencia” (Verón, 1998):

“Al lado de esas investigaciones especializadas existen también descripciones geográficas generales de la provincia. Nadie, sin embargo, se ha ocupado de reunir y registrar este material, dispersado en obras y revistas argentinas y extranjeras, y por eso me parece conveniente publicar esta bibliografía general sobre la exploración geográfica de la provincia, como primera contribución de la sección de geografía en la Facultad de Ciencias de la Educación (…) De las 86 obras que figuran en la bibliografía, 36, es decir, casi la mitad, tratan sobre geología y paleontología, y sería deseable que también la geografía física, biológica y humana de Entre Ríos se estudiara con mayor prolijidad (sic). Fomentar tales investigaciones es, a mi juicio, una de las tareas que corresponde a la Universidad del Litoral, para que esta nueva institución no sólo por la docencia, sino también por la investigación, se vincule íntimamente al territorio cuyo nombre le fue dado” (Kühn, 1923: 197-198).

El segundo científico sobre el que ahora queremos detenernos es Carl Jesinghaus, psicólogo y filósofo alemán, quien fuera pionero en instituciones científicas y educativas del país. Su paso por Paraná y su desempeño académico en la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales fue fundante tanto para el campo de la Orientación Vocacional como para el de la Psicología experimental en la Argentina. La materialización de sus intervenciones en piezas escritas corresponden a trabajos innovadores en el terreno de la comunicación de su producción científica.

Jesinghaus llega a la Argentina en 1913 donde ocupa varios cargos en la Universidad de Buenos Aires. Entabla lazos con el Dr. Antonio Sagarna, quien fuera Ministro de Gobierno entrerriano, Decano de la Facultad de Ciencias de la Educación (El Diario de Paraná, 21/04/1922) y en 1923, Ministro de Instrucción Pública de la Nación. Es a partir de este contacto que el alemán comienza un fecundo trabajo en la Universidad Nacional del Litoral.

Encontramos, en relevamiento de fuentes primarias (El Diario de Paraná), las actuaciones de este docente en la Facultad. De esta manera pudimos advertir cómo el filósofo y académico alemán participó de variadas actividades: durante 1921 dictó “Curso de Filosofía: la Religión de los Antigüos Griegos”, así como “Crecimiento Infantil: Talla y peso”.

Por otra parte, en el mencionado diario se publica la referencia al Laboratorio de Psicología Experimental que dirigirá Jesinghaus, de manera precursora en dicha institución20.

Cabe destacar que en 1923 Jesinghaus presenta en el Congreso del Trabajo, que tuvo sede en Rosario, un proyecto en el que propone la creación de un Instituto Central de Orientación Profesional en Buenos Aires que se efectiviza por un decreto del Poder Ejecutivo del 2 de mayo de 1925 y que el alemán dirige en primer nivel.

En 1927 Jesinghaus abandona Paraná ya que el Dr. Sagarna lo lleva a Buenos Aires para que se haga cargo del Instituto Central de Orientación Profesional de Buenos Aires.

Cabe mencionar que es a partir de la fecunda participación de este extranjero en diferentes actividades pioneras en Psicología en nuestro país que la corriente krausiana de esta disciplina toma un lugar hegemónico en relación a la propuesta de la psicofisiológica del socialismo donde la influencia de Carl Jesinghaus es vital en la disputa dentro de la Psicología que daba la psicotécnica21.

A partir de un rastreo de fuentes en el período que el psicólogo alemán estuvo radicado en Paraná podemos encontrar los siguientes escritos, que trabajan estas y otras cuestiones: “La cooperación de la Escuela Primaria en la orientación profesional de sus alumnos” de 1923; “Sobre la creación de un instituto central de orientación profesional en la Capital de la República” de 1924; “Las ideas pedagógicas de Wundt” de 1927.

Algunos de los escritos pueden encontrarse en el “Boletín del Centro de Psicotecnia y Orientación Profesional de Buenos Aires”, revista científica, órgano oficial de dicho centro y que agrupaba principalmente a alumnos y egresados del Instituto de Psicotecnia y Orientación Profesional, creado en Buenos Aires, en 1925, y dirigido por Jesinghaus hasta 1934. De esta manera, y en una comunicación entre pares, el autor logra socializar sus experiencias creando una esfera de discusión sobre la ciencia y la tecnología la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales y otras instituciones del país.

