El contexto

Los pequeños productores generan alrededor de un tercio de los alimentos que se consumen en el mundo. La producción de alimentos es fundamental para su propia seguridad alimentaria y nutrición, así como para abastecer a sus comunidades y naciones. Sin embargo, muchos habitantes del medio rural carecen de acceso a los mercados, los servicios y la financiación que necesitan para lograr el desarrollo sostenible de sus actividades comerciales. Todos los años millones de jóvenes de las zonas rurales acceden al mercado laboral, donde las oportunidades que encuentran son escasas.

Habida cuenta de que la ayuda oficial para el desarrollo que se destina al sector agrícola se ha estancado, esos desajustes solo pueden corregirse con el apoyo del sector privado.

Aunque los inversores privados son cada vez más conscientes de se trata de una necesidad urgente, muchos carecen aún de la capacidad y los conocimientos necesarios para entablar una colaboración eficaz con los pequeños agricultores y las empresas rurales. El alto riesgo percibido, el reducido volumen de las inversiones y los elevados costos de transacción suelen desincentivar la inversión.

Las oportunidades

El sector privado no es solo una fuente esencial de capital. También aporta una experiencia técnica única, soluciones innovadoras y dinamismo comercial. La inversión privada es fundamental para iniciativas tanto específicas como de alcance general: desde la concesión de préstamos a las empresas rurales hasta el desarrollo de cadenas de valor y la ampliación del acceso financiero en las zonas rurales.

Conocer a fondo el sector agrícola y las comunidades rurales permite tender puentes entre los pequeños productores del medio rural y el sector privado y propiciar el desarrollo de economías rurales, dinámicas y resilientes.

La labor del FIDA (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola)

El FIDA ha ampliado su capacidad de reunir, apalancar y facilitar recursos para generar medios de vida rurales y fomentar la resiliencia gracias a la inversión del sector privado. Nuestro apoyo permite a la población rural aumentar sus capacidades productivas, acceder a los mercados y a la financiación y colaborar en actividades con el sector privado.

Somos uno de los mayores inversores multilaterales del mundo en alimentación y agricultura y, guiados por nuestra Estrategia para la Colaboración con el Sector Privado, canalizamos capital hacia pequeñas empresas rurales. También ampliamos los mercados y aumentamos los ingresos y el empleo en beneficio de la población rural.

Proporcionamos financiación directamente a empresas privadas para fomentar la resiliencia y la sostenibilidad de los medios de vida en las zonas rurales. Nuestro Programa de Participación del Sector Privado en la Financiación ofrece intervenciones financieras capaces de generar gran impacto, así como coordinación y asistencia técnica con asociados del sector público.

Nuestro innovador modelo de asociaciones entre el sector público, el sector privado y los productores (modelo 4P) permite a los pequeños productores entablar relaciones comerciales más estables y acceder a nuevos mercados, mientras que las empresas del sector privado obtienen acceso a fuentes fiables de materias primas de calidad. Los asociados del sector privado que participan en este modelo van desde pequeñas empresas nacionales, como distribuidores y agroempresarios, hasta corporaciones internacionales, como fabricantes de alimentos y cadenas de supermercados.

El Fondo de Inversión para Agroempresas (Fondo ABC) es la primera plataforma a gran escala de financiación combinada promovida por el FIDA. Concede préstamos y facilita inversiones de capital que se adaptan a las necesidades de las empresas rurales, las organizaciones de productores, los emprendedores y las instituciones financieras.

El Mecanismo Africano de Financiación para la Adaptación al Cambio Climático en las Zonas Rurales (ARCAFIM) es una operación a gran escala sin garantía soberana destinada a apoyar la adaptación al cambio climático en las comunidades rurales de Kenya, Rwanda, la República Unida de Tanzanía y Uganda.

El FIDA alberga en su Sede la Red de Inversión y Financiación en favor de las Pymes Agrícolas y los Pequeños Agricultores (Red SAFIN) y pone en contacto a agroempresas, prestamistas y otros agentes para que el acceso a la financiación rural sea más eficiente e inclusivo.

