Intersecciones en Comunicación 12 (1)  2018 - ISSN-e 2250-4184 - Copyright © Facultad de Ciencias Sociales - UNCPBA - Argentina

 

LA CONSTRUCCIÓN PATRIARCAL DEL FEMICIDIO EN LA PRENSA SANJUANINA DURANTE 2015

 
Paola Ingrassia• Licenciada en Comunicación Social. Universidad Nacional de San Juan. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Recibido: 16/04/18 - Aceptado: 11/05/18

URI:https://www.ridaa.unicen.edu.ar/xmlui/handle/123456789/2328

RESUMEN

El artículo que sigue es el resultado de una investigación realizada en la categoría Iniciación a la investigación de las becas internas de investigación y creación de la Universidad Nacional de San Juan. El objetivo es analizar los mecanismos utilizados por los medios impresos sanjuaninos para construir noticias sobre femicidio en el año 2015.

La investigación se centra en las propuestas metodológicas de la teoría del encuadre y del análisis del discurso (AD). Además, incluye entrevistas a los periodistas responsables de las secciones consideradas clave con el fin de visibilizar los criterios adoptados y elementos emocionales intervinientes a la hora de tratar un femicidio.

El trabajo empírico evidencia que la prensa local construye al femicidio como un hecho aislado y ficcional desde producciones discursivas que reflejan una visión machista e invisibilizan el peligro social de la violencia de género.

Palabras clave: construcción, Framing, discurso, femicidios y medios.

ABSTRACT

THE CONSTRUCTION OF FEMICIDE ON THE PRESS IN SAN JUAN DURING 2015. This paper is the result of a research carried out on the Introduction to research category of the internal scholarships of research and creation of the National University of San Juan. The aim is to analyze the mechanisms the print media in San Juan applied to produce news about femicide in 2015.

The research is based on the methodological proposals of the framing theory and discourse analysis. Furthermore, some interviews to the journalists in charge of key sections are included with the objective of visualizing their adopted criteria and the emotional elements present when dealing with femicide.

The empirical work demonstrates that the local press builds the concept of femicide as an isolated and fictional incident with discursive productions that reflect sexist views and render the social danger of gender violence invisible.

Keywords: construction, Framing, discourse, femicides, press.

INTRODUCCIÓN

En el año 2015 la violencia de género se instaló en la agenda mediática y política y se convirtió en uno de los temas de debate central en la opinión pública a partir del alarmante número de víctimas de femicidio que pasó de 277 en 2014 a 286 en 2015. Es decir, en promedio ese año una mujer fue asesinada cada 30 horas en Argentina, según publicó el Observatorio de Femicidios «Adriana Marisel Zambrano», dirigido por la Asociación Civil La Casa del Encuentro (Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano», 2015). Luego de esa publicación, el reclamo social se reforzó en materia de derechos de la mujer y alcanzó su punto cúlmine cuando el 3 de junio miles de personas se reunieron en las principales plazas de todo el país para reclamar soluciones y gritar “#NiUnaMenos!”. Así, denominaron a una marcha sin precedentes en la historia argentina respecto del repudio a la violencia machista como problemática social.

Actualmente, la violencia de género y la inequidad entre hombres y mujeres continúa siendo uno de los principales problemas sociales que, en buena medida, sostienen y reproducen los medios de comunicación con sus discursos, en su rol de productores de sentido.

En ese contexto, cobra especial relevancia analizar el modo en que la prensa representa al femicidio, en el convencimiento del peso que en las sociedades tienen los encuadres que los medios dan a sus relatos.

La elección del tema se justifica en que, a pesar de los cambios producidos en los últimos años en materia de derechos de género, los asesinatos de mujeres víctimas de sus parejas hombres se abordan desde producciones discursivas que reflejan una visión machista y patriarcal.

Por esa razón, es fundamental considerar el poder del discurso de los medios como constructores de un sentido que refuerza mitos y estereotipos de inferioridad de la mujer respecto al hombre (Gil, 2013).

En línea con estas ideas, el objetivo general es estudiar los mecanismos utilizados por los medios impresos de San Juan para construir noticias sobre femicidio en el año 2015, a partir de las propuestas metodológicas de la teoría del encuadre y del análisis del discurso. La pretensión es reflexionar sobre los modos en que los/as productores/as de noticias construyen sus relatos sobre la problemática social abordada.

Específicamente, se estudia el discurso de los dos diarios y semanarios (en sus versiones impresas) de mayor circulación a nivel local: Diario de Cuyo y Diario Huarpe, por un lado y Tiempo de San Juan y El Nuevo Diario, por otro.

CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA REALIDAD, FRAMING, DISCURSO E IDEOLOGÍA

La construcción de la realidad social

Wittgenstein (1953) sostiene que el significado de una palabra radica en el uso que se hace de ella y que ese uso posee determinadas reglas. Estas últimas, a su vez, dependen de las costumbres del lenguaje en el cual se encuentra su patria (Wittgenstein, 1953). Es decir, el uso de las palabras se aprende a través de un entrenamiento, de costumbres.

Por lo antes dicho, puede afirmarse con el pensador austríaco que el significado de las palabras depende de su empleo cotidiano. “No busquéis el significado, buscad su uso” (Wittgenstein, 1953 en Reale y Antiseri, 1988: 589).

En este sentido, Nietzsche (1990) plantea una idea que se considera central a los fines de esta investigación: el lenguaje es una creación arbitraria del hombre.

Es decir, ambos autores coinciden en que las palabras están arbitrariamente delimitadas y que, en consecuencia, la verdad es sólo una ilusión (Nietzsche, 1990).

También, Berger y Luckmann (1993) aseguran que tanto por su génesis como por su existencia, el orden social es un producto humano. Es el propio hombre quien construye su naturaleza, él se produce a sí mismo y esa construcción será siempre, y por necesidad, una construcción social. Por eso, la relación entre el hombre (productor) y el mundo social (su producto) es dialéctica, ambos interactúan entre sí.

Dentro de esta perspectiva de la Construcción Social de la Realidad, Rodrigo Alsina (1989) concibe a la Construcción de la Noticia como un tipo especial de realidad: la realidad pública. “Los periodistas son, como todas las personas, constructores de la realidad de su entorno. Pero además dan forma de narración a esta realidad y, difundiéndola, la convierten en una realidad pública” (Rodrigo Alsina, 1989: 15).

En este punto es posible aseverar con los autores que, si el lenguaje y por tanto la verdad son creaciones del ser humano, entonces las construcciones periodísticas no son más que creaciones de hombres que responden a intereses concretos, ya que los medios son, en definitiva, actores políticos. En palabras de Borrat (1989) se entiende por actor político a todo actor (colectivo o individual) “capaz de afectar al proceso de toma de decisiones en el sistema político” (Borrat, 1989: 10). Por eso, afirma que el periódico es un verdadero actor político de naturaleza colectiva y que su ámbito de actuación es el de la influencia. Asimismo, asevera que los periódicos se definen y actúan en función de los objetivos permanentes de lucrar e influir.

Framing

Sádaba (2007) se refiere al Framing o encuadre de las noticias y explica se trata de encerrar en un marco o cuadro. Es decir, “determinar los límites de algo incluyéndolo en un esquema u organización” (Sádaba, 2007:19).

La autora relaciona tanto el marco como el esquema que organizan la realidad mostrada con la noción de encuadre de la cinematografía, de tal forma que el ángulo de filmación de la cámara es equiparado con el de la mirada humana y la condición del camarógrafo de “primer espectador” se asemeja a la del testigo de los acontecimientos, algo que se supone del profesional de la comunicación.

Al igual que autores como Hunt, Benford y Snow (1994), sostiene que la construcción y consolidación de un marco de interpretación de los problemas sociales es el resultado de un proceso que implica la construcción de un marco de diagnóstico, uno de pronóstico y uno motivacional. Su éxito radica en el nivel de interacción y coherencia que exista entre ellos.

El primero es el marco “con el que se identifica un problema, se atribuye una culpa o una causalidad” (Sádaba, 2007: 48). Es decir, el diagnóstico problematiza y aporta argumentos que señalan las causas del problema social y, de esa forma, permite sintetizar las temáticas abordadas en un concepto. También configura las definiciones de la problemática y de los protagonistas.

El pronóstico, “que identifica una solución, estrategias, tácticas y targets” (Sádaba, 2007: 48), se utiliza para plantear reivindicaciones, recursos y/o medidas.

Por último, el marco motivacional es el que mueve a la participación y se considera, desde este punto de vista, el más importante. Esto último se basa en la preeminencia de exponer los motivos y razonamientos adecuados para justificar una determinada acción. Además, se destaca la importancia de visibilizar los elementos emocionales utilizados por el periodista así como los aspectos simbólicos, metáforas, definiciones, vocabulario y/o estrategias lingüísticas utilizadas. Se refiere, pues, al énfasis de la nota.

En ese marco de ideas, los periodistas cuentan los acontecimientos con un enfoque particular: “Al analizar este enfoque, los estudios consideran las posibles influencias personales y profesionales con las que el periodista aborda la tarea de elaborar un mensaje informativo” (Sádaba, 2007: 14).

Discursos e ideología

Las ideas de Verón (2004) sobre los discursos resultan determinantes en este marco ya que se entienden como productos, fenómenos de sentido cuya superficie discursiva está compuesta por marcas. “Esas marcas pueden interpretarse como huellas de las operaciones de engendramiento (…) o como huellas que definen el sistema de referencias de las lecturas posibles de ese discurso en reconocimiento” (Verón, 2004:42).