CONSIDERACIONES FINALES

Hemos tratado de condensar aquí algunos aspectos que permiten entender cómo las derivas y dinámicas de dos enclaves institucionales fueron las que dieron lugar a zonas de contacto cultural que produjeron reordenamientos y reconfiguraciones del campo científico “nacional”. El Museo Público de Buenos Aires y la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales funcionaron como zona de contactos culturales que llevaron a sujetos de muy diversas tradiciones, formaciones y procedencias, a compartir un suelo ¿común?, el de imaginar -y disputar- los modos de producción de conocimiento y crear, con disímiles grados de sistematicidad, incipientes estrategias de comunicación del mismo a la sociedad.

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2014. “La enseñanza en la universidad como ‘umbral’ de contactos culturales: viajeros, científicos y pedagogos en la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales de la Universidad Nacional del Litoral (Paraná, 1919-1930)”. En: El Cardo. Nº 12. Revista del Área de Didáctica de la Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de Entre Ríos. Paraná, Entre Ríos.

Román, M. S. (dir.)

2005. Dossier: “La Comunicación en las instituciones del sector público”. En: La Trama de la Comunicación. Año X, Nº 10. Escuela de Comunicación Social. Facultad de Ciencia Política y RR II. Universidad Nación al de Rosario. Rosario.

2016. La pluma y la lente. Viajeros europeos por Argentina durante el siglo XIX, entre el orden de la escritura y el orden de la mirada.EDUNER. Argentina.

Román, M. S.; De Biaggi, M. L. [et. al]

2016. “Umbrales Semióticos y Contactos Culturales: sobre algunas intervenciones de viajeros, científicos y pedagogos (Argentina 1854-1932)” en Memorias del XIV Encuentro Nacional de Carreras de Comunicación: ENACOM Jujuy 2016. San Salvador de Jujuy: Universidad Nacional de Jujuy, 2016. Libro digital. Disponible en: http://www.ceidtv.com.ar/sites/www.ceidtv.com.ar/files/libro_-_memorias_del_xiv_enacom_-_jujuy_2016_-_1.pdf (última visita: 04/04/18).

Romero Vera, A.

1969. “Concepto, idea y realización de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Litoral” en Cuaderno de Historia de la Educación 4001, Facultad de Ciencias de la Educación, Paraná, Entre Ríos.

Verón, E.

1998. “Entre la epistemología y la comunicación” en CIC: Cuadernos de información y comunicación, Nº 4: Retórica, págs. 149-156.

2004. La semiosis social. Fragmentos de una teoría de la discursividad. Gedisa. México.

2004a Fragmentos de un tejido. Gedisa. Buenos Aires.

FUENTES PRIMARIAS

Boletín del Instituto de Pedagogía. Nº 1, mayo de 1930. Facultad de Ciencias de la Educación de la universidad del Litoral, Buenos Aires: Casa Editora Araujo Hnos.

La Facultad de Ciencias de la Educación de Paraná, 1929, Santa Fe: Talleres Gráficos “El Litoral”.

Boletín de la Universidad Nacional del Litoral, Año I, Tomo I, Nº I, julio de 1927.

El Diario de Paraná, de 1920 a 1923.

NOTAS

1.- Nos referimos al Proyecto de Investigación Acreditable: “Umbrales semióticos y contactos culturales: sobre algunas intervenciones de viajeros, científicos y pedagogos (Argentina, 1854-1932)”, con sede la FHAyCS-UADER, actualmente en curso (Director: Dr. Mario Sebastián Román).

2.- El presente texto retoma la presentación realizada por los autores en el XV Encuentro Nacional de Carreras de Comunicación – ENACOM. “La comunicación interpelada. Escenarios actuales, retos a la formación y nuevos perfiles profesionales”, que tuvo lugar en la FCEdu-UNER, Paraná, Entre Ríos, los días 13, 14 y 15 de septiembre de 2017.