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El Parlamento Europeo aprobó una ley para limitar la importación de productos que procedan de zonas recientemente deforestadas. De cumplirse la normativa, no podrán ingresar a ese continente las carnes, soja, madera, café y palma provenientes de regiones desmontadas. En Argentina se arrasaron siete millones de hectáreas de monte nativo entre 1998 y 2022.

Tras años de discusión y con el impulso de organizaciones ecologistas, el Parlamento Europeo aprobó por amplia mayoría una ley que buscará cerrarle la puerta a la importación de productos que procedan de zonas recientemente deforestadas. A partir de esta ley, Europa no aceptará productos que procedan de tierras deforestadas ni que hayan provocado deforestación después del 31 de diciembre de 2020.

Según la FAO, el consumo de la Unión Europea (UE) representa el diez por ciento de la deforestación mundial. El aceite de palma y la soja constituyen más de dos tercios de esta cifra.

De ahora en más, las empresas tendrán que demostrar que sus productos cumplen la legislación correspondiente del país de origen, incluida la relativa a los derechos humanos, y que al producir se respetaron los derechos de los pueblos indígenas. Las multas por incumplimiento podrán ser de hasta el cuatro por ciento del volumen de negocios anual total que la empresa penada tenga en la UE.

Esta norma contra la “deforestación importada” implica que en el mediano plazo no podrán ingresar a Europa productos realizados en desmontes posteriores a 2020 (ya sean legales o ilegales) tales como ganado, soja, madera, cacao, café, palma, caucho, carbón y papel. La ley también incluye a los derivados de estos productos, como chocolates o muebles.

Las autoridades competentes de la UE deberán tener acceso a información (como las coordenadas de geolocalización) y realizarán controles con ayuda de herramientas de seguimiento por satélite y análisis de ADN para comprobar de dónde proceden los productos. Aunque no se vetará a ningún país ni materia prima, las empresas solo podrán vender productos en la UE si el proveedor de los mismos ha emitido una declaración de "diligencia debida".

La nueva ley fue aprobada en abril pasado por 552 votos a favor, 44 votos en contra y 43 abstenciones. A partir de su entrada en vigencia, un comité de la Unión Europea clasificará a los países, o a partes de ellos, como de bajo, medio o alto riesgo mediante una evaluación en un plazo de 18 meses. Esto implica que cuanto mayor sea el riesgo deforestación, mayor será el control sobre las empresas para exportar a Europa.

El texto incluye a bosques primarios y secundarios (los primeros se caracterizan por no haber sido transformados o alterados por la actividad industrial). Pero no se logró que la nueva ley proteja a los humedales.

En resumen, las autoridades de la Unión Europea controlarán que las empresas que pretendan venderles sus productos no provoquen deforestación. Esto no es poco. Se trata de un paso muy importante, pero llevará tiempo su correcta implementación. Por otra parte, las exportaciones de soja y ganadería de Sudamérica a China y otros países de Asia seguirán provocando deforestación.

En Argentina ya se perdieron siete millones de hectáreas de bosque nativo

Los bosques concentran más de la mitad de la biodiversidad terrestre del planeta. Nos brindan bienes y servicios indispensables: alimentos, maderas y medicinas. Son territorio y sustento de indígenas y campesinos. Y cumplen un rol clave en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua, y la conservación de los suelos. La deforestación provoca cambio climático, inundaciones, sequías, desertificación, enfermedades, desalojos y desaparición de especies. Es un ecocidio que debe terminar urgentemente.

Para tener un futuro necesitamos tener un planeta sano y quienes defienden ese planeta son las comunidades indígenas, asegura una joven mixteca mexicana, que denuncia que mientras los territorios indígenas albergan la mayor cantidad de biodiversidad del planeta, sus comunidades están siendo criminalizadas y asesinadas por defenderlos.

Cuando Mitzy dejó su comunidad para estudiar Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Ciudad de México, se enfrentó a discriminación y diversos tipos de violencia, y vio cómo más personas sufrían lo mismo. Su empatía e indignación la han inspirado para actuar, organizarse y alzar la voz.

Ahora, la voz de Mitzy Cortés, joven ñuu savi (mixteca) de 25 años oriunda de San Sebastián Tecomaxtlahuaca, Oaxaca (México), es poderosa e inspiradora y, desde las redes sociales hasta el Foro de la Juventud 2024* del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) en Nueva York, en el que participó recientemente, se ha hecho escuchar para abogar por la justicia social, los pueblos originarios y el medio ambiente.