Así, resulta preciso considerar que el empleo de ciertos conceptos está sujeto al marco teórico y al seno de las prácticas sociales en el que se produce. Por eso, entender el contenido y la diferencia existente entre los conceptos de ideología e ideológico es determinante. Para Verón la ideología es un sistema de ideas o conjunto de creencias y doctrinas propias de una época, de una sociedad o de una clase. En cambio, lo ideológico designa una dimensión de análisis del funcionamiento social.

“Estamos ante lo ideológico cada vez que una producción significante (sean cuales fueren su soporte y las materias significantes en juego) se aborda en sus relaciones con los mecanismos de base del funcionamiento social entendidos como restricciones al engendramiento del sentido” (Verón, 2004:44).

Entonces, lo ideológico es el sistema de relaciones que se establece entre un discurso y sus condiciones sociales de producción. Por lo tanto, el análisis ideológico se refiere al estudio de las huellas que las condiciones de producción de un discurso dejan en la superficie discursiva y es ese, precisamente, el campo de estudio de la presente investigación. Ya que, a los fines propuestos, el objetivo es identificar esas huellas del discurso patriarcal que las condiciones de producción dejaron en la superficie discursiva de las noticias publicadas por los medios gráficos locales sobre femicidio.

El interés por el análisis de determinados discursos sociales radica en su efecto de poder y en la premisa de que no existe un discurso fuera de un contexto. Existe sí un efecto de poder sobre la idea de un discurso absoluto, que sería la reproducción exacta de lo real, y es la que atribuye un efecto de sentido de lo verdadero.

Por lo expuesto, es menester aquí insistir sobre la noción de “poder” en el análisis de los discursos, y destacar que se refiere al sistema de relaciones que se da entre un discurso y sus condiciones (sociales) de reconocimiento. De esta forma, el poder de un discurso está ligado a los mecanismos significantes que resultan de las operaciones discursivas. Estas últimas, a su vez, derivan de las condiciones ideológicas de producción.

Dicho esto, cabe agregar la definición de discurso que el autor hace. “(…) designa, no únicamente la materia lingüística, sino todo conjunto significante considerado como tal (es decir, considerado como lugar investido de sentido) (…)” (Verón, 2004:48).

Así, resulta preciso hablar del “análisis de los discursos”, lo que pone fin a la idea del discurso en singular.

“Lo que se produce, lo que circula y lo que engendra efectos en el seno de una sociedad constituyen siempre discursos (ciertamente, se trata de tipos de discursos cuyas clases habrá que identificar y cuya economía de funcionamiento habrá que describir)” (Verón, 2004:48).

Por su parte, Barthes (1977) establece que el método de enseñanza/escritura/ investigación debe referirse al propio lenguaje en tanto lucha por desbaratar todo discurso consolidado. Es esa “lucha” a la que alude Barthes la que configura otro de los objetivos de análisis por tratar de poner de manifiesto aquellas operaciones discursivas y construcciones mediáticas que posicionan a la mujer desde una imagen de debilidad y desamparo y que, al mismo tiempo, la comunidad reproduce y naturaliza.

Estas ideas de Barthes son determinantes para comprender cómo se produce en la sociedad el estereotipo, ese discurso consolidado, aquella palabra repetida como si fuese natural.

Esta noción se aplica al tema de estudio de dos formas. Por un lado, se tienen en cuenta aquellos estereotipos de género que vulneran los derechos de la mujer y, por otro, los estereotipos sobre los femicidas que se presentan al lector como sujetos que actúan fuera de sí, bajo el efecto de alguna sustancia o emoción pasajera. Es decir, aquellos estereotipos con los que el/la periodista justifica, en algún punto, su accionar.

Por último, se reflexiona sobre el concepto de Barthes acerca de la naturalización que es la operación discursiva por la cual se produce “lo natural” y que encuentra su lugar de enunciación en la doxa (en adelante: término que refiere a las opiniones o maneras de ver). Para el autor se trata de “la opinión corriente, el sentido repetido, como si nada” (Simón, 2010:37) y es la que impone una determinada mirada del mundo. Cuando se naturaliza la doxa, ésta logra la dominación a través de una suerte de olvido en el que “el lenguaje-estereotipo, el lenguaje-consolidado borra las marcas de la historia y de la cultura” (Simón, 2010:38). A su vez, la naturalización, en tanto operación discursiva, se materializa en el mito, que es el que transforma la historia en naturaleza.

“El poder del mito reside en su recurrencia; el mito no niega las cosas, su función, por el contrario, es hablar insistentemente de ellas; las purifica, las vuelve inocentes (…) las cosas parecen significar por sí mismas” (Barthes, 1997, en Simón, 2010:39).

En suma, Barthes concibe a la ideología como aquello que se repite y persiste, como parte de la lógica de construcción de la realidad. Por eso, propone desnaturalizar la doxa. Esa es, precisamente, la intención que atraviesa este artículo: desnaturalizar y deconstruir el mito de la mujer como un ser inferior al hombre.

Cabe agregar la tesis de Gil (2013) sobre el abordaje mediático y la problemática de la violencia contra la mujer. Esta última, afirma, se construye desde producciones discursivas que reflejan una visión machista y patriarcal, a pesar de incluir términos como “femicidio” o “violencia de género”.

(…) los medios de comunicación social cumplen un papel fundamental, ya que participan en la construcción de un sentido común dominante que refuerza la subordinación de las mujeres en la sociedad y difunde los mitos de la mujer-madre, la pasividad erótica y el amor romántico, relegándolas al espacio privado en tanto doméstico y a los varones al espacio público en tanto espacio decisional y de poder en la sociedad (Gil, 2013: 1).

METODOLOGÍA

En este apartado se desarrolla la operacionalización de las variables elaboradas para el análisis de las notas periodísticas a partir del marco teórico referenciado.

En primer lugar se explicitan algunos datos relacionados con los aspectos formales de una noticia, desde el encabezado (volanta, título, bajada), el/la autor/a, la sección de publicación, la inclusión o exclusión de fotografías hasta la ubicación en la página y la extensión de la noticia.

Luego, se describen los elementos constitutivos de los marcos (frames) periodísticos en el sentido en que se detalla a continuación.

El marco de diagnóstico: se basa en describir aquellas frases o palabras clave con las que el periodista define al problema o identifica las causas/responsabilidades. También se tiene en cuenta la o las ideas en las que la nota hace hincapié. De esta forma se considera posible el acceso a la interpretación del problema que el periodista quiere transmitir que, desde este enfoque metodológico, está directamente vinculada a la ideología que atraviesa a la noticia y al medio que la publica.

El marco de pronóstico: busca indagar si el periodista plantea soluciones a la problemática en materia de políticas públicas y/o si agrega en su relato información vinculada a la prevención de la violencia de género u objetivos a seguir en materia de derechos de género.

El marco de motivación: se observa el énfasis o foco de atención de cada nota y las estrategias lingüísticas a través de las cuales el periodista construye su relato y busca movilizar al lector, a los funcionarios, a las políticas públicas y a las víctimas de violencia de género y/o a los familiares.

Por último, se identifican las huellas del discurso patriarcal a partir de la forma en que se describen los hechos, la caracterización de los actores involucrados y las referencias al rol de la mujer y/o del femicida. En ese sentido, se rastrea la justificación de un femicidio y se identifican aquellas expresiones que refuerzan la subordinación de las mujeres en la sociedad o que caracterizan a los femicidas como dominantes o personas que actuaron fuera de sí.

El cuadro 1 muestra la forma en que se sistematizaron los datos descriptos.

Diario/Semanario: Fecha: N°:

I: Acciones del proceso de elaboración de la noticia

SELECCIÓN

Encabezado

Volanta:

 

Título:

 

Bajada:

 

Autor/a:

 

Sección:

 

-Fotografía que muestre a la mujer

 

-Epígrafe:

 

JERARQUIZACIÓN

Ubicación

*Número de página:

 

*Ubicación en la página:

 

*Presencia en tapa:

 

Despliegue

*Página completa:

 

*Media página:

 

* ¼ de página:

 

*Menos de ¼ de página:

 

II: Elementos constitutivos de los marcos periodísticos

DIAGNÓSTICO

*Frases para definir al problema

 

*Frases para definir causas/responsabilidades

 

PRONÓSTICO

*Propuesta de soluciones a la problemática

 

*Información vinculada a la prevención de la violencia de género

 

*Objetivos a seguir en materia de derechos de género

 

MOTIVACIÓN

*Énfasis de la nota

 

*Estrategias lingüísticas

 

III: Huellas del discurso patriarcal

Uso de estereotipos de inferioridad de la mujer respecto al hombre/que posicionan al femicida como dominante/que justifican al femicidio

 

La voz de los productores de noticias

Esta investigación incluye además el análisis de las entrevistas cualitativas semi-estructuradas realizadas a 3 periodistas, uno por cada medio analizado -no se encontraron notas vinculadas a la problemática de femicidio en El Nuevo Diario, tal como se detallará más adelante-.

El objetivo fue incluir la voz de los propios productores de noticias en el sentido que plantea Portelli (1990): realizar una entrevista significa reconocer al narrador.

En lo concreto, se apuntó a visibilizar los criterios adoptados y elementos emocionales intervinientes a la hora de tratar un femicidio y a observar si las construcciones informativas publicadas por los productores de noticias coinciden con sus opiniones y posiciones ideológicas sobre los roles y derechos de la mujer“La atribución de significado es un acto cultural que depende de un complejo interjuego de patrones individuales y colectivos” (Portelli, 1990:17).

Por su parte, Guber (1991) señala que la entrevista es “una de las técnicas más apropiadas para acceder al universo de significaciones de los actores” (Guber, 1991: 132).

En base a lo expuesto se utilizó la siguiente guía de entrevista sobre distintos tópicos relacionados con la problemática que se aborda:

-Fuentes que el/la periodista consulta para construir la noticia y tipo de contacto con esa fuente

-Principales datos que tiene en cuenta a la hora de relatar un femicidio-Dónde busca poner el énfasis de la nota

-Selección de su público objetivo

-Selección del/la protagonista de su relato

-Elecciones de la/s foto/s que acompaña/n la noticia

-Consultas a especialistas locales en materia de violencia de género-Informaciones para las víctimas de violencia de género

-Consideraciones sobre el rol del periodista

RESULTADOS

Análisis de las variables formales

En lo referente a la cantidad de notas encontradas, 14 en un año, la relación con los casos de femicidio fue la siguiente: Diario de Cuyo publicó diez noticias sobre femicidios locales a lo largo del 2015 mientras que Diario Huarpe solamente dos.

En cuanto a los semanarios seleccionados, Tiempo de San Juan publicó dos noticias en tanto que El Nuevo Diario ninguna, sólo se encontró una nota vinculada a la problemática pero cuyo eje fue la violencia de género y el sistema acusatorio por lo que no se tuvo en cuenta para el análisis.

Con respecto a las secciones, todos los medios ubicaron a las notas sobre femicidios en Policiales y eligieron fotos que muestran al femicida o a efectivos de la policía. Sólo en tres notas de las 10 publicadas por Diario de Cuyo y en una de las dos que publicó Tiempo de San Juan se mostró el rostro de la víctima con vida.

La construcción de marcos periodísticos y las huellas del discurso patriarcal

Como coincidencias generales observadas puede afirmarse que los tres medios analizados construyeron marcos centrados en los femicidas y/o en la reconstrucción policial de los femicidios.

Por otra parte, ninguno de ellos incluyó información vinculada a la prevención de la violencia de género u objetivos a seguir en materia de derechos de género, dos de las subcategorías del marco de Pronóstico propuesto.

Construcción del marco de diagnóstico

Ninguno de los tres medios analizados,Tiempo de San Juan, Diario Huarpe y Diario de Cuyo, nombró a los femicidios como tales. Los medios utilizaron términos como: asesinato, muerte, homicidio, hecho y caso, con los que la muerte específica de mujeres víctimas de la violencia patiarcal queda invisibilizada.

En lo concreto, Diario de Cuyo privilegió el uso de conceptos como: muerte, brutal crimen, crudos hechos (07/04/2015), resonante y gravísimo caso (19/06/2015), trágico fin (19/06/2015).

En tanto que Diario Huarpe optó por términos propios de la jerga policial como: crimen, homicidio, tragedia y muerte (26/08/2017).

De igual manera, Tiempo de San Juan, usó conceptos como: asesinato, muerte y caso (12/04/2015).

En cuanto a las causas o responsabilidades, los relatos hicieron hincapié en las declaraciones y sentencias de los femicidas con las que los posicionaron como responsables de los asesinatos de mujeres. Cabe aclarar que aunque la afirmación anterior parezca una obviedad, responsabilizar al femicida del femicidio, no lo es en todos los casos ya que en una investigación realizada anteriormente (Ingrassia, 2014) se comprobó que en la mayoría de las notas publicadas a nivel local sobre femicidio en el año 2012 los medios responsabilizaban a las víctimas de femicidio de sus propias muertes.

Construcción del marco de pronóstico

En ninguno de los tres medios analizados se observaron informaciones que sirvan para ayudar a posibles víctimas de violencia de género ni a sus familiares.

Construcción del marco de motivación

La construcción de los marcos de motivación de los tres medios descriptos también evidenció coincidencias respecto de los énfasis elegidos por los/as periodistas: antecedentes, condenas o declaraciones de los femicidas, detalles de cómo asesinaron a las mujeres y reconstrucciones de los hechos a partir de los relatos de la policía, peritos o jueces. Asimismo, las estrategias lingüísticas observadas apuntan a presentar al femicidio como una historia ficcional o conmovedora. En ningún caso se hizo hincapié en la historia de la mujer asesinada, sus proyectos o intentos por escapar de la violencia de género.

A modo de ejemplo se seleccionaron las siguientes citas:

- El cuerpo estaba quemado en un 70 por ciento y yacía encima de una improvisada fogata con caña y ramas. En la parte del rostro tenía un trozo de tela, como si le hubiesen tapado la boca o la cara. En la frente detectaron un posible golpe, también presentaba una fractura en húmedo y en otras partes del cuerpo, según los investigadores (Diario de Cuyo, 06/04/2015).

-“Estoy arrepentido de lo que hice…se me va la vida”. Entre lágrimas, el contratista de finca Segundo Ernesto Melián pronunció sus últimas palabras en la Sala I de la Cámara penal. Pero su gesto no modificó su suerte (Diario de Cuyo, 26/08/2015).

-Resta esperar el resultado de la autopsia, que determinará cuál fue la causa de la muerte de la anciana encontrada aún incinerándose (Diario Huarpe, 07/04/2015).

-Cuando ella llegó al lugar, discutieron y la encerró para que se quede y volviera con él, pasaron unos días y la mujer pudo contactar a sus hermanos, quienes se hicieron presentes en la finca Berenguer, donde vivía Melián, para exigir que deje ir a su ex mujer, él sacó su escopeta para amedrentar a sus ex cuñados y todo terminó en tragedia, según indicaron fuentes policiales (Diario Huarpe, 26/08/2015).

-La muerte llegó a la vida de Narváez cuando éste tenía nada más que 8 años y encontró a sus hermanos muertos dentro de una heladera. Fuentes judiciales aseguraron a Tiempo de San Juan que a raíz de ese incidente “el hombre quedó medio loco” (Tiempo de San Juan, 12/04/2015).

- Cuando la pareja de Julia entró corriendo a la casa se encontró con el fatal escenario. La sábana con florcitas rosadas donde yacía la chica estaba cubierta de sangre y sobre ella, con un pantalón corto y una remera negra, el cuerpo agonizante de Julia (Tiempo de San Juan, 06/12/2015).

Huellas del discurso patriarcal

El análisis de los estereotipos machistas propuesto para esta categoría evidenció que los diarios utilizaron frases que refuerzan el discurso patriarcal imperante en favor del femicida y en contra de la equidad de género. Cabe aclarar que no se evidenció esta categoría en las construcciones periodísticas de Tiempo de San Juan.

-Denominación de la mujer como víctima pasiva: en las notas publicadas sobre femicidios, Diario de Cuyo y Diario Huarpe se refirieron a las mujeres asesinadas con términos como: “La víctima”; “vecina suya”; “expareja”; “La madre de 2 de sus hijos”.

-Estereotipo del femicida que actuó fuera de sí:

-“Sin embargo allí su instinto homicida volvió a apoderarse de su voluntad y otra vez perpetuó un crimen indignante: estranguló varios minutos hasta matar a Emilia mientras dormía, la llevó arrastrada hasta unas malezas en la misma manta con la que la mujer se tapaba y le prendió fuego” (Diario de Cuyo, 19/06/2015).

-“su instinto homicida volvió a apoderarse de su voluntad y otra vez perpetuó un crimen indignante” (Diario de Cuyo, 19/06/2015).

-“La mujer salió y ella y el niño se habrían interpuesto para evitar que dispare a los hombres y en un brote rabia golpeó con la culata del arma, a Carolina en reiteradas oportunidades hasta dejarla grave con pérdida de sangre y hundimiento de cráneo” (Diario Huarpe, 26/08/2017).

-Justificación del femicida en posición dominante: “Era del ambiente, andaba con uno y con otro”, aseguró (Diario de Cuyo, 27/10/2015).

-“Consideraron que, en este caso, no se había probado la existencia de hechos previos de violencia de Melián contra la víctima. Y en todo caso, le pidieron a los magistrados aplicar una pena menor (entre 8 y 25 años) porque existieron “circunstancias extraordinarias de atenuación”. Dieron por acreditado que fue así, con el argumento de que Melián escuchó a la mujer decir que estuvo con otro y eso desató un “estallido” de furia, pues se sintió afectado en su hombría” (Diario de Cuyo, 22/08/2015).

-“(…) habían pedido anular el juicio por la “parcialidad” del tribunal: la inconstitucionalidad del femicidio. Y en todo caso aplicar una pena menor a su cliente, por la “circunstancias extraordinarias de atenuación” del caso, como el “estallido” emotivo que sufrió Melián al escuchar a su ex decirle que había estado con otro, indicaron” (Diario de Cuyo, 26/08/2015).

ELEMENTOS EMOCIONALES, OPINIONES
Y POSICIONES IDEOLÓGICAS

Los datos provenientes de las entrevistas realizadas a los informantes clave (un periodista por cada medio analizado) se sistematizaron a partir un cuadro integrador en base a los tópicos relacionados con la problemática abordada.

Los nombres y pertenencias empresariales de los entrevistados no serán mencionados a los fines de preservar la identidad de las fuentes, en cambio se las mencionará como fuente 1,2 y 3.

Las fuentes 1 y 2 coincidieron en los siguientes aspectos: destacaron a la Policía y juzgados como fuentes principales a consultar a la hora de construir un femicidio, argumentando que es la mejor forma de acceder a la reconstrucción de los hechos. Asimismo, explicaron la necesidad de relatar lo sucedido en un orden cronológico –quién hizo qué para que sucediera algo y luego qué pasó como consecuencia final- y a partir de los antecedentes que pudieran existir tanto a nivel de prontuario del femicida como en el accionar de la policía. Pero ninguna se refirió a la necesidad de conocer la situación de la mujer asesinada en vida.

