muleiroCon el propósito de defender las audiencias y bajo los principios de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual,  la Defensoría del Público asume la tarea de promocionar los derechos comunicacionales de los niños, niñas y adolescentes y promover su ejercicio. Hugo Muleiro, capacitador de este organismo,  señala la necesidad de abrir las agendas mediáticas a los chicos y chicas y  reclama a los periodistas conocer la legislación  vigente.

¿Cómo trabaja la Defensoría del Público en relación a los derechos de la niñez y la adolescencia?

En la tarea de defender los derechos de las audiencias, que establece la Ley 26.522, la Defensoría asume la tarea de dar a conocer los derechos comunicacionales y promover su ejercicio. Varios programas de trabajo confluyen en esa finalidad. Como “La Defensoría va a la escuela”, para difundir entre niñas y niños el derecho a la comunicación, el derecho de todas las personas, que se expresan en dos planos principales: como emisor de informaciones y opiniones, y como receptor, que en el caso de niñez tiene una serie de previsiones específicas.  Otro programa es “La Defensoría va al barrio”, con el que buscamos por un lado, que chicas y chicos incorporen herramientas de análisis crítico de medios, para formarse como audiencias activas de la radio y la televisión, que puedan interpretar las representaciones que los medios construyen sobre la juventud y sobre los barrios donde viven, y que se apropien del derecho a expresarse para relatar su realidad y la de la comunidad que integran, sus proyectos, sus sueños, sus realizaciones y desafíos. Asimismo, difundimos los derechos comunicacionales de chicas y chicos y exponemos sobre el conjunto legal, cuyo conocimiento es indispensable para las coberturas de niñez y adolescencia. Este trabajo se desarrolla con comunicadores y comunicadoras y estudiantes de comunicación y periodismo. Además, la Defensoría responde a cada una de las presentaciones de las audiencias. Uno de los aspectos que más inquieta, sobre niñez, es cuando no se respeta el horario apto para todo público, sobre todo con escenas de violencia.

¿Cuáles son las legislaciones vigentes más importantes sobre comunicación e infancia?

La Convención sobre los Derechos del Niño tiene rango constitucional y por lo tanto orienta las normas específicas. De allí vienen dos ejes principales. Uno, la promoción del derecho a la comunicación como está en la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, ya que los estados se comprometen a que niñas y niños accedan a ese derecho y a que su voz sea escuchada, que circulen sus informaciones y opiniones. La ley audiovisual establece el derecho universal a la comunicación, no pone límites ni restricciones por edad, por el contrario, establece medidas para promover y proteger los derechos de sectores y grupos que históricamente fueron marginados del sistema de medios, entre ellos las niñas, niños y adolescentes. Hay varias disposiciones específicas: el horario apto para todo público; la programación específica (que por vía de la reglamentación establece para los canales de TV abierta tres horas diarias de programación para chicas y chicos); sobre la publicidad, que no debe aprovecharse de la credulidad propia de la niñez. Y un aspecto muy importante son las emisoras para el sistema educativo, las radios escolares para escuelas públicas primarias y secundarias, que en todo el país están dando un resultado magnífico en el acompañamiento de los procesos pedagógicos.

¿Qué nociones y conceptos se manejan de la niñez hoy en día por parte de los medios?

Es un universo muy vasto como para abarcarlo en una sola respuesta, pero uno de los rasgos más comunes es la postura de superioridad del adulto, la adultocracia como se le llama, a partir de la cual los adultos resuelven siempre qué está bien y qué está mal de lo que hacen niñas, niños y adolescentes. Una postura que controla, juzga y sentencia, y que no escucha, que no permite que niñas y niños ejerzan la libertad de expresión. En las muy escasas coberturas sobre temas de niñez y adolescencia, informan, opinan y sacan conclusiones casi exclusivamente los adultos: chicas y chicos no son incluidos, no opinan sobre los temas, incluso sobre los que más directamente los involucran. Y, cuando se tratan temas referidos a ellos, prima una postura condenatoria hacia lo que los adultos consideran “raro” o “anormal”. Esto incluye una postura de castigo permanente, sobre todo a los adolescentes y jóvenes pobres, casi exclusivamente mostrados en los servicios audiovisuales en estado de ilegalidad.