“Una de las cosas que más me ha marcado en este camino ha sido ver la cantidad de violencias y dolores que cargamos muchas personas (...) ver cómo afectan la vida de las personas. (...) Son cosas que te impulsan para organizarte y alzar la voz (...) Cuando estás en una marcha con un montón de gente gritando y exigiendo justicia, hablando sobre que todavía existe esperanza a pesar de que tienen a sus hijas desaparecidas, a pesar de que mataron a sus compañeros de organización, es algo muy potente y te manda un mensaje muy fuerte de que, a pesar de toda esa violencia, tenemos que seguir organizándonos y accionando por un mundo más justo”, reflexiona Mitzy en conversación con Noticias ONU.

Durante sus estudios universitarios, Mitzy conoció a más jóvenes que también habían dejado su comunidad y con quienes comparte el valor de la colectividad, así como el interés de mantener vivas las prácticas y conocimientos de sus comunidades.

“Pensé en poder construir futuros menos violentos para ellos [generaciones futuras] y entonces fue que comencé a organizarme con otras juventudes, con otras personas de comunidades originarias, que además tenemos muy presente la importancia de la organización y del trabajo colectivo” comentó.

El trabajo de Mitzy ya ha sido reconocido internacionalmente. En 2022 ganó el Premio MTV MIAW (Millenial Award) de Igualdad de Género y el Premio Global Citizen en la categoría de Medioambiente. Actualmente, Mitzy trabaja en temas de justicia climática, defensa del territorio e igualdad de género.

Exigir justicia y acabar con la desigualdad

Del 16 al 18 de abril, Mitzy representó a México y a la Red Futuros Indígenas en el Foro de la Juventud 2024.

Su mensaje fue claro y contundente y resonó más allá de la sala del Foro. Mitzy subrayó que las acciones por el planeta deben tener un enfoque en los pueblos indígenas y las juventudes. Asimismo, destacó que es el momento de las juventudes para exigir justicia y acabar con las desigualdades.

“Hay que fortalecer lo comunitario, hay que fortalecer a los pueblos, las resistencias, y eso implica que quienes son responsables del saqueo también se hagan cargo. Exijamos justicia desde las juventudes, desde los pueblos (…) y alcémonos por la Madre Tierra, por el planeta y por el futuro”, aseguró la activista.

Y explicó que “siempre [hay que] tener esta perspectiva muy presente de que las desigualdades, de que la parte social, también permea [en] la parte ambiental y que tenemos que siempre contemplarla en nuestras acciones. Creo que luchar es también luchar por la justicia social y ambiental, para mí es eso, que las juventudes puedan retomar dentro de sus procesos de lucha por el ambiente, todas estas perspectivas y que sobre todo pensemos en soluciones colectivas”.

Mitzy reforzó que las soluciones locales pueden contribuir al abordaje de los desafíos globales más urgentes. Por esa razón, dijo, las perspectivas de los pueblos originarios son fundamentales en la construcción de políticas públicas. Por ejemplo, mientras los territorios indígenas albergan la mayor cantidad de biodiversidad del planeta, al mismo tiempo sus comunidades están siendo criminalizadas y asesinadas por defenderlos, agregó.

“El futuro es indígena (...) estamos viviendo en un mundo que prioriza el dinero por encima de la vida (...) y cómo hacemos para que en el centro de nuestro sistemas y nuestro mundo no esté el dinero sino más bien estén los principios de mantener una buena relación con la tierra, relaciones de equilibrio, relaciones de equidad con otros pueblos, con otras formas de ver el mundo (...) Creo que se ha hecho mucho énfasis en que para tener un futuro necesitamos tener un planeta sano y quienes están saliendo a defender ese planeta son muchas comunidades indígenas y es necesario poder parar todas estas violencias que están viviendo los pueblos”, recalcó.