También aseveraron que no incluyen las voces de especialistas en materia de género en sus notas por falta de tiempo, propia de rutinas periodísticas sobreexigidas, o de espacio para sus publicaciones.

La fuente 3 mostró diferencias sustanciales respecto a las declaraciones de las anteriores en todas sus respuestas. Tanto en la elección de las fuentes consultadas -afirmó que consulta a fiscales pero también a psicólogos- como en el énfasis que persigue con sus palabras- aseveró que a la hora de escribir piensa en que cualquier/a lector/a puede ser víctima de violencia de género o ayudar a alguien que padece esa problemática-.

Respecto de las fotografías que acompañan los textos, las respuestas fueron disímiles. La fuente 1 reflejó que es el/la periodista quien decide la imagen que se publicará. Las fuentes 2 y 3 declararon tener escasa injerencia en la elección de las imágenes. Aunque la diferencia fundamental estuvo en las afirmaciones de las fuentes 1 y 2 respecto de la fuente 3. Las primeras admitieron que aunque sea “morboso” o “amarillista” tienen la necesidad de mostrar la escena tal como la encontraron al momento de llegar, con el objetivo de reflejar su presencia en el lugar de los hechos y “ser precisos/as” con sus noticias.

Por otro lado, la fuente 3 aseguró que prefiere imágenes sugerentes que no re victimicen a las víctimas.

A modo de ejemplo, se seleccionaron frases que aparecen en el cuadro 2.

Fuentes que el/la periodista consulta para construir la noticia y tipo de contacto con esa fuente

-Primero consultás a la Policía. 911, llamás. De ahí a la Comisaría Jurisdiccional. Si no te dan datos, que muchas veces pasa, recurrís a algún contacto del interior de esa comisaría (Fuente 1).

-En un femicidio primero nos enteramos por la Policía. Y luego vamos a la casa del homicida y de la víctima. La policía te sirve solamente como fuente del hecho (Fuente 2).

-En general, consulto mucho con psicólogos o con fiscales (Fuente 3).

-Principales datos que tiene en cuenta a la hora de relatar un femicidio-Dónde busca poner el énfasis de la nota

-Busco las razones. Qué pasó. Quién es el asesino, conocer sus antecedentes. Básicamente eso, saber quién la mató y cuál fue su historia y su psicología (Fuente 1).

-Por ahí suena feo pero uno en la tarea diaria de interpretar…la infidelidad suena como uno de los motivos que uno tiene que empezar a evaluar. O que el hombre es un violento entonces uno va reconstruyendo (…) Hay cosas difíciles de entender desde el ámbito académico y de los defensores de los derechos de la comunidad (Fuente 2).

-Pienso en la mujer o la familia que lee, que les sirva para darse cuenta y que pueda salir del círculo de violencia (Fuente 3).

-Selección de su público objetivo

-Trato, en lo posible, de que cualquier persona me lea (Fuente 1).

-Nosotros escribimos para todos. Esas cosas no las pensamos, aunque está mal. Tendríamos que pensar a quién nos dirigimos (Fuente 2).

-Escribo para la sociedad o el círculo de lectores del diario buscando la reflexión. Yo trato de no opinar (Fuente 3).

-Selección del/la protagonista de su relato

-El que mató porque uno no puede pensar que por cualquier acto que haya cometido una mujer es motivo para matarla (Fuente 1).

-El foco se pone en lo que no dijo el otro -colega-. No tiene que ver con una cuestión ideológica (Fuente 2).

-Cuando tratamos hechos de femicidios, salvo hechos muy puntuales de gran repercusión (…) en general se trata de hacer un análisis de la violencia (Fuente 3).

-Elecciones de la/s foto/s que acompaña/n la noticia

-Yo considero que el periodista que estuvo en el lugar debe elegir la foto. Yo decido cuál es la foto. (…) Trato de poner algo que refleje lo que estoy escribiendo. No voy a ser hipócrita (Fuente 1).

-Casi no opino sobre eso. Uno de los problemas es que nosotros no le damos demasiada importancia (…) No analizamos el significado de la imagen sino la que muestre lo que pasó. Se buscan las más conmovedoras o las que tengan todos los elementos que reflejen la escena del momento (Fuente 2).

-En general, no tengo tanta injerencia pero trato de buscar imágenes que sean acordes a la nota sin que muestren. Que digan sin mostrar (Fuente 3).

-Consulta a especialistas locales en materia de violencia de género-Informaciones para las víctimas de violencia de género

-Lo que sucede es que a veces el espacio es acotado para escribir (…) Tenés que ser acotado y escueto (Fuente 1).

-Me parece importante incluirlos en las notas pero no siempre están disponibles. Los del ámbito gubernamental trabajan de lunes a viernes y nada más. Incluso a veces no atienden (Fuente 2).

