Dossier especial: Enseñanza virtual en la escuela secundaria: cómo propiciar experiencias de aprendizaje significativo en tiempos de COVID-19

Glok Galli, Mariángeles. Licenciada en Comunicación Social (UNICEN). Profesora de Ciencias Políticas (DGEyC). Especialista en Educación y TIC (MEyD). Estudiante avanzada de la  Maestría en Antropología Social (UNICEN). Profesora de escuelas secundarias. Investigadora del NACT IFIPRAC_Ed

Aprender a enseñar en tiempos de pandemia implica construir nuevos modos de estar con el otro y la otra, para lograr acompañar sus trayectorias y promover aprendizajes significativos. Pensar la educación desde la comunicación nos desafía a entenderla como un encuentro de construcción de significados.
Acompañada por esos supuestos, la formación y capacitación docente en un contexto como el que atravesamos busca focalizar en ellos cuando las prácticas se desarrollan en escenarios virtuales en los que el diálogo con los y las estudiantes aparece mediado por las tecnologías.
Comunicarse pedagógicamente es un proceso que involucra articuladamente los elementos propios de una situación didáctica: el entorno o contexto, los contenidos y los sujetos.
Si cambiamos el escenario (de lo presencial a lo virtual), pero no comprendemos la importancia de generar nuevas formas de diálogo y vínculo educativo, se tornará una tarea más que complicada sostener la continuidad pedagógica y construir situaciones de aprendizaje significativo mediado por tecnologías.

 

La educación es comunicación

“El mundoglok humano es un mundo de comunicación” (Freire, 1973: 74). El pensar, actuar, conocer, aprender y enseñar, son prácticas atravesadas por el intercambio y los vínculos con otros. Por ende, hablar de educación implica pensarla desde la comunicación como un encuentro para la construcción de significados comunes y de saberes, un diálogo entre sujetos, alejándose de concepciones que la consideran una mera transmisión, casi automática y unilateral, de conocimientos.
 
Imagen: https://eligeeducar.cl/wp-content/uploads/2020/04/tips-para-enfrentar-las-clases-en-pandemia.png

El aula se constituyó – hasta marzo de 2020 – en el ámbito privilegiado de la comunicación pedagógica (Dussell, 2020) pensado y destinado para enseñar y aprender. La clase presencial ha facilitado el encuentro con “los otros y las otras”, a través de la convivencia, de la sincronía, de la simultaneidad, el diálogo “cara a cara” no solo a partir de la palabra (hablada o escrita), sino también con otros lenguajes, como el del cuerpo.

Ellos dan indicios de interés, aburrimiento, comprensión, inquietud, malestar. Permiten “sobre la marcha” repensar actividades, realizar una pausa, dar la palabra a alguien, profundizar un tema.
De pronto la virtualidad se convirtió en el espacio privilegiado donde estudiantes y docentes deben aprender a aprender y a enseñar. Para los educadores y las educadoras, la realidad los ha interpelado a construir vínculos sin el sostén territorial y la exclusividad que les brindaba el aula.

El nuevo panorama demanda una importante transformación de los modos de planificar el trabajo, de crear el “clima de aula”, de enseñar y vincularse con los otros. Y en este marco, las TIC, son las herramientas a disposición para concretar tales desafíos. Pensar la enseñanza la virtualidad, para garantizar la continuidad, requiere tener presente la idea de comunicación pedagógica, entendida como un proceso que se sostiene en el intercambio democrático con los otros, e implica la inscripción de los sujetos en la cultura a partir de la trascendencia del mundo subjetivo hacia el mundo social (Errobidart, 2019). Esto, también es posible en el contexto de aislamiento y distancia social.
Los lineamientos emitidos desde la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE), al referirse a la continuidad pedagógica ponen énfasis en el sostenimiento de los lazos entre estudiantes y docentes con el objetivo de garantizar el aprendizaje “más allá de los problemas coyunturales o de las emergencias que puedan surgir”.
El vínculo pedagógico es entendido a partir del lazo social, del reconocimiento mutuo. Las propuestas de enseñanza y aprendizaje que se ofrezcan deben promover “aprendizajes valiosos ante las distintas situaciones o contextos que así lo demanden”  (D.E.S., 2020: 4).

 

En primera persona

 

Los docentes del campo de las Ciencias Sociales y de Lengua que cursaron el Seminario-Taller, reflexionaron sobre los modos en que – a partir del aislamiento social preventivo y obligatorio – construyen espacios de encuentro y comunicación con sus estudiantes. También se analizaron las posibilidades que ciertas aplicaciones, páginas y programas brindan para sostener la continuidad pedagógica.
 
Quienes participaron de las propuestas reconocieron la importancia de la comunicación pedagógica, pero plantearon que el nuevo formato de la enseñanza en pandemia, en más de una ocasión les presentó dificultades.

 

“Al principio de todo este proceso me resistí. Luego, ‘me obligué’ a mí misma a no ser tan estructurada y me propuse fluir con las circunstancias” (M. Profesora)

 

La mudanza hacia la virtualidad, no solo modificó el trabajo de los educadores. La superposición de tareas, la vida familiar invadida por la laboral, la extensión de los tiempos de trabajo, la disposición tecnológica y los problemas que de ella derivan generaron situaciones límites de desesperación y desborde. La acumulación y superposición de tareas afectó también el desempeño de varios educadores y educadoras en el taller.
Pese a estas, y otras adversidades, existen profesores y profesoras que apuestan a las posibilidades que el contexto de pandemia les ofrece, pensando en la situación como una instancia más de aprendizaje.

“Sé que todos somos aprendices en este momento histórico, lo que no debemos perder es el ánimo de enfrentar siempre nuevos desafíos” (M., maestra)

Incluso, el intercambio con los y las jóvenes les permitió descubrir habilidades para trabajar en el nuevo escenario.

Confieso que aprendí muchísimo con mis estudiantes, sobre todo a comunicarme en forma más efectiva y cercana. Creo que es una etapa muy productiva, de mucho crecimiento interior y profesional y en la cual he desarrollado cuestiones que no sabía que poseía” (M, profesora)

Con respecto a la continuidad pedagógica y el sostenimiento de los vínculos, los y las  cursantes destacaron la necesidad de una constante comunicación y ensayaron distintos modos de mantener el intercambio y realizar el seguimiento de las trayectorias. Incluso, varios de ellos y ellas se encontraron solo una vez con sus grupos (presencialmente) o nunca llegaron a conocer a los y las estudiantes. Esto se debió a que la suspensión de las clases ocurrió a menos de una semana de haber iniciado el ciclo lectivo 2020.

Una de las debilidades principales es no haber tenido en años anteriores al grupo de estudiantes ni conocerlos cara a cara. Esto me genera sentir que trabajo aún más con "sujetos virtuales" y construir un vínculo a partir de la virtualidad es muy complejo. (K., profesora)

 Si bien, las realidades en las que los docentes se desempeñan son diversas – y en muchos casos sin grandes posibilidades de acceso a conexión a Internet y dispositivos – el esfuerzo por sostener la continuidad es un punto en común. Declarado el confinamiento decidieron apelar a las herramientas y medios digitales de uso cotidiano (correo electrónico, Whatsapp). Y a medida que pasaban las semanas, fueron “sobre la marcha”, descubriendo nuevas aplicaciones y estrategias para atender las demandas de los y las jóvenes.

“He ido ampliando el abanico de recursos para interactuar con mis alumnos; en un inicio con muchos grupos sólo había un ida y vuelta a través de mails, con otros, usé Classroom desde el principio, y después amplié a algún grupo de WhatsApp o plataformas como Zoom o Jitsi Meet” (S., profesora)

Finalmente, los cursantes que participaron de las actividades planteadas se mostraron preocupados por construir lazos afectivos con los estudiantes, a pesar de la distancia física. Pensar en la comunicación pedagógica incluye este aspecto vincular en articulación con otros elementos, como son los contenidos. La continuidad pedagógica implica el reconocimiento del otro u otra, de sus intereses y y de su modo de transitar una situación tan inédita y compleja como la actual. Por ello, más allá de la necesidad de enseñar algo, es primordial generar espacios de comunicación pedagógica atendiendo al vínculo.

“Al momento de hacer una devolución de un trabajo trato de ser lo más empático posible con ese otro/a y personalizo los mensajes tratando de ser lo más claro y amable posible. Nunca sabemos qué es lo que puede estar atravesando la persona del otro lado de la pantalla” (C., profesor)

“Faltaría quizás reforzar más la comunicación para poder entablar más el vínculo fuera de lo que serían los contenidos. Tengo en mente la creación de un grupo de Whatsapp para poder comunicarme directamente con todos los estudiantes al instante” (C., profesora)

Otros modos posibles
Una forma característica que tiene la comunicación en las aulas es el diálogo orientado por la intencionalidad pedagógica del docente (Burbules, N. 2000).
¿Cómo construir condiciones de aprendizaje en los entornos virtuales? ¿Qué estrategias desarrollar frente a estos nuevos escenarios educativos?
Existen diversos modos mediante los cuales los y las docentes invitan a los y las estudiantes a acercarse al conocimiento. Construir condiciones de aprendizaje en la virtualidad demanda tener en cuenta algunas cuestiones para organizar la interacción con los y las estudiantes, como pueden ser:
 

Personalización: este punto se vincula con la empatía, a través de la contemplación de la presencia del otro. Para ello, puede involucrarse al interlocutor, a partir del uso de pronombres o referencias específicas que lo convoquen a trabajar en torno a un contenido.