¿Cuáles son las denuncias más frecuentes que reciben respecto de esta temática?

Principalmente el no cumplimiento del horario apto para todo público, cuando se transmiten mensajes que pueden ser perturbadores para niñas y niños y, más aún, que pueden motivar angustia y hasta conductas nocivas para sí mismos.  Y, también, la estigmatización permanente de chicas y chicos de los sectores urbanos marginados, que sólo aparecen cuando son acusados de cometer un delito o cuando son víctimas de un crimen. En estas coberturas, además, es frecuente que no se respete la protección de la identidad que las normas establecen, y que haya afectaciones a la privacidad y la dignidad de las personas.

¿De qué manera interviene la Defensoría del Público?

La Ley establece para la Defensoría representar los derechos de las audiencias, de manera que ante las presentaciones y reclamos que recibe entra en diálogo con los emisores para proponerles que revisen las prácticas que llevan a las violaciones a la Ley 26.522, que asuman la responsabilidad por sus prácticas y propongan reparaciones a quienes hayan sufrido la afectación. Y que las corrijan hacia el futuro, mediante acciones de capacitación que la misma Defensoría proporciona. Asimismo, como quedó dicho, ofrecemos en muy diversos ámbitos presentaciones, cursos, seminarios, para que se expanda en los medios el conocimiento indispensable para la cobertura de niñez y adolescencia.

¿Cuál es el diagnóstico de situación respecto del tratamiento de infancia y adolescencia en los medios?, ¿Hay estadísticas al respecto?

Además de lo ya expresado, la invisibilidad de la niñez y adolescencia en los servicios audiovisuales está verificada ampliamente en lo que concierne, por ejemplo, al conjunto de los noticieros de los canales abiertos de televisión de Buenos Aires, que es una programación que tiene audiencia en todo el país, en un estudio que cada año realiza la Defensoría. En una observación de esos noticieros (hecha a razón de una semana completa por bimestre), surge que del total de noticias vistas, las de niñez y adolescencia reunieron en 2013 apenas 5,8%; en 2014 el 4,3 % y en 2015 el 3,5%. Además, de esos totales, más de la mitad de las noticias se refieren al rubro de policiales o "inseguridad". Específicamente en televisión, además, Argentina tiene todavía una muy baja producción de programas para niñez y adolescencia. Y lo que se produce está centralizado en Buenos Aires, lo que no da una representación que abarque la diversidad del país.

¿Qué recomendaciones se hacen desde la Defensoría para un eficaz tratamiento de estos temas en la comunicación mediática?

Sintéticamente, en el caso de los servicios audiovisuales, que las y los trabajadores se especialicen para trabajar niñez y adolescencia, que conozcan las leyes y derechos vigentes, las técnicas y los lenguajes apropiados. Desde ya, la incorporación a las agendas mediáticas, superar la invisibilización contundente que se nota en los estudios disponibles. Que, como dispone la Convención, los medios incorporen la voz de niñas, niños y adolescentes, que puedan dar a conocer sus informaciones y opiniones, su visión del mundo, y que las y los adultos no hablen en su lugar. Y también superar la estigmatización, la aparición permanente de chicas y chicos de las franjas empobrecidas de la población en vinculación con el delito, la “inseguridad”, lo anormal y peligroso. Un tercio de la población argentina tiene entre 0 y 18 años. En una sociedad muy mediatizada, esta gigantesca porción de la población no aparece, no es incluida, salvo en unos pocos casos en que es mostrada como problema.

Hugo Muleiro es escritor y periodista. Se ha desempeñado como colaborador externo de UNICEF y actualmente es capacitador de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual.