Dossier especial: Enseñanza virtual en la escuela secundaria: cómo propiciar experiencias de aprendizaje significativo en tiempos de COVID-19

Casado Nicolás. Profesor de Comunicación Social, Licenciado en Comunicación Social. Profesor en los niveles secundario y universitario;  investigador del NACT IFIPRAC_Ed, autor de artículos en revistas y libros vinculados a la temática de educación y TIC

Casenave, Gabriela. Profesora de Comunicación Social, Licenciada en Comunicación Social. Estudiante avanzada de la Maestría en Educación (UNICEN). Profesora en los niveles secundario y universitario;  investigadora del NACT IFIPRAC_Ed, autora de artículos en revistas y libros vinculados a la temática de educación y TIC

 

El espacio denominado El Recreo, incluido en el Seminario/Taller “Enseñanza virtual en la escuela secundaria” surge a partir de la necesidad de contar -desde la perspectiva de una didáctica en vivo (Maggio, 2018)- con una instancia para poder reflexionar acerca de aquello que les pasa a los docentes atravesados por la pandemia más allá de la planificación de las clases y la adecuación de los contenidos. En este sentido, al recuperar los relatos de situaciones particulares que venían sucediéndoles a los docentes con el transcurrir del curso, el espacio del recreo surge como un modo de leer la contingencia, ya que no se encontraba previsto en la planificación inicial de las clases.
La irrupción de la pandemia, la necesidad de aprender a trabajar de manera remota debido al aislamiento social, la demanda de conocimientos y estrategias de enseñanza virtual que contribuyan a producir aprendizajes significativos, hacen que en la organización de la tarea, los docentes prioricen la resolución sobre lo urgente y se pierda la importancia de tomarse el tiempo para generar espacios de reflexión.
Posicionarnos desde una perspectiva de la educación transformadora (Freire, 2005) nos interpela en el compromiso de aportar al fortalecimiento de la reflexión en los actores protagonistas de experiencias educativas en el contexto de pandemia. La importancia de incluir el tema del Recreo en el Seminario/taller, radica en su aporte a la reflexión no sólo de los aspectos pedagógicos, sino que aborda también aspectos afectivos, emocionales, que atraviesan la planificación de las clases en entornos virtuales en tiempos de pandemia.
Siguiendo aquí el planteo de Inés Dussel, “en cualquier caso lo valioso va a ser que este espacio que llamamos escuela siga operando como alguna forma de encuentro que permita un cierto trabajo con el conocimiento que no es suelto, que no es para ganarle a nadie, sino que es para abrirse otros mundos propios y con otros (...) Hay que hacer escuela en estas condiciones” (Dussel, 2020, p.13-14), y eso puede tener un gran potencial para el ejercicio de una educación que no sea conformista sino transformadora.
A su vez, a la incertidumbre de la situación y a la necesidad de organizar las clases en un formato novedoso para la mayoría y para algunos incluso temido se sumó, promediando el mes de mayo, el anuncio ministerial que disponía que no era un requerimiento calificar a los estudiantes. En el documento de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires (2020) se indica que:
“Hoy, el núcleo de la tarea docente es construir el vínculo pedagógico con las y los estudiantes y generar todas las condiciones posibles para implementar una política de cuidado que fortalezca los lazos educativos y afectivos. En este marco, las tareas escolares generan nuevas maneras de construir los procesos educativos y son también una forma de acercarnos y estar en comunicación” (pag. 2)
En esta instancia varios docentes decidieron -de acuerdo a los registros de la plataforma- abandonar el Seminario/Taller. Esto nos llevó -como equipo coordinador- a fortalecer los lazos con quienes permanecían en él y a preguntarnos, junto con las participantes, acerca de aquello que nos interpela en la práctica docente: ¿es el requerimiento de obligatoriedad? ¿Qué sucede cuándo un proceso inherente al ejercicio cotidiano de la docencia, como es evaluar para la calificación, ya no es un mandato? ¿Se pierde entonces el interés en formarse? ¿Y en enseñar?
Por todo ello se recupera el valor del recreo, en tanto instancia de tiempo libre que no es tiempo necesariamente ocioso. El recreo pasa a ser un momento pensado y planificado pero como espacio de confianza, de disfrute, de apertura y reflexión.
En este particular contexto es interesante retomar la definición de Smaliroff (s. f.) quien argumenta que el recreo es el “(…) intervalo entre las horas de clases escolares, es un momento en el cual los alumnos y los docentes se distienden de las actividades áulicas, buscando un momento de vínculos espontáneos, recreación y relax”. Particularmente para los docentes de nivel secundario ese momento de intervalo destinado al relax se lleva adelante en la llamada “sala de profesores” y eso fue parte de lo que se quiso recrear en el espacio de El Recreo: un lugar de confianza donde se puede conversar y donde las relaciones y comunicaciones son en general horizontales. Es un espacio de toma de decisiones, el lugar donde se puede pensar con el otro, en profundizar sobre determinados temas, en vincular lo que no está pasando en el día a día e integrarlo con los contenidos que debemos abordar. Es el momento en el que reconocemos que no estamos solos y que en el diálogo descubrimos oportunidades, posibilidades. 
¿Pero este recreo estaba sólo pensado para los que cursaban el Seminario/Taller? No. Descubrimos que ese recreo, esa sala de docentes, era también nuestro espacio como equipo coordinador, era el lugar para detenernos a reflexionar sobre cómo elegimos enseñar. Fue también el espacio para recuperar el desarrollo de los encuentros anteriores y de inserción crítica en la realidad (Freire, 2005).