Presencia del narrador: hay diversos modos en los que aparece en un texto quien lo escribe. Prieto Castillo y Gutiérrez Pérez (1994) explican que debe evitarse el narrador omnisapiente, es decir, aquél que solo considera al interlocutor – estudiante, en este caso – como el eslabón final de su discurso. En el texto, lo dice todo y no deja lugar a la reflexión por parte del destinatario. 

Claridad y sencillez: cuestión fundamental para generar el intercambio en ámbitos virtuales de enseñanza y aprendizaje. La claridad permite comprender, interesarse, sentirse bien y aprender. Hay que aclarar conceptos que son técnicos o desconocidos, o reemplazarlos (si es posible) por términos más cercanos a lo cotidiano; así como citar ejemplos que den cuenta de lo que se narra o se pretende (si se trata de una consigna). Es preferible utilizar oraciones cortas y evitar los párrafos extensos para facilitar la lectura y la interpretación.

Belleza de expresión: la redacción de un texto, incluso cuando se trabaja en torno a conocimientos de tipo científico, puede apelar a la riqueza del lenguaje, a expresiones y metáforas. Se entiende por belleza, a la que se vincula con la cotidianidad, con la claridad, con el llamar las cosas por su nombre, con el sentimiento y la emoción. Hay que animarse - y este contexto lo habilita - a crear nuevos estilos de comunicación, a generar nuevas formas interrelacionarse, para construir espacios de enseñanza y de aprendizajes participativos y significativos, que nos encuentren cerca, a pesar de la distancia física

En un contexto de enseñanza y aprendizaje imprevisto, complejo y desafiante, la escuela – más allá de su existencia material – sigue siendo un espacio privilegiado para la comunicación y la construcción de conocimientos y sentidos compartidos. Los y las docentes son actores fundamentales para la continuidad pedagógica.
Las pantallas median los encuentros, los diálogos y el trabajo. Y a veces los complican. Pero este nuevo modo de ser y hacer escuela, es también una posibilidad: de aprender, de generar nuevos espacios de intercambio, de trabajar colectivamente, de  valorar el trabajo de los y las otras y de construir lazos, aislados pero comunicados.
 

 Bibliografía:

BURBULES, N. 2000. El diálogo en la enseñanza. Teoría y práctica. Amorrourtu: Buenos Aires. Disponible en http://intranet.ismt.edu.ar/ismtx/2012/burbules_el_dialogo_en_la_ensenanza_418.pdf

DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN SECUNDARIA. 2020. Propuestas para la continuidad pedagógica en la educación secundaria. Ciclo básico. Disponible en http://abc.gob.ar/secundaria/sites/default/files/documentos/ciclobasico.pdf 

DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN SECUNDARIA.2020. Propuestas para la continuidad pedagógica en la educación secundaria. Ciclo Superior. Disponible en http://abc.gob.ar/secundaria/sites/default/files/documentos/ciclosuperior.pdf 

DUSSEL, I. 2020. La clase en pantuflas. Conversatorio virtual con Inés Dussel | ISEP Emitido en directo el 23 abr. 2020. Canal ISEP. Video disponible en https://www.youtube.com/watch?v=6xKvCtBC3Vs 

DUSSEL, I. 2017. Las tecnologías digitales y la escuela: ¿Tsunami digital o más de lo mismo? Revista T. 

ERROBIDART, A. 2019. La comunicación pedagógica y las TIC en la escuela secundaria. Misceláneas de una relación conflictiva. En Revista Educación, lenguaje y sociedad. VOL. 17, NÚM. 17. Disponible en https://cerac.unlpam.edu.ar/index.php/els/article/view/4216

FREIRE, P. 1973. ¿Extensión o comunicación? La concientización en el medio rural. Siglo XXI Editores, Buenos Aires 

FURMAN, M. 2020. Nuevas formas de aprender y enseñar a partir de la pandemia. TEDxRiodelaPlata. Video disponible en https://www.youtube.com/watch?v=Tgr0mfEYhUs

MAGGIO, M. 2012. Enriquecer la Enseñanza. Los ambientes con alta disposición tecnológica como oportunidad. Editorial Paidós: Buenos Aires.

PRIETO CASTILLO, D. y GUTIÉRREZ PÉREZ, F. 1999. Una pedagogía del sentido. En La comunicación en la educación. Ediciones La Crujía: Buenos Aires.

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