07/06/2021 - En el marco del Día de las y los Periodistas, tres docentes y periodistas de la Facultad de Ciencias Sociales analizaron la práctica del periodismo en el contexto de pandemia por el Covid-19, la desinformación y el rol de los nuevos/as profesionales.

pipeintMaría Rosa Gómez, Sebastián Benedetti y Marcelo Olivan, docentes e investigadores de las carreras de Periodismo y de la Licenciatura en Comunicación Social de la FACSO, reflexionaron sobre la profesión periodística en la actualidad, los desafíos de la enseñanza a estudiantes universitarios/as en el contexto de la virtualidad y el rol del periodismo como trabajo esencial.

“Lo que me parece que quedó claro en este contexto es que el periodismo es y sigue siendo uno de los grandes intérpretes de la sociedad. No hubo manera de sustituir el trabajo periodístico. El periodismo mostró que es el enunciador por excelencia de las problemáticas de aquello que preocupa, que amenaza y que genera debate para ser resuelto”, definió Marcelo Olivan.

Por su parte, Sebastián Benedetti separó primero el periodismo de “los grandes medios hegemónicos, con más poder”, de aquellos que “tienen una exposición mucho menor”, a los que definió como “periodismo bien hecho”. En este contexto, sobre los primeros planteó que “demostraron que la verdad no estuvieron a la altura, porque se dio una contradicción que es bastante alarmante: ante un público más necesitado que nunca de información tuvimos unos medios más expuestos que nunca a la desinformación”.perioSB

El especialista analizó que “el periodismo de muchos grandes medios es más el periodismo de la operación, un periodismo casi mercenario, que no es ni siquiera periodismo y eso es peligrosísimo. Y creo que la clave delante de todo eso está en poner por delante de todo lo demás la ética, y hacer las cosas de acuerdo a la honestidad profesional”.

En similar sentido María Rosa Gómez expuso: “Lamentablemente lo que abunda es el repudiable rol de empresas y comunicadores que, atentos a sus alianzas políticas y económicas, difunden mensajes que atentan contra la salud de la población al instalar desconfianza en las vacunas, relativizar la importancia de cumplir con las restricciones y -peor aún- hacerse eco de noticias falsas”.

En contrapartida Gómez subrayó “el rol de algunos pocos medios informando con datos serios, científicos, entrevistando a especialistas y corriéndose del lugar central para focalizar en la información, ese bien tan necesario y que sirve para disminuir la angustia provocada por la incertidumbre”. Sobre esta situación agregó que “sabemos que la información es una mercancía, la cultura y la información no escapan a las reglas del juego de las relaciones capitalistas de producción. Pero es criminal que en un contexto inédito y doloroso en el cual una pandemia está costando a la fecha más de 3 millones de muertos y 172 millones de infectados a nivel mundial, las empresas de medios y algunxs periodistas manipulen datos de la realidad, difundan mentiras flagrantes y cuando estas se descubren sigan adelante sin disculparse con la sociedad, bastardeando criterios éticos elementales de esta profesión”.

Periodistas “esenciales”

perioMRGómez y Olivan analizaron además el rol de los y las periodistas como profesionales esenciales pero precarizados.

“Considero que el contexto impuesto por la emergencia sanitaria generada por la pandemia expone día a día lo mejor y lo peor del periodismo, tanto a nivel local como internacional. Como ejemplo de compromiso profesional destaco cómo durante los primeros días del aislamiento lxs periodistas salían a hacer entrevistas a los aeropuertos, a las terminales de micros, totalmente expuestos, sin medidas de seguridad, con el fin de echar luz sobre lo que estaba ocurriendo. Las empresas no tuvieron el menor cuidado de les trabajadores: los barbijos y los micrófonos ubicados a distancia prudencial llegaron a más de un mes del aislamiento estricto que arrancó en marzo 2020”, reflexionó Gómez.

Marcelo Olivan comentó que ante este panorama “lamentablemente también queda claro que el periodismo comparte con otros oficios la condición de esencial pero que no iba acompañada con una remuneración acorde. Los trabajadores centrales de nuestra sociedad y los que mantienen la rueda funcionando, son trabajadores precarizados, que al tiempo que trabajaban en pandemia estaban exponiendo públicamente sus luchas gremiales”.

El docente puso en contexto que en el marco de la pandemia se realizó “el primer paro generalizado que tiene un medio en la historia por reclamos salariales y hay asambleas por reclamos salariales dentro del periodismo en Olavarría”.

Las nuevas generaciones

Acerca de las manera de enseñar, producto del viraje de 360 grados de la presencialidad a la virtualidad que provocó la pandemia, para Benedetti “lo que hizo fue ponernos a todos delante de un escenario distinto, desconocido”. Si bien consideró que hubo dificultades y fue un proceso “difícil”, expuso que “el resultado es muy bueno en general, y espero que algo de esto quede, porque me parece que ante una situación tan negativa como ésta si hubo algo que fue positivo fue elperioMO aprendizaje de nuevas herramientas, de encontrar los tiempos distintos para el aprendizaje virtual que es muy diferente al presencial”.

Finalmente, en cuanto a la experiencia local, Olivan celebró ser testigo de “un recambio en las redacciones periodísticas de Olavarría y la región, la mayoría de los nuevos profesionales que están ocupando lugares en medios o desarrollan sus propios proyectos salen de la carrera de Periodismo de la Facultad”. Hizo énfasis así en la posibilidad de que los docentes de la carrera que ofrece la Facultad de Ciencias Sociales puedan participar desde “un lugar de formación, de empuje, de ayudar y colaborar a que esas nuevas generaciones se incorporen con el mejor conocimiento, con un entrenamiento, una capacitación y con un debate conceptual que no tuvimos nosotros cuando nos incorporamos a los medios de comunicación”.