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Diego LingeriNombre del proyecto: Conocer para actuar. Propuestas de articulación institucional destinadas a sectores vulnerados de/en una ciudad de rango medio del centro bonaerenses en el marco del impacto del Covid 19.

Diego Lingeri Lic. en Comunicación Social y Profesor 

Disciplina: Comunicación Social

Campo de aplicación: Ciencias Sociales y Humanas

Directores: Patricia A. Pérez

Lugar de trabajo: ECCO FACSO-UNICEN

 

Resumen

La investigación académico científica, es el espacio en el cual se produce información calificada (específica y elaborada con criterios institucionalizados) sobre problemáticas que, en su agenda, son importantes para el desarrollo de la vida en sociedad y la tecnología. En la investigación social, esta producción descansa en la exploración, descripción y explicación de fenómenos y problemáticas que son relevantes para las diferentes comunidades, sociedades y culturas.

En este trabajo, se trata de ver cuáles son los criterios que construyen a esta investigación. Identificar los distintos momentos, estrategias y diseños que articulan el diagnóstico sobre vulnerabilidades y vulneración de sectores sociales por la pandemia COVID-19, es la tarea de este escrito.

Ser capaces de diseñar una estrategia conjunta de producción de conocimientos científicos, que sea clara y bien definida, es el puntapié inicial para que la investigación cobre sentido y relevancia para quienes son sus destinatarios finales.

De esta forma, podemos decir que este es un texto epistemológico y metodológico. ¿Qué quiere decir esto? Que trabaja sobre las ideas que orientan la investigación y sobre cómo se organiza la producción de datos científicos y académicos en este proyecto en particular. Aquí se verán los acuerdos y los modelos de producción académicos a los que se arriban, a la vez que se presentarán diseños de la investigación, u articulación y el modo en que dinamizan la información producida.

Palabras clave: Investigación, Epistemología, Metodología, Diseños

Desarrollo

Todo proyecto de investigación, enmarcado en el aporte de producción de conocimientos en la academia argentina, en cualquiera de sus universidades, necesita de estrategias que planifiquen y administren los criterios constructivos para la elaboración de información calificada: datos científicos. De este modo, podemos pensar que, un proyecto de investigación, que reúne a investigadores e investigadoras de diferentes unidades académicas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), necesita de estrategias de producción sólidas. En este escrito, veremos cuáles son los aportes epistemológicos y metodológicos para la elaboración de un diagnóstico sobre la articulación institucional para sectores vulnerados en el contexto de pandemia por COVID-19.

Debemos pensar en dos grandes elementos, que se detallarán a continuación. El primero, es un espacio de negociación y acuerdo sobre qué modelo de producción académica se seleccionará y se utilizará, teniendo en cuenta las características particulares de este equipo de trabajo. El segundo, está relacionado con tres diseños que demarcan la actividad: un diseño de la investigación, uno que estructura conceptos (o teórico) y otro que define los modos de acercamiento a los objetos empíricos (metodológico). La tarea principal a desarrollar, en el proyecto presente, es articular los mencionados diseños para que cobre cohesión y coherencia en un modelo productivo que integre a sus investigadores/as y disciplinas. Estos tienen que dinamizar la producción e interactuar de manera precisa, para que todo el proceso, como veremos a continuación, tenga sentido de acuerdo con sus metas y objetivos.

Con respecto al primer elemento, diremos que se trata de proporcionar una guía y un modelo de concresión para la producción académica, basada en acuerdos colectivos de trabajo (epistemológicos y metodológicos), como así también en consensos de construcción, puesta en marcha y socialización de la actividad. Para la elaboración de un diagnóstico sobre vulnerabilidad y vulneración en relación con la emergencia y expansión de la pandemia por COVID-19, es imprescindible explicitar los distintos momentos que se circunscriben al proceso de investigación (Sabino, 1996).

Una de las primeras tareas que se presentan es acordar el modelo productivo que se llevará adelante, es decir: ¿de qué modo se encaminará la producción conjunta? Al ser un equipo de trabajo, con diferentes especialistas, de distintas áreas de conocimiento o disciplinas, hay que resaltar que está tarea es más que importante. Reconocer diferentes modelos de producción académica como el disciplinario, el multidisciplinario o el interdisciplinario abre diferentes posibilidades de trabajo en equipo y supone un acuerdo -con bases claras y reconocibles- para conseguir los objetivos del proyecto.

