23/12/2020 - El Dr. Marcelo Sarlingo, docente e investigador de la FACSO, es codirector de este nuevo desafío, con la dirección del Dr. Gastón Barreto. Ambos trabajan en conjunto e investigan la temática desde hace más de cinco años. “Este proyecto es la culminación de un conjunto de actividades desde el 2016, con un abanico de personas con los diferentes enfoques que se fueron combinando”, afirmó Sarlingo. Además, participa personal de la clínica María Auxiliadora, quienes canalizarán el uso medicinal y Cannabis Activa con el aporte de los y las cultivadoras locales.

cannabisA partir de ese conjunto de experiencias llegaron a este proyecto que tiene cuatro fases. En principio el cultivo de dos variedades de cannabis en la Facultad de Ingeniería de la UNICEN con sede en Olavarría. Luego se trabajarán las características químicas y como respuesta a esto, en un tercer momento, poder analizar los usos médicos del cultivo. La cuarta fase del proyecto corresponde a la participación de Cannabis Activa, una ONG olavarriense que agrupa a cultivadores de cannabis que hace varios años desarrollan el cultivo de cannabis para usos medicinales y de manera solidaria se lo distribuyen a personas que tienen patologías médicas y necesitan un apoyo terapéutico.

El rol de las Ciencias Sociales en el recorrido de este proyecto tiene que ver con trabajar las diferentes formas de conocimiento, con el objetivo de generar una armonía entre lenguaje científico y conocimientos populares que no están sistematizados. Sarlingo sostiene que “hay muchísima gente que sabe cómo trabajar con el cannabis, pero por las políticas represivas que ha tenido la República Argentina ese conocimiento, no llega a los laboratorios ni al ámbito de las Universidades”. En Argentina desde 1929 hay una legislación que considera un delito el consumo de cannabis, en este contexto el antropólogo señala que “en los últimos años se desarrolló un mercado en internet que es muy inseguro y que no tiene posibilidades de ser regulado en este momento”.

Este proyecto suma a que se pueda entender racionalmente cómo es el trabajo que hacen las personas que cultivan y usan el cultivo para su aplicación medicinal, las ciencias sociales son parte del proceso de deconstrucción de un conjunto de prejuicios e ideas asociadas a que este tipo de prácticas están relacionadas con la delincuencia.

Con los resultados de este trabajo, se busca articular con otros aspectos que ya están en marcha. En este sentido, desde la medicina, con la concepción de que el uso de cannabis puede ser generalizable a un conjunto de patologías, se busca que estos conocimientos puedan formar parte de la curricula de los estudiantes de medicina en su proceso de formación.