Reconstruir el recreo en entornos virtuales
Generar procesos de enseñanza-aprendizaje en este contexto particular evidencia que las tecnologías pueden convertirse en aliadas para la educación. En la experiencia de El Recreo, las TIC permiten reconstruir su riqueza a través de entornos virtuales.
Realizar este trabajo de reconstrucción, conlleva grandes desafíos. Se pensó en dotar al espacio de la comodidad y la confianza que suele tener el momento del recreo. Fue preparado de antemano con una invitación -poco usual para los espacios de enseñanza-aprendizaje formales- donde se anticiparon las características del espacio descontracturado. Se invitó a los docentes de este modo: “media hora antes preparate para este momento, disfrutá de un buen baño (si tenés sales y bañera, mucho mejor!!), sacate el calzado que usaste todo el día (las pantuflas) y elegite aquella ropa en que te sientas más cómoda y que especialmente te preparaste para este momento, tú momento…”.
Pero también se les pidió que antes de ingresar pudieran ir pensando a partir de una pregunta: “¿Cómo te sentís…?, esa invitación continuó con algunos otros condimentos: “algunas sugerencias para que la experiencia sea mucho mejor, pone una música suave (...) tratá de encontrar un lugar en donde nadie te moleste, recordá que es tu momento…”.
Este espacio, fue el primer encuentro sincrónico en el marco del Seminario/Taller y se trataba de una experiencia quizá para muchas/os, desconocida. En este marco, se tuvo en cuenta el recurso del humor como vehículo para acercar a la reflexión, partiendo del principio de que el humor hace que disfrutemos del espacio en el que estamos y nos vuelve a recordar, como docentes, que enseñar significa emocionar y que es claramente un recurso didáctico para recuperar cuando pensamos las clases.
Ahora bien, esta experiencia a la que hacemos referencia se da en su totalidad a través de la mediación de la pantalla. Esto nos invita a preguntarnos ¿cómo llevar El Recreo a este formato de cuadrícula donde ya no estamos frente o al costado de otra persona, o en torno a una mesa, sino que estamos arriba, abajo, a la derecha o izquierda? ¿Cómo conectarnos, cuando la conexión ya no se da por la mirada sino por el difícil reconocimiento de las gestualidades de un otro que está en la pantalla, donde el mayor ejercicio radica en poder seguir lo que se dice, y el dilema de hacia dónde dirigir la vista cuando sabemos que no va a encontrarse con otra mirada?
Análisis previos a esta pandemia ya alertaban acerca de que ver el mundo a través de las pantallas se convirtió en “el modo” de verlo. Y se complejiza aún más cuando supone una relación laboral, no sólo de contemplación del mundo sino de planificación y proyección de una actividad (pedagógica, en este caso) y también de un vínculo a través de la pantalla. Las pantallas, desde la perspectiva de Diego Levis, “ocultan más de lo que muestran, contribuyendo así a una posible escisión entre el entorno físico, social y cultural (el mundo) y la percepción que tenemos de él. La pantalla acerca pero también separa” (Levis, 2009, p.141). Entonces, sin olvidar este rasgo contradictorio del que están dotadas las pantallas -acceso al otro y a la vez distancia, conocimiento del lugar del otro y la construcción esos lugares para ser mostrados-, el desafío está en rescatar aquello de los entornos digitales que nos acerca, que nos permite acceder a nuevos conocimientos y a la construcción colectiva de los mismos. Y, en este caso,  explorar las posibilidades de las TIC de reconstruir un espacio de gran importancia para la socialización y el intercambio cotidiano en la escuela, como es el recreo.
Finalmente, una meta transversal en la reconversión del recreo presencial en el digi-creo fue la regulación del factor tiempo, reconociendo de que el tiempo de conexión -aunque sea con fines reflexivos o lúdicos-, conlleva una fatiga propia de la permanencia frente a la pantalla que no se expresa en el recreo presencial. A su vez, la regulación del tiempo es importante para evitar que la experiencia termine sumándose al cansancio que se pretende combatir o liberar: “¡más de una hora y media es exceso y me estreso!”


Los momentos del recreo (la estructura e infraestructura de trabajo)
En la experiencia que vivimos con los docentes, el eje de la propuesta fue el diálogo, la escucha y el espacio de intercambio de lo que estaba pasando en sus aulas virtuales, en sus hogares, en sus rutinas hoy transformadas por completo.
El espacio de recreo se desarrolló de modo sincrónico, a través de la plataforma Zoom, elegida como espacio para el encuentro principalmente por su estabilidad, calidad en la conexión y por la posibilidad de crear salas. En cada una, los participantes se encontraban en espacios más íntimos, recreando las situaciones que se dan en las salas de profesores cuando se generan micro encuentros  de confianza e intimidad en el diálogo, dando la oportunidad de la participación a todos.
“Llegar” al recreo requirió de un primer momento de introspección, en el que bajar el ritmo de la tarea y conectar con otras dimensiones de la experiencia de enseñanza en la virtualidad. La característica más obvia del recreo es que constituye un descanso en la rutina diaria. Es un tiempo y un espacio con libertad para decidir qué hacer, cómo y con quién; para descansar y disfrutar, despejarse, desestresarse, compartir experiencias  e interactuar entre pares.
Tratando de recuperar este “espíritu”, El Recreo se organizó en tres momentos: el primero fue el de “la sala de profesores”, donde se invitó a los docentes a recordar la seguridad de ese espacio (en estas circunstancias no habitado) en el que se comparte con los pares, recuperar ese “salón de mates apurados, de miradas cómplices (...) y también la bronca desenfrenada. Lugar de ninguneos y contenciones, de descanso, pero también donde te pueden “descansar”, intersticio para interrumpir la inercia” (Brener, 2016).
Se propuso, en este primer momento, la observación de un video humorístico como disparador de la reflexión acerca de los modos en los que los docentes sienten que están transitando el aislamiento social preventivo obligatorio. En ese punto, incorporamos algunos de los relatos de los docentes participantes que expresan las situaciones vividas, emergentes y atravesadas por la virtualidad:
tuvimos que crear un grupo con padres, con madres con todo. Y lo que ha costado, que ahora se empieza un poco a mejorar, es que se empiecen a respetar los horarios de clase, porque yo estaba con mensajes de la mañana hasta las 12 de la noche. No paraba. Casi que colapso, si no hubiera tenido el apoyo de mi familia que realizaba las tareas del hogar” (docente 1)
“Fue caótico al principio encontrarme yo en esta nueva función. Y darme cuenta de que no fue solo la educación lo que cambió. Todo, todo, todo cambió. cambió el horario de la organización familiar y obviamente mis horarios. No es sentarme a la computadora en las horas de clase, no fue así” (docente 2)
“A veces la clase por zoom es incómodo porque mostrarse hace que haya que encontrar un lugar, que a veces uno comparte con otros familiares, hermanos, padres que también trabajan desde la casa. En mi caso los chicos prefirieron audios de whatsapp” (docente 3)
“A algunos les da vergüenza. No es que no te quieran ver a vos, no quieren que vos los veas a ellos porque les da vergüenza. Porque tenemos que ver con quiénes estamos trabajando, que son jóvenes” (docente 4).
Como segundo momento del recreo se dividió a los participantes en grupos, y-en este espacio del pequeño grupo- se invitó a la selección de algún meme o imagen que los participantes consideraran que representa la vida de un docente en cuarentena. Se utilizó, en este caso, la imagen a modo de resolver una idea o concepto sintéticamente y, a su vez, como representante de la cultura 2.0.
Por último el momento de la despedida, instancia de plenario y cierre del recreo, en el que se volcaron las últimas reflexiones acerca de lo que había sido el transcurrir por el contexto de pandemia y específicamente del Seminario/Taller hasta el momento. El recurso utilizado en este momento fue una invitación a compartir desde una expresión alternativa, una instancia de relajación mediante técnicas de respiración consciente “para vivir una experiencia que te permita traer conciencia de cómo estás”, paso principal para generar transformación en contextos de incertidumbre como el que transitamos.


