El 18 de abril se celebra el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, una ocasión especial promovida por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) para resaltar la importancia del patrimonio cultural y su preservación. Esta fecha se erige como una oportunidad para sensibilizar sobre la riqueza y diversidad de nuestro legado cultural, así como para promover su conservación y protección.
Bajo el lema propuesto por ICOMOS para el año 2024, "Patrimonio resiliente ante desastres y conflictos: preparación, respuesta y recuperación", se subraya la necesidad de salvaguardar nuestros recursos incluso en las condiciones más adversas. Además, resalta la importancia vital de protegerlos en situaciones de desastres naturales o conflictos y enfatiza en la necesidad de una preparación adecuada para mitigar los efectos adversos, responder de manera efectiva y recuperar lo que pueda haberse perdido.
Los monumentos y sitios no son simplemente estructuras o lugares físicos; son testimonios vivos del pasado y del presente, representan la identidad cultural de una comunidad y nos permiten comprender mejor quiénes somos como sociedad. Preservarlos no solo es conservar su estructura material, sino también salvaguardar la memoria colectiva y el sentido de pertenencia de las generaciones presentes y futuras.
En este día, desde el Programa Interdisciplinario de Estudios del Patrimonio “PATRIMONIA” y el Observatorio de Patrimonio Cultural instamos a renovar el compromiso con la protección y conservación de nuestro valioso patrimonio, reconociendo su importancia como fuente de inspiración, conocimiento y orgullo para las comunidades de todo el mundo.
Además, invitamos a leer la reflexión de María Silvina Irouleguy, gestora cultural comunitaria de Benito Juárez, sobre la patrimonialización de la estancia El Sol Argentino, sitio declarado Monumento Histórico Nacional del mencionado partido.
El Sol Argentino, Monumento Histórico Nacional y Provincial de Benito Juárez
Por María Silvina Irouleguy, Integrante del Grupo SOPA Benito Juárez
María Silvina Irouleguy. Gestora cultural comunitaria de Benito Juárez.
Si tuviera que armar una cronología del desarrollo de la cuestión patrimonial en Benito Juárez, sin dudas comenzaría por las Jornadas para la Preservación del Patrimonio Cultural y Natural que, en agosto de 1984, organizara la Sociedad de Arquitectos. Gran parte de las conferencias y talleres fueron desarrollados por los integrantes del ICOMOS Argentina, que, por aquella maravillosa excusa, tomaba contacto con nuestro territorio. Las Jornadas estuvieron dedicadas exclusivamente al patrimonio arquitectónico, pero con ello sembraron en nuestra ciudad la inquietud por esta área tan ligada a la identidad.
Uno de los frutos de aquellos días fue la presentación, cinco años después, del expediente E- 60/89-90 que buscaba declarar monumento histórico provincial el casco de la Estancia El Sol Argentino, de Benito Juárez. En sus fundamentos sostenía que
“La provincia de Buenos Aires tiene a lo largo de su existencia un sinnúmero de lugares históricos, alguno de los cuales han sido tenidos en cuenta por sus ciudadanos, otros se han ido perdiendo, sea por la acción del tiempo o de los hombres mismos. Esta es la razón de guardar para el patrimonio histórico cultural bonaerense el caso de la estancia “el sol Argentino” propiedad de la municipalidad de Benito Juárez, que la recibiera por legado de descendientes y familiares de Don Mariano Roldán, quien fuera fundador de la ciudad cabecera de aquel partido.Fue en su época estancia de frontera, mojón de la civilización en la lucha contra el indio, y avanzado el siglo ejemplo de trabajo y prosperidad.Por lo expuesto es que solicitamos a los señores senadores quieran acompañarnos con su voto favorable en el presente proyecto de ley.”
El trámite de presentación estuvo a cargo del senador Roberto Rodríguez, nativo de Juárez. Se aprobó sobre tablas en la sesión del 7 de septiembre de 1989, pasó a la Cámara de Diputados y también se aprobó sobre tablas en la sesión del 6 de diciembre de 1990; finalmente se sancionó en Cámara de Senadores el 27 de febrero de 1991, se promulgó el 14 de marzo y se publicó en el Boletín Oficial el 22 de abril del mismo año.
Seis años después, en 1997, la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos (hoy Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos) – de la cual participaban algunos de los miembros de ICOMOS que nos habían visitado - propuso la declaración de la Estancia El Sol Argentino como bien patrimonial, lo cual fue refrendado por Decreto Ley Nº 262 del Poder Ejecutivo Nacional. Esta norma estipula que la calificación de Monumento Histórico se asigna a “un inmueble de existencia material, construido o edificado, donde tuvieron origen o transcurrieron hechos de carácter histórico, institucional o ético espiritual, que por sus consecuencias trascendentes resultan valiosos para la identidad cultural de la Nación, o bien sus características arquitectónicas singulares o de conjunto lo constituyen en un referente valido para la historia del arte o de la arquitectura en la Argentina” y que “Su preservación y presencia física – comprendido su entorno – tiene por finalidad transmitir y afirmar los valores históricos o estéticos que en ese bien se concretan”. Atendiendo a ese fundamento, en su Art. 1°, inc. C), dispone que “el casco de la Estancia El Sol Argentino y los edificios que constituyen la zona de trabajo así como la reserva natural que rodea a la laguna del Unco” sean declarados Monumento Histórico Nacional e ingresen al registro de bienes que está a cargo de la citada entidad.
