newsletter_copete_articulos

Silvia BoggiNombre del proyecto: Conocer para actuar. Propuestas de articulación institucional destinadas a sectores vulnerados de/en una ciudad de rango medio del centro bonaerense en el marco del impacto del Covid 19 [1].

Nombre y apellido: Lic. En Comunicación Social/ Lic. En Antropología orientación social Silvia Boggi

Disciplina Científica: Antropología

Campo de aplicación: Ciencias Sociales y Ciencias Humanas

Directores: Patricia Pérez

Lugar de trabajo: PROINCOMSCI – FACSO UNICEN


Resumen

Se expone una breve síntesis de las reconfiguraciones metodológicas en Antropología y otras disciplinas sociales que plantean la necesidad de incorporar a las formas tradicionales de la etnografía ciertos elementos creativos, experimentales, artísticos y “artesanales” como respuesta a los contextos en los que se desarrollan las investigaciones. Retomando experimentaciones previas a la emergencia sanitaria del Covid19 se hace hincapié en la urgencia de apelar a la imaginación metodológica para producir conocimiento antropológico en situación de pandemia. Mediante el desarrollo de etnografías de/en lo digital; etnografías de retazos y autoetnografías en contextos altamente inciertos e inseguros se aboga por la superación de lo que se ha señalado como restricciones y limitaciones procurando abrir una mirada interpretativa y crítica potencialmente capaz de iluminar aristas no contempladas de nuestros objetos de estudio.

Palabras clave: Reconfiguraciones metodológicas – imaginación metodológica – contexto de pandemia - etnografía de/en lo digital.

Desde hace aproximadamente dos décadas los procesos sociales asociados a las  tecnologías de información y la comunicación pusieron sobre el tapete de las Ciencias Sociales un conjunto de interrogantes teórico-metodológicos acerca de las posibilidades y potencialidades de los llamados entornos “virtuales” como objetos de indagación. Se sostenía entonces que la introducción de las llamadas Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación  (NTIC) en la vida cotidiana había provocado un proceso de transformación al adquirir una nueva dimensión, la virtualidad, que –según se entendía- no sólo se diferencia cualitativamente de “lo real”, sino que –a los efectos de ser abordado científicamente- trascendía la dimensión de las relaciones interpersonales al inscribirse en un registro más amplio, el de la producción cultural. Al mismo tiempo, se advertía -para las Ciencias Sociales en general y para la Antropología en particular- el encuentro con realidades inéditas que implican la construcción de objetos de estudio “otros” respecto de los “tradicionales”. En este sentido, la reflexión antropológica discurre por dos ejes: por un lado y como objeto de conocimiento, la indagación acerca de los usos de las NTIC en la vida cotidiana de nuestras sociedades, los modos de gestión de la relacionalidad humana, las formas de desarrollo de todo tipo de actividades a través de Internet; y por otro, ligado al carácter instrumental, la incorporación de estas tecnologías en la práctica antropológica durante la realización de trabajo de campo, esto es, como instrumento integrado en la práctica científica.

En la actualidad estamos frente a una prolífica producción académica construida acerca de estas problemáticas ya que como sostienen Gómez Cruz y Ardèvol (2013: 194) es altamente probable que “cualquier objeto de estudio de las ciencias sociales esté de algún u otro modo alcanzado por Internet ya que son muy pocos los campos de estudio que escapan a la red". Esto se debe a que por un lado, permea prácticamente todos los ámbitos de la vida social, personal y colectiva y por otro, decimos nosotrxs, tanto su presencia como su ausencia en el acceso y usos por parte de los colectivos sociales resulta altamente significativa.

En este sentido, expresan Di Próspero y Daza (2019) que hacer etnografías de/en lo digital es etnografiar el mundo contemporáneo. 