3.- Esta categoría nos permite, con criterio inclusivo, atender a una diversidad de géneros discursivos que tienen como condiciones de producción la experiencia del viaje, más allá de su finalidad, pero a la vez atendiendo al enclave institucional que les da marco. Podrían entenderse como una zona de fronteras, de umbralidad, en la que ubican al viajero en una zona indecidible entre “el adentro” y “el afuera”, entre “lo propio” y “lo ajeno” (Román, 2012).

4.- Para una biografía intelectual de Hermann Burmeister, y sus viajes, véase Román, 2012.

5.- Para un análisis integral de la intervención intelectual de Burmeister en nuestro país, véase. Román, 2016.

6.- Estas polémicas son analizadas en Román, 2012.

7.-El “umbral semiótico”, siguiendo a Ana Camblong (2005), es una “catástrofe semiótica” que conlleva el “estallido de sentido que afecta y compromete las organizaciones semióticas integrales, desequilibrio que busca una recomposición, un reordenamiento que transforma lo anterior” y que interpela al sujeto “en tanto enfrenta el límite de sus posibles desempeños semióticos, sean prácticas socioculturales en general, sean usos lingüísticos en particular” (Camblong, 2005: 33). Irrumpe la inestabilidad en los flujos de sentido, la transfiguración de lo “otro” y, al mismo tiempo, de lo “mismo”.

8.- Un análisis de estos aspectos y su desarrollo histórico, de manera más general, fueron abordados en Román, de Biaggi, et al (2016).

9.- Los factores internos y externos al campo pedagógico, que produjeron estas profundas transformaciones son estudiados en: Román, 1999.

10.- Una historia institucional de la Facultad puede encontrarse en Ossana, et al. (2011). El lugar de la facultad y su relación con el normalismo en la historia educativa entrerriana es analizado por de Miguel 1997.

11.- Véase: Romero Vera, 1969

12.- Véase: Boletín de la Universidad Nacional del Litoral, Año I, Tomo I, Nº I, julio de 1927, pp. 184-185.

13.- Véase: Boletín de la Universidad Nacional del Litoral, Año I, Tomo I, Nº I, julio de 1927, pp. 185.

14.- Entre ellos se mencionan: Pablo Rivet, Alejandro Bunge, Federico Enriquez, Julio Rey Pastor, Cipriano Rivas Cherif, Rafael Jijena Sánchez, Walter Lehmann, Augusto Morissot, Eduardo Mántaras y Leopoldo Hurtado.

15.- Las cursivas son nuestras.

16.- En relación con este aspecto y las actividades de la “Asociación de Cultura Artística” de la Facultad ver: Román 2014.

17.- Tanto la experiencia innovadora dirigida por Montoya como el lugar y las funciones del Instituto de Pedagogía fueron ya analizadas en: Román, 1999 y 2011.

18.- El primero y único número del Boletín apareció en mayo de 1930, quedando truncado este proyecto, así como el del desarrollo institucional, por la intervención instalada tras el golpe de 1930. El mismo, a pesar de ser una pieza única, no es poco relevante: explicita detalladamente la finalidad y secciones que componían el Instituto, su resolución de creación, artículos de Juan Mantovani y Hugo Calzetti, nuevo Plan de Estudios y nuevo Reglamento de la Escuela Normal, y cinco secciones destinadas a tópicos como bibliografía actual, visita a museos, viajes educativos, ensayos pedagógicos innovadores y conferencias.

19.- En realidad, corresponde al anterior error de imprenta: “geográficas”.

20.- Véase: El Diario30/11/1922

21.- La psicotécnica, con base en la Psicología Experimental que Jesinghaus trae de su maestro Wundt toma consistencia a partir de institucionalizarse en el Laboratorio Gabinete de Psicología Experimental de la facultad que él mismo dirigía y cuyas experiencias traslada y divulga en Buenos Aires. El mismo inspira los fundamentos del Instituto de Orientación profesional, y resalta la importancia de este campo en la formación de docentes y pedagogos. Una problemática que se plantea, casi exclusivamente, en la enseñanza superior de profesores.

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