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Presentación, por Analía Errobidart y Constanza Caffarelli[1]

En este dossier se presentan avances de investigaciones en curso y se ponen en debate algunos temas sobre la actual escuela secundaria obligatoria y la Universidad, como producto de la investigación que el NACT IFIPRAC_Ed[2] desarrolla en el marco de dos proyectos: “La educación secundaria bajo el mandato de inclusión social. Sujetos, instituciones y prácticas”[3] y “Los procesos de filiación simbólica en la educación pública: discursos, prácticas y sentidos promotores de inclusión-exclusión social”[4].

La cuestión en torno de los sentidos de educar ha convocado las preocupaciones del grupo IFIPRAC-Ed desde hace seis años, abordando diferentes aspectos y alcances del problema. En el proyecto actual, las cuestiones vinculadas al sentido de la educación se presentan a partir de asumir transformaciones que redefine a la educación tal como la entendiera la época moderna.

Para los modernos la educación organizada en un sistema cerrado cuya unidad funcional fue la escuela, transmitía tanto contenidos vinculados al conocimiento como contenidos vinculados a la socialización, sobre la base de la existencia de un estadio previo asegurado por la secuencia institucional moderna. Para los destinatarios de la escuela secundaria, el tránsito por la escuela primaria estableció un piso común de saberes –entre los que se destaca la lectura, la escritura y el cálculo, habilidades básicas indispensables para tener un desempeño exitoso en el mundo del trabajo-; los segundos, aseguraban la formación de un ciudadano capaz de sostener con su acción la integración a la sociedad y la institucionalidad estatal.

La familia y la escuela en el nivel primario, obligatorio, garantizaron para amplios sectores de la sociedad la base común de socialización que el desarrollo del estado moderno requería. Mientras que la socialización filial familiar aseguraba la ligazón del plano subjetivo con el institucional, el proceso de socialización escolar articulaba la inscripción de los sujetos a la sociedad a través de diversos rituales que componen la cultura escolar.

La escolaridad secundaria fue transitando por diversos períodos. Diferentes procesos políticos y económicos dejaron sus huellas en la educación secundaria de acuerdo con los requerimientos de cada época, pero es la incorporación de la “primera” masividad de la educación media producida por el desarrollismo en la década de los 60 y 70, la que comienza a conmover sus estructuras. Aun así, los cambios producidos se realizaron en el marco de un modelo de Estado que pensaba en la conformación de una sociedad integrada y organizada en torno al trabajo.

El ingreso formal al mundo globalizado y al neoliberalismo (década de los ´90 para muchos países latinoamericanos) con su acelerada dinámica de reproducción del capital sin territorio coloca a los estados nacionales en un proceso de retroceso frente a una creciente avanzada de los mercados financieros, que producen profundos cambios en la función del Estado y sus instituciones. Así, en un contexto que rompe con las certezas y con la promesa de una secuencia institucional y lineal de progreso, los sujetos se verán liberados y/o abandonados a sus posibilidades según las posiciones y el capital cultural y material (Bourdieu 2011) que posean. La sociedad como construcción integrada en torno a la figura del Estado se fragmenta en diversos segmentos -bajo la lógica del individualismo y el avance de la sociedad civil sobre el sector público- para ser reemplazada, hipotéticamente, por una red de relaciones en la que transitará sin coerciones, el sujeto.

A pesar de este contexto de fragmentación de lo social y globalización de lo económico, en el marco de la etapa conocida como inclusionista (Andrenacci, 2012) en América Latina las políticas públicas apuntaron a la ampliación de derechos. Refrenda esta premisa la sanción de la Ley de Educación Nacional[5], que plantea que “la educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social, garantizados por el Estado” (art. 2°) y establece que “la obligatoriedad escolar en todo el país se extiende desde la edad de cinco (5) años hasta la finalización del nivel de la Educación Secundaria” (art. 16°).