La juventud, una prioridad

Para la ONU la juventud es un grupo prioritario por su papel como actores sociales, líderes y socios cruciales por su creatividad, innovación y capacidad para cambiar el mundo. La participación de Mitzy en el Foro de la Juventud 2024 fue posible gracias al financiamiento y gestión de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

“Una voz como la de Mitzy, con el trabajo y la visión que tiene del mundo, tenía que ser escuchada a nivel internacional. Muchas y muchos jóvenes se acercaron a ella para conocer más sobre su trayectoria y con la inquietud de crear redes de alianza”, destacó Aracely Torres, especialista del Sector de Ciencias Sociales y Humanas en la UNESCO México.

El Foro de la Juventud, agregó Aracely, es un espacio importante para las juventudes porque les permite expresar sus ideas y su visión sobre cómo abordar los desafíos que enfrenta el mundo. Su aportación es clave para lograr las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

De hecho, la UNESCO ha lanzado proyectos para proporcionar a las juventudes recursos y competencias necesarias para desarrollar y sacar adelante iniciativas que tengan un impacto social positivo en las comunidades.

“Los jóvenes tienen voz, solo necesitamos darles el espacio para que sean escuchados”, aseguró Gabriela Ramos, subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO a nivel global.

El Foro de la Juventud 2024* del Consejo Económico y Social (ECOSOC) en la sede de la ONU, en Nueva York es una plataforma para que las juventudes contribuyan a los debates políticos a través de sus ideas, soluciones e innovaciones. Las sesiones de trabajo regionales ayudan a identificar las necesidades de desarrollo de las juventudes para avanzar en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

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Chillán, Chile, 28 y 29 de septiembre de 2024

 

– La Red Mujeres Rurales de Argentina participó en el III Encuentro Internacional de Mujeres Rurales y en el lanzamiento del Decenio Interamericano por los Derechos de las Mujeres, Adolescentes y Niñas en Entornos Rurales de las Américas 2024 – 2034, aprobado por la Organización de los Estados Americanos (OEA).

El encuentro, organizado por Red LAC y FUNMUJERRURAL-E, con el apoyo de la Gobernación de Ñuble, INDAP, PRODEMU, SEREMI de la Mujer y FAO Chile, reunió a cerca de 200 mujeres de 13 países, representando a Chile, Argentina, Ecuador, Bolivia, Brasil, Panamá, Paraguay, El Salvador, Costa Rica, Perú, México, Uruguay y España.

Las participantes discutieron la situación de las mujeres rurales en América Latina y el Caribe, enfocándose en los aprendizajes, desafíos, compromisos y acciones para reducir las brechas de desigualdad. Se estableció una agenda para el decenio que incluye temas como recursos naturales, liderazgos juveniles, participación ciudadana y política, cambio climático y su impacto en la producción rural, y el fortalecimiento organizativo y de las redes de mujeres rurales.

El encuentro facilitó el intercambio de experiencias y conocimientos, destacando la visibilización y el empoderamiento de las mujeres rurales como agentes de desarrollo en la región.

Las actividades incluyeron una Feria Internacional de Mujeres Rurales en el Paseo Arauco de la ciudad de Chillán, talleres de autocuidados, propuestas culturales y un intercambio de experiencias en el desarrollo productivo de las mujeres rurales latinoamericanas.

Presentes en el lanzamiento

Participaron del acto de lanzamiento del decenio y del encuentro, por Chile, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana; el gobernador regional de Ñuble, Óscar Crisóstomo; la directora nacional de PRODEMU, Cristina Martín; el director nacional de INDAP, Santiago Rojas; y Eve Crowley, representante de la FAO en Chile.

También estuvieron presentes la secretaria de la Red de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe (RedLAC), Luz Haro; Priscila Zúñiga, del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA); y la presidenta de la Asociación de Familiar y Mujeres del Medio Rural de España (AFAMMER), Carmen Quintanilla, entre otras representantes mundiales.

 

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Una investigación en ocho pueblos fumigados de Santa Fe, Argentina, que involucró a 27.000 personas, confirmó la relación entre agrotóxicos y cáncer. Los jóvenes de estas localidades tienen 2,5 veces más probabilidades de morir de cáncer que quienes viven lejos de zonas con uso de pesticidas. El agronegocio, los gobiernos que fomentan el modelo y los impactos en la salud.