La publicación “Monumentos históricos nacionales de la República Argentina; Provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe” menciona a esta estancia y la incluye en el área Cuenca del Río Salado. Sin embargo, su localización queda en un margen cercano a la Cuenca, pero por fuera de ella.
LA ESTANCIA
La Estancia El Sol Argentino está ubicada en la Circunscripción XI, parcela 929 x del Partido de Benito Juárez; a 50 Km de la ciudad cabecera por ruta provincial 86 (20 km por camino de tierra hasta la RP 86 y 30 km desde ese punto hasta el mencionado centro poblado). El establecimiento perteneció a Don Mariano Roldán, reconocido como fundador del partido, fue asiento de autoridades y desde allí se proveía de asistencia – de hombres e instrumentos – para la consolidación de la avanzada sobre la frontera en la mal llamada “conquista del desierto”. Roldán desarrolló actividades desde ese lugar hasta el año 1883, fecha en que fijó domicilio en la ciudad de Buenos Aires. Pero siguió concurriendo de manera esporádica ya que las casi 14.000 hectáreas que conformaban la estancia, centro de actividad ganadera en el centro sur de la provincia, demandaban su presencia. Un hito destacado en el lugar fue la presencia del ex presidente Mitre, amigo personal del fundador, en los inicios del año 1898.
Según un documento firmado por la arquitecta Elba Rodríguez – responsable de su puesta en valor durante las gestiones del intendente municipal Julio C. Marini en las primeras décadas del segundo milenio – el casco puede dividirse en dos sectores:
Sector Residencial Administrativo
En este sector se ubica la casa principal en la que se haya el dormitorio del propietario, un dormitorio secundario, el comedor y un baño. En el exterior se observa una amplia galería al frente del jardín y otra, de menor importancia, al contrafrente. En ángulo recto con respecto al patio se emplaza otro edificio donde se encuentra el escritorio –lugar en el que se desarrollaba todo el trabajo administrativo de la producción y el mantenimiento de la estancia - y los dormitorios para el alojamiento de familiares y visitantes. Completa la sección el área de servicios y una cochera que, por sus dimensiones, se presume destinada al albergue de carruajes.
En la descripción material del bien, la mencionada arquitecta indica que
“En este sector se observan los avances tecnológicos de la época que dan cuenta de la importancia de la estancia, entre los cuales se pueden citar el sistema de alumbrado por gas, cuyos conductos de distribución están fijados a nivel de cielorrasos y quedan también algunos de los artefactos a gas originales. También queda el testimonio de la realización de las primeras instalaciones eléctricas donde aún se conservan llaves y fusibles. Además es posible apreciar el complejo sistema de calentamiento de agua ubicado en el baño de la casa principal, el cual fue importado desde Europa y llevado hasta la estancia. (…) tiene como materias primas solados, aberturas y cielorrasos de pinotea, muros de ladrillos cocidos asentados en barro, cubiertas de chapas de zinc sobre estructura de madera y solados de calcáreos en el exterior y el baño. El comedor cuenta con realce que se concreta con una voiserie de madera.”
Además refiere que, en la casa principal, se encuentran elementos defensivos típicos de la época de construcción como una puerta trampa por donde se accedía a la azotea, y que se usaba como atalaya (recordemos que los malones recorrieron la zona hasta finales de la década de 1870).
Foto histórica de la estancia el Sol Argentino. Fuente: Ma. Silvina Irouleguy.
Sector productivo
Este sector se compone por el galpón de esquila –cuya imponencia refleja la importancia de la cría de ovinos en la ápoca -, la matera y la casa de los peones - con su tradicional disposición de dormitorios alienados y galería al frente -. Los edificios repiten la estructura de los residenciales - administrativos, destacándose la planta circular de la matera con su forma de planta circular. Es interesante observar el interior del galpón en el que se distinguen espacios para el encierro de ovejas, la esquila y el acopio de lana.
La reserva natural
La declaratoria suma a los edificios someramente descriptos, la laguna de El Unco, un espejo de agua que se vincula con la casa principal a través de la llamada Avenida Mitre, una calle que, según fotografías de la época, estaba bordeada por buxus y que se constituyera en el paseo habitual del nombrado presidente durante su estancia en 1898. Numerosas especies de animales y vegetales, propios de la región pampeana, se preservan en ese territorio.
