Desde 2019, cada 28 de septiembre, se celebra el día internacional de la Cultura Científica. Esta iniciativa, promovida por la UNESCO, busca visibilizar la ciencia y su importancia social y cultural. Es una oportunidad para acercar la ciencia a todas las personas, despertar el interés por el conocimiento científico y reconocer su impacto en nuestra vida cotidiana.
Dado que se trata de una efeméride relativamente reciente, es importante aclarar que la cultura científica se refiere a los conocimientos, valores, actitudes y prácticas que contribuyan a generar comprensión, aprecio y participación activa en el mundo científico. No se trata solo de información sobre hechos de ciencia y tecnología, sino de desarrollar un pensamiento analítico y crítico que nos permita apropiarnos de ese conocimiento e integrarlo en nuestra rutina diaria.
Historia y memoria en metal (1887–1937)
Las fuentes históricas son múltiples y variadas. Generalmente las hallamos en papel, aunque también en un formato mucho más pequeño, pero no menos elocuente: la medalla. Tal como la define Humberto F. Burzio en su “Diccionario de la Moneda Hispanoamericana” (1958), una medalla es una pieza sin valor monetario oficial, destinada a un uso conmemorativo, artístico o como premio. A través de su estudio, estas pequeñas obras de arte permiten reconstruir contextos, reconocer protagonistas y comprender cómo una comunidad elige recordar su historia. De este modo, las medallas se convierten en verdaderos espejos del pasado.
Entrevistamos a la Dra. María Laura Zulaica sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, su vinculación con el patrimonio cultural y cómo vincularlos con nuestros proyectos de investigación.
Revalorizar el patrimonio para proyectarlo al futuro
Agustina Marino
Magíster en Museología
Coordinadora Centro Cultural Municipal San José