En el departamento Bermejo, provincia del Chaco, el Instituto de Cultura Popular (INCUPO), junto a 25 familias de Laguna Pato, están implementando desde hace tres años un proyecto en el marco de la Ley de Protección a los Bosques Nativos. De esta manera realizan relevamientos de especies animales y vegetales, sistematizan información en su idioma y los comparten con escuelas e instituciones del lugar. Asimismo llevan adelante experiencias de cría de ganado en zonas boscosas.

“Nuestra función más que nada es hacer un seguimiento de los animales que hay y estamos tratando de cuidar. También realizamos huelleros para saber los animales que aún existen en el monte y tramperos para ver algunos animales que puedan estar”, comenta Noemí Sosa, joven Qom de esa zona. Su par, Gonzalo Vázquez, agrega que “se hizo un cerramiento de bosque para que en algunas partes los ganados no entren tanto y así cuidar un poco el bosque. También se hizo un alambrado bollero para el cuidado del pasto, ya que se viene el invierno”.

Por otro lado, desde el paraje El Descanso en la provincia de Formosa, Beloy Salazar, del pueblo Pilagá, resume la importancia que los pueblos indígenas le otorgan al bosque como fuente de alimentos, de remedios, de vida. “Nosotros defendemos al bosque porque nos da la vida a los pueblos indígenas. Y ahora estamos utilizando la fruta del monte, como el algarrobo, que tiene mucha fruta y es alimento para nosotros, es alimento para los chicos”, comenta.

Al decir del escritor uruguayo Eduardo Galeano, esta cultura del respeto a la que muchos llaman incultura permitió la conservación de gran parte de los bosques del Gran Chaco, que hoy están seriamente amenazados por las llamadas culturas del progreso.

“Estoy aquí porque yo creo que los indígenas no son el problema, sino que son la solución. Hay mucho que aprender de ellos, y dejarnos de joder con esta ‘historia’ como la única, porque esa es la voz que nos separa, y nos condena a la soledad, y a la humillación” señalaba Galeano en su visita al campamento Qom en 2011.

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Los directores de la Cátedra UNESCO “Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina” de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y su red de colaboradoras/es, hicieron llegar sus condolencias a la familia del Peñi Luis Eduardo Pincén y a la “Comunidad Vicente Catrunao Pincén”.

Desde el Observatorio de los Derechos de los Pueblos Indígenas y Campesinos de la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires), deseamos sumarnos a esto y enviar también nuestras sinceras condolencias.

Para quienes no saben sobre su trabajo en relación con la lucha por los Derechos de los Pueblos Indígenas, y en general sobre los Derechos Humanos de todas y todos, deseamos destacar especialmente su labor como referente en la educación indígena.

Luis, Lonko de la Comunidad Günün-a-küna mapuche “Vicente Catrunao Pincén” (Personería Jurídica 363/2015) se desempeñó por muchos años como docente en el ámbito de la Educación Media y Superior, fue miembro fundador de la Junta Coordinadora del Concejo Educativo Autónomo de los Pueblos Indígenas (CEAPI), participó del Equipo Técnico de la Modalidad de Educación Intercultural Bilingue (EIB) de la Dirección General de Cultura y Educación de Provincia de Buenos Aires y del Equipo de EIB del Ministerio de Educación de la Nación.

Además fue parte del Foro de Diversidad Religiosa del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y Coordinó el área Pueblos Originarios en E Orejiverde, Diario de los Pueblos Indígenas.

El pasado 21 de marzo, en el marco del Día de la Eliminación de la Discriminación Racial declarado por la Organización de Naciones Unidas, el Peñi participó en el Panel organizado por la Iniciativa para la Erradicación del Racismo en la Educación.
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Nuestros respetos a la Comunidad Vicente Pincen y a su familia.

Las personas pertenecen a 36 pueblos originarios preexistentes al Estado. El idioma con mayor vitalidad es el quechua.

Alrededor de 700 mil personas pertenecientes a los 36 pueblos originarios preexistentes al Estado hablan unas 16 lenguas indígenas en Argentina, según datos de Unesco, Censo 2010 y la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas 2004-2005 (ECPI).

Del total de 18 lenguas, 12 siguen vigentes con distintos grados de vitalidad, 4 están en proceso de recuperación y otras dos se consideran extintas, según el cruce de datos realizado por Télam.

