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Dossier especial. El encierro en el encierro. Reflexiones e informes iniciales sobre cárcel, universidad y prácticas políticas en contexto de pandemia.

 

Florencia Colombetti, Francisco Timmermann 

Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba

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Programa Universitario en la Cárcel de la Facultad de Filosofía y Humanidades (FFyH), Universidad Nacional de Córdoba (UNC)

⇒ Tipo de actividades que desarrolla: Docencia, investigación, extensión, actualización.

⇒ Unidades Penales donde se desarrolla la tarea: Complejo Carcelario n.° 1 para hombres de la localidad de Bouwer, el EP n.° 3, para mujeres -contiguo al CC n.° 1-,  el CC n.° 2 de la ciudad de Cruz del Eje, en el norte de la provincia, y, en período de prueba, en la cárcel abierta de la Localidad de Montecristo –el EP n.° 4–.

⇒ Cantidad de estudiantes/participantes de la/s propuesta/s: 120 estudiantes cursan cinco carreras de grado (Historia, Letras, Filosofía, Ciencias de la Educación y Bibliotecología) ⇒Inicio de actividades: 1999.

⇒ Contacto:Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

INTRODUCCIÓN

El Programa Universitario en la Cárcel de la Facultad de Filosofía y Humanidades (FFyH), de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) trabaja en penales de la ciudad de Córdoba desde el año 1999, ininterrumpidamente. Actualmente, cerca de 120 estudiantes cursan cinco carreras de grado (Historia, Letras, Filosofía, Ciencias de la Educación y Bibliotecología). Están recluidos, mayormente, en ocho establecimientos penitenciarios (EP) de la provincia (cuatro en el Complejo Carcelario (CC) n.°1 para hombres de la localidad de Bouwer, el EP n.°3 para mujeres -contiguo al CC n.°1-, dos en el CC n.°2 de la ciudad de Cruz del Eje, en el norte de la provincia, y, en período de prueba, en la cárcel abierta de la Localidad de Montecristo (el EP n.°4).

Normalmente, las actividades tutoriales de grado se desarrollan en el CC n.°1, espacio al cual son trasladades les alumnes alojades en los demás establecimientos. Les estudiantes en período de prueba cursan en Ciudad Universitaria. La oferta de extensión que teníamos prevista para el primer semestre consistía en un taller literario por dictarse en el EP n.°3 para mujeres (con un cupo de 25 participantes) y la incubadora de cooperativas, que viene acompañando a siete personas de dos emprendimientos, algunas en período de prueba, alojadas en la cárcel abierta de la localidad de Montecristo, y otras liberadas recientemente.

Las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria afectaron profundamente todos los planes de trabajo y convierten a este período, quizá, en el de menor intervención a lo largo de estos 20 años de trayectoria. Es el primer año, por ejemplo, en que no se pueden hacer inscripciones de ingresantes a carreras de grado.

DESARROLLO

Desde que en el país entró en vigencia el aislamiento social preventivo y obligatorio, en las cárceles de Córdoba se suspendió toda actividad educativa formal. Por lo que sabemos, las instalaciones de las escuelas de cada establecimiento y los equipos informáticos de la universidad y otros niveles educativos están siendo usados únicamente para llevar adelante videoconferencias, como alternativa ante la falta de visitas. Pero una parte del personal del área de educación del servicio penitenciario continúa trabajando, lo que nos ha permitido coordinar, siempre con mucha dificultad, algunas acciones mínimas en las que continuamos trabajando. Las dificultades se enmarcan esta vez, principalmente, en los efectos de la epidemia, el aislamiento y el cierre general de actividades; pero no sería justo decir que se deben a los nuevos factores. Como suele ocurrir, las dificultades externas desnudan precariedades estructurales, y sus efectos contribuyen a profundizar desigualdades.

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Para el caso de les estudiantes de grado privades de libertad en cárceles comunes, quienes habitualmente reciben tutorías y rinden exámenes en el CC de Bouwer, hemos podido articular un sistema coordinado con el Servicio Penitenciario de Córdoba para hacerles llegar material de estudio que puedan abordar de manera autónoma. Las cátedras lo diseñaron especialmente para esta emergencia; incluye textos introductorios y orientadores, guías de lectura para los textos fuente, entre otros. Sin embargo, tal como se acordó con los equipos de cátedra, este envío de material no suplanta las tutorías presenciales; es un paliativo que esperamos permita aprovechar el tiempo, con vistas a retomar el trabajo tutorial, en principio (y tentativamente) durante el segundo semestre de este año, para completar el dictado de las materias y tomar los exámenes correspondientes.

Si bien todes les estudiantes de nuestra Facultad han sido afectades por el escenario actual, para aquelles del Programa ha sido mucho más complejo y dificultoso. Les demás han podido enmarcarse, con las dificultades y disparidades imaginables, en la estrategia general de la Facultad y han tenido la posibilidad de aprovechar recursos tecnológicos para realizar una cursada con mayor acompañamiento en el estudio de los contenidos, a través de aulas virtuales. Esto probablemente permitirá a la Facultad cumplir, en términos generales, con el calendario académico del primer cuatrimestre. La limitada y frágil estrategia que describimos para les alumnes del Programa no puede, por cierto, hacer uso de esos recursos, lo que hace que el regreso de la actividad académica formal esté atado a la posibilidad de presencialidad. Por otro lado, tampoco podemos saber si los materiales para trabajar de manera autónoma llegarán a todes les alumnes y, sobre todo, si les servirán y cómo, considerando las condiciones generales y el hecho de que no es posible hoy un ida y vuelta entre estudiantes, docentes y miembros del Programa. A pesar de todo ello, consideramos que resulta una apuesta para sostener algún tipo de presencia en nuestro lugar de intervención.

En cambio, les diez estudiantes del Programa que hoy están en período de prueba y habitualmente pueden asistir a clases en Ciudad Universitaria, sí han podido seguir el cursado por aulas virtuales que la Facultad ha propuesto para el grueso de les estudiantes. Pero, otra vez y como es de esperar, con enormes dificultades. En la institución disponen de pocas y precarias computadoras que pueden usar solo por períodos muy cortos tres veces por semana. El resto del tiempo solo pueden hacer uso de sus celulares, lo cual, claramente, no alcanza ni para la minoría que tienen un manejo eficaz de los recursos tecnológicos. Estes estudiantes han accedido a la ayuda que la Universidad y la Facultad han dispuesto en general, como son las becas de conectividad (un paquete de datos que les permite ingresar a las aulas virtuales gratuitamente desde cualquier celular) y las becas de apuntes. Por lo imprevisto de la situación y las dificultades logísticas, esta asistencia demoró en llegar, pero nos parece destacable pensar que en este caso la experiencia de les alumnes del Programa fue más parecida a la que pueden haber tenido otres que no están en situación de encierro.

Como se ve, el impacto de la emergencia sanitaria es muy importante, y las incertidumbres sobre el futuro son la regla. El desafío de la hora parece ser el de reconocer las falencias que la situación deja al descubierto para reforzar las condiciones de trabajo, en la emergencia y después, a la vez que comenzamos a imaginar nosotres también una “nueva normalidad” para retomar con más fuerza nuestras actividades de intervención.

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