De esta manera, podemos presentar este acuerdo como el fundante de una actividad multidisciplinaria para la producción de conocimientos, tal como se ha podido acordar en encuentros y discusiones colectivas. Cabe destacar que todas y cada una de las decisiones se toman en conjunto y se socializan, no solo como acuerdos de base, sino como modo de trabajo y estrategia metodológica. Ahora bien, ¿qué quiere decir multidisciplinario? Básicamente que, un equipo de trabajo científico permite, en su producción académica, que las diferentes perspectivas disciplinarias (espacio de conocimiento específico: comunicación, trabajo social, antropología) planteen visiones diferentes de la problemática. En suma, cada perspectiva distinta es relevante (García, 2013).

Por otro lado, pensar en los diseños que articulan la investigación -segundo elemento- implica un proceso de metacognición o de reflexión sobre este proceso: pensar en lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo. La producción de datos científicos necesita de una vigilancia y un cuidado que tenga plena conciencia de las decisiones que la administran (Samaja, 1999). Podemos definir, en fin, al trabajo de investigación como la realización de un proceso de toma de decisiones administradas, para la producción de información calificada desde la lógica académico científica. En este sentido, la mirada sobre el proceso es de cabal importancia y descansa sobre cada uno de los diseños más arriba mencionados.

Diseño de la investigación. Está vinculado con la selección del tema y las preguntas que orientan la investigación, como así también con los objetivos que se proponen y las hipótesis que sostienen las reflexiones iniciales (y que pueden cambiar a lo largo del proceso). En este diseño se define qué trabajar sobre la pandemia, cómo interrogar sobre vulneraciones y COVID-19, buscar elementos conceptuales para la definición de hipótesis o preguntas guía.

Diseño teórico. Atraviesa a todos los diseños y se presenta desde los acuerdos iniciales: incluso aquellos que sirven para la elección o consenso sobre un modelo productivo (o metodología de trabajo). No se trata, solamente, de articular literatura específica sobre la temática abordada, ni, mucho menos, diagramar conceptos para interpretar un fenómeno. El diseño teórico nos permite vislumbrar la problemática a la luz de ideas diversas, teorías específicas y conceptos diferentes; pensar desde nuestra lógica disciplinaria a través de una lógica multidisciplinaria es, también, un procedimiento que se da en este diseño.

Diseño metodológico. Aquí es necesario pensar las estrategias de acercamiento empírico, aquello que se quiere indagar, sectores vulnerados. Es decir, es imperativo diseñar técnicas e instrumentos que nos permitan trabajar con las poblaciones seleccionadas y con cada unidad de análisis (cada una de ellas). Cabe destacar que, al tratarse de un proyecto multidimensional, estas poblaciones y unidades pueden variar sensiblemente. No es lo mismo trabajar con un agente del Estado, con una dependencia del Estado (que puede variar en sus niveles: municipal, provincial o nacional) que con ciudadanos y ciudadanas vulnerados y vulneradas. En este diseño, es igual de importante destacar la producción de datos como así también su organización y presentación.

Este tipo de decisiones que se toman al investigar son de vital importancia para la realización de un proyecto de estas características, de acuerdo a los medios y condiciones que plantea. De esta forma, podemos ver que la estructura de investigación que subyace en el proyecto, es, en fin, la articulación de decisiones de investigación con los distintos diseños que lo conforman.

Así, uno de los principales aportes al proyecto de investigación descansa en la posibilidad de diseñar estrategias de producción de conocimientos que tengan en cuenta, no solo las condiciones en las que se produce, sino, también, las estrategias necesarias para construir datos precisos y relevantes para la problemática abordada.

La producción de conocimientos, en clave académico-científica, necesita de estrategias que nos puedan clarificar y allanar el camino para la producción de información confiable. La manera en la cual se encara la producción científica debe dejar explícitos los procedimientos por los cuales se construye y a través de los que se comunican los datos y la información elaborada.

Bibliografía

García, R. (2013). Sistemas complejos. Conceptos, método y fundamentación epistemológica de la investigación interdisciplinaria. Barcelona: Gedisa.

Sabino, C. (1996). El proceso de investigación. Buenos Aires: Lumuen/Humanitas.

Samaja, J. (1999). Epistemología y metodología. Elementos para una teoría de la investigación científica. Buenos Aires: Eudeba.

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