Las seis lenguas indígenas más habladas son: mapuzdungún (mapuche), quechua, guaraní, qom l’aqtaqa (qom/toba), wichí y aymara; mientras que las lenguas mocoví, pilagá, chané, chorote iyojwa’ja, tapiete y chulupí cuentan con menor vitalidad.

Gününa kuna, tehuelche, chaná y vilela se encuentran en mayor grado de vulnerabilidad y las lenguas kunza (atacama) y selk’nam se consideran extintas.

El idioma con mayor vitalidad es el quechua, que según registros de Unesco es hablado por unas 80.000 personas, aunque Carmelo Sardinas Ullpu, de la Academia del Runasimi (que en quechua quiere decir “habla de la gente”) afirmó a Télam que según registros de esa institución serían “al menos unas 450.000 hablantes”, que habitan en Santiago del Estero, Salta, Jujuy y Buenos Aires.

Esto sumado a los “alrededor de 1.400.000 hermanos y hermanas bolivianas que viven hoy en Argentina y son quechuahablantes”, indicó.

La segunda es mapuzdungún, que en el idioma mapuche quiere decir “habla de la tierra”, entendida y hablada por unas 100.000 personas, según un informe de la Unesco, que habitan Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Buenos Aires y La Pampa.

Esta lengua es seguida por el guaraní (sumadas la avá-guaraní, mbyá guaraní y el correntino) que tiene 44.000 hablantes distribuidos en Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Jujuy, Salta, y Buenos Aires; sin tener en cuenta la inmigración paraguaya, brasileña y boliviana que también hablan este idioma.

Qom l’aqtaqa (qom/toba) es hablada por alrededor de 35.000 personas que habitan Chaco, Formosa, Santa Fe y Buenos Aires.

La quinta lengua mas hablada en el país es la wichí, que actualmente hablan o entienden unas 29.000 personas en Formosa, Chaco y Salta.

Según los registros, la lengua aymara es hablada por unas 1.700 personas en Salta, Jujuy y Buenos Aires, pero si tenemos en cuenta que alrededor de 600.000 inmigrantes llegados de Bolivia y Perú son aymarahablantes el número se incrementa.

El otro grupo de seis idiomas que permanecen vigente con menor vitalidad esta encabezado por el mocoví, hablado por una 3.752 personas que habitan Chaco y Santa Fe, seguida por el pilagá, 3.512 hablantes en Formosa.

A estas les sigue el chané, 1.974 personas de Salta; Chorote iyojwa’ja, hablada por unas 1.711 personas en el norte de Salta; y con menor vigor se encuentran la lengua tapieté, 282 hablantes en Salta y zonas del norte argentino, y chulupí, 266 personas que habitan Salta y Formosa.

Los datos surgen del entrecruzamiento de las estadísticas de Unesco y Unicef, la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas 2004-2005 (ECPI) y el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 (que incluyeron preguntas respecto a la pertenencia a pueblos originarios), llevadas adelante por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Al ser consultada sobre la vigencia del mapuche, la enseñante de esa lengua en la ciudad rionegrina de Bariloche, Patricia Pinchuleo, contó que en “en la reforma del sistema educativo del nivel medio se logró la introducción del mapudungun en el área de segundas lenguas y este año entra a las escuelas secundarias donde va a coexistir con el inglés y el portugués”.

Esa implementación del mapudungun “implicó una formación y una acreditación de enseñantes”, por lo que “formalizamos un equipo y estamos con la revitalización de nuestro idioma”, señaló Pinchuleo.

En tanto, Integrantes del pueblo guaraní de Jujuy presentarán en Abril próximo en la provincia un cuadernillo bilingüe (guaraní/castellano) con el que se pretende visibilizar la problemática de la mujer indígena.

“La provincia de Jujuy es una de las que tiene mayor diversidad de población indígena pero no hay herramientas para abordar el trabajo sobre violencia de género, por eso a mediados de Abril, vamos a presentar nuestro primer trabajo relacionado con la mujer indígena”, indicó a Télam la guaraní Andrea Cuellar, Técnica en desarrollo indígena.

“El cuadernillo que vamos a presentar aborda la perspectiva de género y resguarda la lengua indígena como un valor que atesoran las mujeres, porque son ellas quienes en su mayoría conservan el idioma y además la violencia hacía ellas es muy representativo de todas las violencias que han sufrido las comunidades”, aseveró.

Fuente: https://www.diariopanorama.com/noticia/311100/unas-700000-personas-mantienen-vivas-15-lenguas-indígenas-argentina

Buscan recuperar y revalorizar lenguas indígenas en Argentina
Las lenguas indígenas que se encuentran en proceso de recuperación y revalorización en Argentina ante la falta de hablantes son cuatro, según especialistas.

La lengua tehuelche, según la Unesco, registra 4 hablantes, pero a principio de año falleció en Santa Cruz la mujer que era conocida como la última hablante de esta lengua.

Gününa Küna, también conocida en nuestro país como “puelche”, es una parcialidad de la lengua tehuelche, y se encuentra en proceso de revalorización por personas que habitan la Patagonia y algunas zonas de la provincia de Buenos Aires, señalan los expertos Patricia Pinchuleo, del Equipo de enseñantes de mapuzdungun y la guaraní Andrea Cuellar, técnica en desarrollo indígena.

 

Chaná, lengua hablada por pueblos indígenas que habitan Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y Corrientes, y también en Uruguay, tiene un hablante, a partir del que se está llevando adelante un proceso de recuperación y revalorización por parte de personas chaná y charrúas.

La lengua Vilela lleva el mismo nombre del pueblo que vive principalmente en Chaco y Santiago del Estero, y partes de Santa Fe y Buenos Aires; oficialmente no hay registros de hablantes pero referentes de ese pueblo afirmaron a Télam que está en proceso de recuperación.

Mientras, se considera que uno de los dos idiomas extintos son kunza, del pueblo atacama, también conocido como Likan Antai que en lengua kunza quiere decir “‘los habitantes del territorio”; habitan el noroeste argentino (Jujuy, Salta y Catamarca), norte de Chile y sur de Bolivia.

La otra lengua extinta es la Selk’nam, también conocida como ona, hablada por los pueblos de la Isla Grande de Tierra del Fuego en Argentina y Chile.

Los datos surgen del entrecruzamiento de las estadísticas de Unesco y Unicef, la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas 2004-2005 (ECPI) y el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 (que incluyeron preguntas respecto a la pertenencia a pueblos originarios), llevadas adelante por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Para conocer el número de locutores censados de cada una de las lenguas se pueden visitar las páginas:

http://www.unesco.org/languages-atlas/index.php?hl=es

http://lenguawichi.com.ar/diversidad-linguistica/plurilinguismo/lenguas-indigenas-de-argentina/

Fuente: http://www.laarena.com.ar/el_pais-buscan-recuperar-y-revalorizar-lenguas-indigenas-en-argentina-2036500-113.html

Fuente última consultada aquí

Una asociación pretendía que se anulara la decisión del Registro de la Propiedad Inmueble que rechazó escriturar la venta de cinco mil hectáreas a una empresa sojera cordobesa. En 2014, el STJ ya había fallado a favor de la comunidad indígena en una acción de amparo.

Noticia del diario "Chaco día por día", lunes 27 mayo 2019

En un nuevo fallo judicial, la Sala Segunda de la Cámara en lo Contencioso Administrativa del Chaco ratificó que está prohibida la venta de territorios que ocupan las comunidades indígenas. Se trata de una medida residual en un caso que ya tuvo resolución de fondo, en noviembre de 2014, cuando el Superior Tribunal de Justicia confirmó una sentencia de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Sáenz Peña que había anulado la venta y ordenó a la empresa cordobesa Bajo Hondo Agropecuaria SA la restitución de cinco mil hectáreas que pertenecían a la comunidad moqoit en el paraje conocido como “Raíz Chaqueña”, que se ubica en los departamentos chaqueños de Almirante Brown y Maipú.

La sentencia fue dictada el 22 de mayo y lleva las firmas de los camaristas Antonio Martínez y Gloria Silva, de la Sala Segunda de la Cámara en lo Contencioso Administrativa. Fue en el marco de una presentación realizada por dirigentes de la Asociación Comunitaria LPA A NA QOM que habían vendido los territorios ancestrales a la empresa cordobesa, teniendo en cuenta que se encontraba prohibida constitucionalmente la venta de tierras de las comunidades indígenas (en aquel momento por un plazo de 20 años, actualmente la prohibición de venta es absoluta), en adhesión a tratados internacionales de protección de los derechos de los pueblos originarios.

La conclusión de un caso polémico

El conflicto se inició en el año 2011, cuando integrantes de la Asociación Comunitaria LPA NA QOM decidieron vender cinco mil hectáreas de sus tierras comunitarias del paraje “Raíz Chaqueña” (en cercanías de Pampa del Infierno) a la empresa cordobesa Bajo Hondo Agropecuario SA. El Registro de la Propiedad Inmueble se negó a escriturar las tierras a nombre de la firma sojera porque entendía que la venta violaba la ley provincial de Tierras (Nº 471-P -ex Nº 2913-).

Así, la asociación comunitaria recurrió ante la justicia civil de Sáenz Peña y obtuvo un fallo favorable del juez Juan Zaloff Dakoff, quien avaló la venta y ordenó escriturar los predios a nombre de la firma cordobesa. En ese contexto, integrantes de la comunidad moqoit interpusieron una acción de amparo ante la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Sáenz Peña y lograron revertir el fallo de primera instancia, lo que luego fue ratificado por el Superior Tribunal de Justicia, en noviembre de 2014.

En aquella causa original intervinieron como “amigos del tribunal” el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

 

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El Superior Tribunal de Justicia sostuvo, en una resolución reciente, que los puesteros del oeste están comprendidos dentro de la ley provincial 2222, que prevé la suspensión de los juicios de desalojo de inmuebles rurales ubicados en los departamentos de Chalileo, Curacó, Puelén, Chical-Có y Limay Mahuida.

Así lo dijeron los integrantes de la Sala A (Civil), Eduardo Fernández Mendía y José Roberto Sappa, al pronunciarse en la causa caratulada “Arzani, Nélida Alicia contra Suárez Pascuala y otros, sobre sumarísimo”. En ella, tanto la parte actora como la demandada interpusieron recursos extraordinarios provinciales contra una sentencia dictada por la Sala 3 de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de Santa Rosa.

Para llegar a esa conclusión, Fernández Mendía y Sappa debieron recurrir al debate parlamentario donde se aprobó la norma –fue publicada en el Boletín Oficial del 29 de diciembre de 2005– para interpretar los dichos de los miembros informantes, los diputados Oscar Pepa (por la mayoría) y Juan Carlos Scovenna (por la minoría). Ambos, al referirse a los destinatarios, hablaron de “familias del oeste” y “habitantes del oeste”.

El artículo 1° de la ley señala la suspensión de dichos inmuebles “siempre que fuesen ocupados por cualquier título, por familias o habitantes, indígenas u originarios, o sus descendientes, cualquiera sea el estadio procesal en el que se encuentren a la fecha de sanción de la presente ley”.

“De la simple lectura de la norma se advierte que el análisis gramatical no resuelve el problema, porque tal como está redactada no queda claro si está destinada a dos grupos humanos –como postula el recurrente– o a uno solo. Una primera lectura pareciera indicar que está destinada a familias o habitantes indígenas (“originarios” como sinónimo) y a sus descendientes”, señalaron los ministros. Justamente ese era el punto de controversia entre las partes.

“Sin embargo –agregaron–, antes que atenerse estrictamente a las palabras de la ley, los jueces deben superar las posibles imperfecciones de técnica legislativa y, con el objeto de desentrañar el espíritu que las anima, no pueden dejar de evaluar la intención del legislador y el espíritu de las normas”.

Citas textuales

“En tal sentido, repasando el debate parlamentario, se advierte que tanto el diputado Scovenna, miembro informante del dictamen de mayoría –que no resultó aprobado– como el diputado Pepa, informante de la minoría –cuyo proyecto se convirtió en ley– cuando hablaron de los sujetos destinatarios de la norma se refirieron a las ‘familias del oeste’, ‘habitantes del oeste’, ‘pobladores ancestrales del oeste de La Pampa’ y ‘humildes habitantes del oeste’”, señaló la Sala A.

Esas citas textuales fueron extraídas del diario de sesiones de la Cámara de Diputados de La Pampa del 15 de diciembre de 2005.

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