Investigación de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Risario confirma que "vivier en Pueblos fumigados aumenta el riesgo de padecer y morir por cáncer"

Investigadores del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario (Inssa-UNR) publicaron un trabajo científico que demuestra que la incidencia del cáncer en la población expuesta a los agrotóxicos es significativamente mayor en comparación a la población general. Para esto se analizaron ocho pueblos del área de producción agroindustrial de Santa Fe y confirmaron que el porcentaje de muertes por cáncer supera ampliamente a la media nacional. En el caso de la población joven, la mortalidad es 2,5 veces mayor que en el resto del país.

La investigación se hizo a través de encuestas a familias de ocho pueblos: Acebal, Arteaga, Chabás, Luis Palacios, San Genaro, Sastre, Timbúes y Villa Eloísa, ubicados en el centro-sur de la provincia de Santa Fe. Allí los domicilios se ubican a una distancia de entre cero y 400 metros de los campos donde se realizan las aspersiones. Se encuestaron a 27.644 personas, lo que representa el 68 por ciento de la población total de esas comunidades. El análisis de las respuestas confirmó la hipótesis: vivir en pequeños pueblos rurales cercanos a las aplicaciones de pesticidas tiene un impacto negativo en la salud, concretamente en los resultados de cáncer.

El trabajo, titulado “Incidencia de cáncer y tasas de mortalidad en localidades rurales argentinas rodeadas de tierras agrícolas tratadas con plaguicidas”, fue realizado por los investigadores Damián Verzeñassi, Alejandro Vallini, Facundo Fernández, Lisandro Ferrazini, Marianela Lasagna, Anahí Sosa y Guillermo Hough y publicado en la revista Clinical Epidemiology and Global Health (Epidemiología Clínica y Salud Global).

Las localidades estudiadas fueron seleccionadas debido a su intensa actividad agrícola, ya que hasta el 80 por ciento de la superficie que las rodea son destinadas a la producción de cultivos asociados a pesticidas (maíz, soja, trigo), según datos del Ministerio de Agricultura considerados para la investigación. El objetivo del relevamiento fue estimar las tasas de incidencia y mortalidad por cáncer en pequeñas localidades rurales argentinas afectadas por los agrotóxicos y comparar estas estimaciones con índices de la población general argentina.

Los datos estadísticos fueron obtenidos mediante "campamentos sanitarios", experiencia en territorio de la materia Práctica Final del último año de la carrera de medicina (impulsada por el Instituto de Salud Socioambiental). Realizados entre 2010 y 2019, cientos de estudiantes y docentes de la UNR se instalaban en una localidad y realizaban mediante detalladas encuestas un relevamiento socio-sanitario. Lograron hacen 40 estudios y obtuvieron pruebas del impacto del modelo de agronegocio en la salud de la población. La nueva gestión de la Facultad de Ciencias Médicas eliminó los campamentos sanitarios de la currícula universitaria.

Investigación de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Risario confirma que "vivier en Pueblos fumigados aumenta el riesgo de padecer y morir por cáncer"

Cáncer y agroquímicos: los resultados del estudio

Para la investigación se consideraron tres índices a comparar entre los ocho pueblos seleccionados y las cifras generales de Argentina en relación al cáncer: la tasa de incidencia (cantidad de casos), muertes por esta enfermedad cada 100 mil habitantes para el grupo de edad joven (entre 15 y 44 años) y porcentaje de muertes por cáncer en relación a otras causas de fallecimiento para el segmento joven y los grupos de edad avanzada (más de 45 años). Los tres mostraron valores significativamente más altos para los pueblos expuestos a pesticidas. Por esto, los autores del trabajo resaltan la necesidad de políticas públicas concretas al respecto.

El número de casos detectados entre las mujeres de esos pueblos fue de 63 (con una incidencia cada 100 mil habitantes de 347, mientras que en Argentina la incidencia es de 209 casos cada 100 mil habitantes). En varones los diagnósticos fueron 43 (la incidencia cada 100 mil habitantes fue de 237, por encima de la incidencia nacional de 223). En total se contabilizaron 106 casos en las ocho localidades, con una incidencia de 291 sobre cien mil habitantes frente a una incidencia nacional de 212 casos cada 100 mil habitantes.