Señalización reciente de la laguna “El Unco” ubicada en el predio de la estancia. Fuente: Ma. Silvina Irouleguy.
EL SOL ARGENTINO Y EL ESTADO MUNICIPAL
Durante 90 años la estancia perteneció a la misma familia y fue reduciendo su superficie. En el año 1988, las nietas de Don Mariano Roldán, Alicia y Marta, donaron el casco al Municipio de Benito Juárez: una parcela de 101 ha, 23 as y 25 Cs. de las cuales casi 70 ha ocupa la laguna del Unco.
Desde que el municipio ha tomado posesión, se han sucedido varias intervenciones que estuvieron a cargo de la Arq. Elba Nora Rodríguez, quien también ha sido la responsable de la puesta en valor del Palacio Municipal, el Edificio Fiscal y el Centro Cultural “Atilio Marinelli”. En el caso de la estancia, y según su propia descripción, luego del mejoramiento del acceso, se dedicó al sector productivo que había sido muy afectado por un tornado y se temía por la integridad de los bienes.
Terminada la zona de trabajo, se comenzaron las tareas en la vivienda principal y el escritorio, particularmente en las cubiertas y los revoques exteriores, respetando y recomponiendo molduras. Luego se abordó el sector de cocina en el cual se repararon las cubiertas y cargas que habían sido dañadas por la invasión de plantas silvestres. También fue reacondicionada la galería.
Finalizados estos trabajos, el monumento fue reinaugurado el 29 de septiembre de 2019 con una fiesta popular que incluyó comida tradicional, cabalgata y danzas.
Imagen actual de la estancia el Sol Argentino. Fuente: Archivo Fotográfico de Benito Juárez.
EL SOL ARGENTINO, ¿patrimonio?
Ahora bien, ¿bastan los discursos normativos y su puesta en valor para legitimar el bien como patrimonio de la comunidad? ¿Por sólo contar con una legislación que avala su categoría de monumento histórico puede ser considerado patrimonio?
Al finalizar el siglo XX, hay un corrimiento en la semántica de lo patrimonial que supone cierto alejamiento de los valores intrínsecos de los bienes culturales como único sustento de su categorización, y pone el acento en la valoración que la comunidad haga de ellos (Rotman, 2010; Criado Boado y Barreiro, 2013; Hernández-Ramírez y Ruiz-Ballesteros, 2017). Desde este paradigma, los procesos por los cuales los diversos actores sociales producen, gestionan, valorizan, significan y resignifican, transmiten, operan y, en definitiva, consumen los bienes se constituyen en el eje del área patrimonial. En vistas de ello, ¿cuál es la consideración de la comunidad acerca de El Sol Argentino? ¿Cuáles son las acciones que tienden a su valoración y, por ende, a su conservación? Más allá del ámbito gubernamental, ¿la comunidad “siente” a la estancia como parte de su identidad, de aquella sacralidad que la significa? Es probable que los discursos instalados desde hace 25 años sumados al intento de revitalizarla que tuvo un punto de especial interés en su reinauguración, sean un anclaje importante en la consideración de la población, pero la distancia física, la dificultad de acceso, la escasa apropiación del espacio, entre otras cuestiones, dejan en un plano de alta inestabilidad su posición patrimonial.
Sin dudas, será necesario activar permanentemente la estancia y diversificar los discursos y acciones para sustentar la categoría a la que la empujó el marco legal que hemos destacado. Sin la apropiación indispensable por parte de la comunidad el bien puede caer en la misma decadencia y olvido del que lo rescataran los esfuerzos municipales de estas últimas décadas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Argentina. Decreto 262 (1997)
Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos (2019) Monumentos históricos nacionales de la República Argentina; Provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. CABA. 503 p.
Conforti, M. E. y Mariano, M. (2021). “Los discursos políticos del patrimonio. Un caso de activación patrimonial en Argentina”. Reflexiones. Vol. 100 (2): 1-22 Jul-Dic DOI 10.15517/rr.v100i2.41721
Criado-Boado, F. y Barreiro, D. (2013). El patrimonio era otra cosa. Estudios Atacameños. Arqueología y Antropología Surandinas, Universidad Católica del Norte. N° 45, 5 - 18.
Hernández-Ramirez, M. y Ruiz-Ballesteros, E. (2017). Consumo patrimonial: entre el mercado y la cultura. Chungara, revista de antropología chilena. Vol 49, n° 1, 143 – 153. https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-73562016005000034&script=sci_arttext .
Provincia de Buenos Aires. Ley N°11056 (1991)
Rodríguez, E. (s.a.) Estancia El Sol Argentino. Documento de trabajo.
Rotman, M. (2010). El campo patrimonial: procesos de configuración y problematización de alteridades. Revista Memoria em Rede, V 1, n 1, dez 2009/ mar 2010. https://periodicos.ufpel.edu.br/ojs2/index.php/Memoria/article/view/9563/6413