De cara a estas realidades  pareciera que las ciencias sociales y humanas han entrado en una fase de reconstitución metodológica que plantean la necesidad de renovar los métodos y las técnicas incorporando elementos más creativos, contextuales, experimentales, artísticos y “artesanales”, buscando estar a la altura de los retos que el estudio de la sociedad contemporánea presenta (Gomez Cruz, 2017:78).

Esta búsqueda metodológica estaba ya presente en las preocupaciones de las antropologías desarrolladas en diferentes países aún antes de la llegada de la pandemia de Covid19. Para la realidad de algunos escenarios latinoamericanos -refiere Rosana Reguillo (2020)- la existencia de contextos de extrema violencia estatal y/o paraestatal estaban complicando seriamente la continuidad del trabajo en esos espacios y obturando la permanencia sistemática de investigadorxs en el campo debido a los riesgos a los que estaban expuestos tanto ellxs como sus informantes y otros actores sociales participantes.

Asimismo se hace evidente que  Mientras que los etnógrafos iban adaptándose a varios desafíos del trabajo de campo a través de métodos como la investigación en línea, el trabajo de campo en múltiples lugares, la autoetnografía y atendiendo a sujetos de investigación que son móviles, familiares o ellos mismos expertos (Harrison 1991; Marcus 1995; Gupta y Ferguson 1997; Amit 2000; Burawoy 2000; Faubion 2009; Faubion y Marcus 2009; Nagar 2014; Papacharissi 2015; Huang 2016), estas innovaciones se basaron en gran medida en las necesidades de los sujetos de investigación” ( GünelVarma y Watanabe,2020).

Y otra de las dimensiones que es preciso destacar se vincula con la necesidad de advertir que las prácticas etnográficas están siendo remodeladas por las propias vidas de quienes investigan y sus múltiples compromisos profesionales y personales, desde el cuidado de familiares y problemas de salud, hasta los condicionamientos financieras, ambientales, políticas y temporales, los compromisos relativos a la vida hogareña, entre otras variables.

De manera que la etnografía de/en lo digital y la etnografía multisituada venían instalándose como recurso metodológico en medio de los debates teóricos y de la puesta a punto tanto conceptual como de técnicas específicas que resultaron fructíferas respecto de los objetivos de indagación.

La pandemia de Covid19 acarreó el confinamiento social a escala mundial en diferentes escalas, intensidades y temporalidades; pero entre sus diversas y graves implicancias condujo a lxs científicxs sociales a la reducción sustancial y hasta la imposibilidad de realización de trabajo de campo, de contacto presencial con lxs actorxs sociales con quienes se co-construye el conocimiento y todas las actividades que derivan de la realización de las distintas modalidades que asume la etnografía. Lxs científicxs sociales y lxs sujetxs de investigación experimentan y enfrentan –muchas veces de manera diferenciada- sus propios confinamientos en casa, compartiendo esas realidades, atravesadas por situaciones disruptivas de lo que constituía la “normalidad”. Los primeros analizan e intentan diseñar cómo sortear las limitaciones impuestas por el contexto al tiempo que intentan redefinir tanto sus preguntas de investigación como las características de un campo que ya ha sido definido como digitalmente mediatizado y aceptado como territorio susceptible de acoger y generar elementos culturales. Desde la Antropología, Gökçe Günel , Saiba Varma y Chika Watanabe sugieren la necesidad de una patchwork ethnography (etnografía de retazos), caracterizada por una combinación de “casa” y “campo” que es una derivación directa de la contingencia, una nueva manera –dicen- de “estar ahí, sin estar”. O de un “estar” que tiene sus peculiaridades, sus dificultades y sus ventajas.

Rossana Reguillo (2020) se ha manifestado acerca de la incomodidad interpretativa vinculada a las modificaciones y trastocamientos  que derivan de la pandemia de Covid19 y sus consecuencias sociales, económicas y políticas. "Para muchos de nosotros, el aislamiento social y el teletrabajo han sido una posibilidad real y productiva, aunque exigente por las demandas tecnológicas. Para otros no ha sido una posibilidad". Y en este sentido sostiene que hay un “reparto inequitativo del riesgo”. Es un momento en el que se ha visto la desigualdad, tanto en términos económicos como en términos de conexión”. Situación que debe ser contemplada en sus múltiples dimensiones.

En este escenario complejo, cambiante e incierto que promueve repensar las formas que asume la construcción del conocimiento antropológico y de otras disciplinas sociales, una tendencia creciente aboga por sostener la práctica continua de la imaginación y creatividad metodológica, apelando a superar lo que ha sido descripto como limitaciones y condicionamientos. Se espera así   inaugurar aperturas hacia nuevas percepciones que posibiliten experiencias innovadoras en el quehacer etnográfico con la potencialidad de iluminar críticamente aristas “otras” de nuestros objetos de estudio.

Bibliografía

Ardèvol, Elisenda, Adolfo Estalella, Daniel Domínguez Figaredo (coord) (2008). La mediación tecnológica en la práctica etnográfica, Ankulegi, España.

Ardèvol, E., & Gómez Cruz, E. (2013). Digital ethnography and media practices. En Fabienne Darling-Wolf (Ed.), The international encyclopedia of media studies: Research methods in media studies. Volume 7. Hoboken, NJ: Wiley-Blackwell.

Boggi, Silvia (2011). Identidades urbanas locales en Facebook. Reflexiones acerca del trabajo de campo etnográfico en el ciberespacio. En: Villafañe, A y Adad, L. Antropologia y crisis global: desafios para una interpretación desde el sur. Depto de Antropología y NURES, FACSO, Unicen.

Di Prospero, Carolina, y Daniel Daza Prado (2019). “Etnografía (de lo) digital - Introducción al dossier”, Etnografías Contemporáneas, año 5, N° 9, pp. 66-72.

Gökçe Günel , Saiba Varma y Chika Watanabe (2020). "Manifiesto for Patchwork Ethnography". Member Voices, Fieldsights , 9 de junio. https://culanth.org/fieldsights/a-manifesto-for-patchwork-ethnography

Gómez Cruz, Edgar (2018). Etnografía celular: una propuesta emergente de etnografía digital. Virtualis, [S.l.], p. 77-98 Disponible en: https://www.revistavirtualis.mx/index.php/virtualis/article/view/251. Fecha de acceso: 12 sep. 2020

Grillo, Oscar (2019). “Etnografía multisituada, etnografía digital: reflexiones acerca de la extensión del campo y la reflexividad”, Etnografías Contemporáneas, año 5, N° 9, pp. 73-93.

Medina, D. (2016). Online/offline. Una mirada sobre los jóvenes en Twitter. Actas De Periodismo Y Comunicación, 1(2). Recuperado a partir de https://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/actas/article/view/3270

Meneses, J. A. (2019). "Estrategias de etnografía multisituada con jóvenes universitari@s indígenas que navegan en Facebook", por Jorge Alberto Meneses Cárdenas. Etnografías Contemporáneas, 5(9). Recuperado a partir de http://revistasacademicas.unsam.edu.ar/index.php/etnocontemp/article/view/526

Peckaitis, Hernán (2019). Etnografía Virtual y política de las sensibilidades: retazos de una investigación en desarrollo. XIII Jornadas de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.

Reguillo Rossana (2012). Navegaciones errantes. De músicas, jóvenes y redes: de Facebook a Youtube y viceversa .Comunicación y sociedad. Nueva época, núm. 18, pp. 135-171.

Reguillo, Rossana (2020). En un contexto de desigualdad hay un reparto inequitativo del riesgo. Nota periodística. Iteso. Universidad Católica de Guadalajara.

Winocur, Rosalía (2013). Etnografías multisituadas de la intimidad online y offline. Diversidad y perspectiva del actor: compromisos claves en cualquier etnografía de lo “real” y de lo “virtual”. Revista de ciencias sociales, 2da época. 7 Nº 23, pp. 7-27.

Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-Compartir Igual 4.0 Internacional.