La obligatoriedad del nivel secundario trae aparejadas una serie de implicancias para un sistema universitario cuya expansión fue notoria a partir de fines de los años ´80[6]. Entre ellas se destaca el incremento de ingresantes, muchos de los cuales representan la primera generación de universitarios en sus familias.

Es en este contexto formulamos, en el plano de la investigación, las siguientes preguntas: ¿Qué sentidos de educar se construyen bajo el imperativo de la extensión de la obligatoriedad de la escolaridad secundaria? ¿Cuáles son los modos y sentidos que adquiere la filiación simbólica de los sujetos de la educación pública en los niveles secundario y universitario? ¿Cuáles son los discursos y las prácticas que favorecen u obstaculizan dicha filiación? ¿Qué significados atribuyen a su tránsito, permanencia, desempeño y/o alejamiento de los contextos educativos aquellos sujetos que concurren a escuelas de nivel secundario y a la Universidad pública?.

Para avanzar en respuestas a los interrogantes planteados, el equipo de investigación del proyecto “La educación secundaria bajo el mandato de inclusión social. Sujetos, instituciones y prácticas” diseña un dispositivo de indagación y define una muestra[7] de cinco escuelas secundarias en las que realiza su trabajo. En ellas, se realizaron observaciones con y sin participación, talleres, entrevistas a docentes, estudiantes, autoridades, auxiliares de docencia y análisis documental. Otra de las estrategias metodológicas consistió en la implementación de talleres con estudiantes de 6to año que tuvieron por fin relevar[8], desde la voz de los jóvenes, qué experiencias significativas de aprendizaje reconocían como valiosas en su tránsito por la escuela secundaria.

En el caso del proyecto “Los procesos de filiación simbólica en la educación pública: discursos, prácticas y sentidos promotores de inclusión-exclusión social”, se analizaron casos de relevancia, desde una perspectiva holística y una mirada hermenéutica. Se trabajó atendiendo al cruzamiento de los datos primarios y secundarios.

 

El dossier que presentamos:

La presentación de este dossier tiene como propósito dar a conocer los avances de esta investigación en torno de los sentidos que construyen los sujetos, las instituciones y las orientaciones de las prácticas en el contexto de la escolaridad secundaria obligatoria y de la educación superior universitaria. Y también poner en debate con la comunidad educativa las lecturas que este equipo realiza.

El desarrollo de este dossier tiene como referencia ciertas categorías analíticas de la sociología educativa que se constituyen en una lente desde donde observar y comprender las relaciones entre las instituciones, sujetos y prácticas. Tensiones estructurantes de la sociología, como la relación sujetos y estructuras, se actualizan y se discuten en este análisis constituyéndose en la trama que sostiene el armado institucional contemporáneo, la construcción de lo social por parte de los sujetos, la circulación y las relaciones de poder y el desarrollo de las acciones pedagógicas y didácticas.

Desde allí el equipo ha indagado sobre las características que adquieren la educación secundaria y superior en relaciones sociopolíticas signadas por el par inclusión-exclusión social, a partir de la cual la escuela es actualmente interpelada. Desde una perspectiva crítica, diversos autores,  como Apple (et al, 2012), Torres (1996), entre otros, expresan sus cuestionamientos a la exclusión social y a la reproducción de viejas y nuevas desigualdades que el nuevo modelo produce y del cual algunas escuelas se hacen eco.

Se presenta un primer trabajo de Stella Pasquariello “Las cifras de la educación en la Provincia de Buenos Aires”, que presenta un estudio de datos estadísticos sobre educación secundaria en la Provincia, en el distrito  y en el partido de Olavarría en particular. Estos datos, construidos en gran parte en el marco de su tesis doctoral, sirvieron de base para puntualizar en nuevas especificaciones en el marco de la investigación del Grupo 5.

Anabella Bruno y Mariángeles Glok Galli indagan cómo habitan los sujetos jóvenes el espacio escolar y su entorno en un artículo titulado “Dime para qué estudias y pensaré qué quieres”. Marianela Recofsky aborda el análisis de “Los aprendizajes significativos: de la demandas de los estudiantes al desafío de los docentes”, aspecto que interroga a los jóvenes, a los profesores y sus prácticas inmersos en los contextos institucionales idiosincrásicos de las cinco escuelas que componen la muestra de la investigación.

Otros dos artículos abordan las transformaciones en el trabajo docente. Gabriela Casenave  en “Los docentes de la Escuela Secundaria. Pensar el vínculo para fortalecer la enseñanza”, pone en debate la construcción del docente como “enseñante” en la actual escuela secundaria obligatoria a partir de lo que se desprende de sus propios discursos. Analía Errobidart, en su artículo “Las transformaciones del trabajo docente: enseñanza, cuidado e inscripción social en la escuela secundaria”, analiza ciertas transformaciones y cambios en los contextos institucionales, políticos y sociales que afectan de manera directa el desempeño del trabajo docente.

Cambiando de escenario institucional, ubicados en la educación superior universitaria, tres trabajos abordan las prácticas de los sujetos en los entornos educativos universitarios.

El trabajo de Constanza Caffarelli expone una serie de reflexiones vinculadas con las particularidades de la enseñanza-aprendizaje en la educación superior universitaria hoy; con las tensiones que atraviesa la construcción de la subjetividad en ese contexto y con las características que adquiere la filiación a la luz de estas cuestiones.

El escrito de María Fabiana Caruso y Ana Viscaino se pregunta acerca de los sentidos construidos por los estudiantes respecto del tránsito por la formación docente y respecto del trabajo académico que desde la misma se propone. Los nuevos modos de hacer institución, de hacer/se estudiante, de sostener presencias y ausencias en el espacio educativo, como de producir conocimientos y aprendizajes en el contexto actual representa una problemática que interpela a las autoras y, a su vez, las convoca a repensar los procesos educativos formales y la producción de conocimiento en la actualidad de tal modo de sostener experiencias de formación promotoras de filiación y participación institucional.

El artículo de María Eugenia Gaite y Gabriela Gamberini da cuenta de la etapa inicial de una investigación cuyo interés radica en indagar y conocer los modos de filiarse que desarrollan los/as estudiantes universitarios/as, en relación con una carrera, un grupo y una institución educativa. En ese escenario, en el que se ponen en juego una multiplicidad dimensiones -personales, grupales, académicas e institucionales- se problematizan los modos de transitar la experiencia en la universidad, generar procesos de filiación y asignar sentido educativo en el marco de las carreras elegidas.



[1] Las Dras Analía Errobidart y Constanza Caffarelli son Directora y Co-Directora, respectivamente, del NACT_Ifiprac_Ed

[2] IFIPRAC_Ed: Investigaciones en Formación Inicial y Prácticas Educativas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

[3] El proyecto está acreditado en el Programa Nacional de Incentivos de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación con el código: 03/F150

[4] El proyecto está acreditado en el Programa Nacional de Incentivos de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación con el código: 03/F151.

[5] LEN 26.206/06 establece la extensión de la obligatoriedad bajo el imperativo de inclusión social. Esta decisión atiende, por un lado, a una demanda de justicia social largamente reclamada en los países latinoamericanos, a la vez que busca resolver problemas asociados a la exclusión social producida por la hegemonía del mercado.

[6] Entre 1988 y 2013 se crearon un total de 19 Universidades públicas y 26 Universidades privadas en el país (Barrera, 2014).

[7]La muestra está compuesta por cinco escuelas secundarias con las siguientes características: una escuela secundaria de gestión privada (confesional), una escuela pe-universitaria (dependiente de la UNICEN), una escuela tradicional (ex -escuela Nacional), una escuela secundaria rural y una escuela secundaria creada a partir de la LEN (acción que se efectiviza en el año 2008)

[8]El desarrollo de los talleres se realizó entre los meses de agosto y octubre de 2016.

2017. Newsletter . ISSN 1850-261X Copyright © Facultad de Ciencias Sociales. UNCPBA. Argentina