-Trato de evitar los datos que re victimicen a la persona que los sufrió y que causan regocijo en el que lo lee. No me interesa el amarillismo que re victimice (…) trato también de poner el servicio, a dónde pueden recurrir (Fuente 3).

-Consideraciones sobre el rol del periodista

-A veces vas naturalizando algunas cosas, te vas acostumbrando aunque no debería ser así pero te das cuenta al momento de charlarlo con otra persona. Ves cómo se horroriza y sensibiliza la gente (Fuente 1).

-Cuando muchos periodistas entran en el circuito se ponen el traje de periodistas, no se forman, se comen el personaje y son de terror (…) Tenemos que leer y participar de debates pero a veces no podés por los tiempos o por plata (Fuente 2).

-No nos proponemos tener títulos positivos. Me parece que estamos muy convencidos de que la crítica vende, lo negativo vende y la sangre vende. Cuesta modificar conductas. El periodismo tiene que estar en crisis permanente (Fuente 3).

CONCLUSIONES

El estudio de los mecanismos utilizados por los medios impresos de San Juan para construir noticias sobre femicidio en el año 2015, a partir de las propuestas metodológicas de la teoría del encuadre y del análisis del discurso, permitió observar los modos en que los/as productores/as de noticias construyen sus relatos sobre la problemática social abordada.

Se comprobó que en ninguna de las notas analizadas se nombró a los femicidios como tales. Tanto Diario de Cuyo como Diario Huarpe y Tiempo de San Juan utilizaron términos generales con los que invisibilizaron la muerte de mujeres víctimas de la violencia patiarcal.

Asimismo, el análisis del énfasis de las notas publicadas a nivel local durante 2015, demostró que los periodistas ponen el foco de atención en los antecedentes criminales de los femicidas y en sus declaraciones o condenas. Como consecuencia, las mujeres asesinadas se posicionaron como víctimas pasivas, relegadas al segundo o tercer plano del discurso. Es decir, los medios no informan en ninguna de las investigaciones mencionadas sobre las vidas, los proyectos o los intentos de escapar de la violencia de las mujeres, sino que caracterizan a las víctimas en relación al femicida.

En suma, el femicidio fue construido como un hecho aislado, de índole privado, que no representa, desde el encuadre elegido por los periodistas, un peligro social. De esta manera el femicidio no es posiconado como una problemática real, ni se promueve la reflexión del lector o tomas de posición del Estado en beneficio de la igualdad entre géneros. Es decir, se observó que los medios, en su rol de productores de sentido y constructores de realidades públicas, no estimulan el cambio social necesario para modificar la situación de violencia actual.

Además, ninguno de los medios analizados incluyó informaciones que sirvieran para ayudar a posibles víctimas de violencia de género ni a sus familiares en las notas publicadas sobre la problemática abordada ni mostró interés por la historia de la mujer asesinada, sus proyectos o intentos por escapar de la violencia de género.

En esa línea cabe destacar que el análisis de los estereotipos que reflejan las huellas del discurso patriarcal, en tanto marcas de producción que naturalizan los asesinatos de mujeres en manos de sus parejas, evidenció que los diarios utilizaron frases que reivindican el estereotipo del femicida que actuó fuera de sí o de la víctima en situación pasiva, caracterizada a partir de la relación con el femicida.

Los datos obtenidos del estudio de las notas publicadas sobre femicidios locales coinciden con los recogidos en dos de las tres entrevistas a los/as periodistas responsables de las secciones en las que los femicidios fueron publicados. Al destacar a la Policía y al personal de los juzgados como fuentes principales para armar sus noticias, los/as periodistas centran su interés en la necesidad de reconstruir la secuencia cronológica de los hechos que precedieron al femicidio y en los antecedentes de los femicidas. Así, excluyen en forma total la necesidad de referirse a la vida de la mujer o a sus intentos de escapar de la violencia. Hechos que pueden motivar a otras víctimas de violencia machista a denunciar a sus agresores.

Asimismo, la ausencia de especialistas en materia de género observada en las notas analizadas se atribuye a la falta de tiempo, propia de rutinas periodísticas sobreexigidas, o de espacio para sus publicaciones. Sin embargo, en numerosas declaraciones se observa la importancia que tiene para los/as periodistas la reconstrucción cronológica de la violencia que terminó en femicidio. Por ende, puede advertirse que la palabra de especialistas en violencia de género no representa una urgencia.

Lo anterior se refuerza con las declaraciones que afirman no tener en cuenta al destinatario del mensaje. Aseveraciones como “Trato, en lo posible, de que cualquier persona me lea” o “Nosotros escribimos para todos” reflejan el desinterés por las lectoras que puedan padecer violencia de género y en sus familiares que avizoren en los discursos periodísticos una alternativa o posibles soluciones.

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