Conclusiones
Pensar y planificar el recreo en un Seminario/Taller virtual nos permite reconocer que los docentes necesitan un espacio para hablar de su sentir respecto de la situación. Pero también para reír en conjunto y recuperar el humor. En la medida en que la plataforma o la red social que sirve como aula se vuelve trabajo, es necesario recobrar o no perder el sentido de ocio que anteriormente se atribuía a la pantalla (el espacio para mirar la serie, para charlar con un amigo o familiar que se encontraba lejos). E incluso incorporar esta dimensión lúdica en la práctica cotidiana del docente, en un nuevo espacio laboral que hoy se desarrolla dentro de lo virtual.
Hablamos aquí de dar lugar a lo que hemos denominado El Recreo. Se trata, en este sentido, de generar espacios -diferentes al del aula o al momento de la tarea- en los que reír y reflexionar. La propuesta, en este caso pasó por dar lugar a la reflexión acerca del proceso personal e interno del docente para que su reflexión pudiera luego ser llevada a las propuestas pedagógicas. En este contexto, reafirmamos la invitación que hace Maggio a la reinvención de la tarea docente: "lo que queda es inventar: reinventarnos como docentes, pero también (...) reinventar las organizaciones en las que trabajamos, las materias que damos y, mientras lo hacemos, inventar en cada clase" (Maggio, 2018, p.28). El del recreo puede ser este espacio de invención, despojado de paredes, en una nueva organización escolar virtual, en el que no sólo se piense la clase en torno a un contenido.
Porque en las salas de profesores, en los intercambios, además de las catarsis y las risas también suelen surgir los mejores proyectos colectivos y ese es un espacio que aún en tiempo de pandemia, debemos conservar.
 
Bibliografía
BRENER, G. 2016. La sala de maestros/as como “lugar practicado”. Disponible en https://www.alainet.org/es/articulo/177270 Acceso el 28 de junio de 2020.
DUSSEL, I. 2020. Conversatorio: La clase en pantuflas. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=6xKvCtBC3Vs  Acceso el 9 de junio de 2020.
FREIRE, P. 2005.  Pedagogía del oprimido. Siglo XXI editores, México.
LEVIS, D. 2009. La Pantalla Ubicua. La Crujía, Buenos Aires, Argentina.
MAGGIO, M. 2020. Enseñar en tiempos de pandemia. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=lvy5QZ5Qk04&t=947s Acceso en 13 de junio de 2020.
MAGGIO, M. 2018. Reinventar la clase en la universidad. Paidós, Buenos Aires, Argentina.
SMALINOFF, C. M. (s. f.). Juegotecas para los recreos escolares. Los recreos. Aprender y compartir. Escuela Nueva Juan Mantovani. Disponible en: https://studylib.es/doc/5772230/juegotecas-para-los-recreos-escolares-claudia  Acceso el: 14 de junio de 2020
DIRECCIÓN GENERAL DE CULTURA Y EDUCACIÓN. Enseñanza y evaluación. Tercera etapa de cuarentena. Buenos Aires, Argentina. 12 de mayo de 2020.  Disponible en: http://www.udocba.org.ar/img_educacion/13/SSE%20-%20Ensen%CC%83anza%20y%20Evaluacio%CC%81n%20DOC%20BASE%2012-5.pdf

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