Intersecciones en Comunicación

ISSN 1515-2332 (versión impresa)

ISSN 2250-4184 (versión On-line)

Intersecciones en Comunicación.  n.5 Olavarría ene./dic. 2011

Pensar la autonomía. Dispositivos y mecanismos en proyectos de autogestión.

Ana Inés Heras Monner Sans[1]

Ana Inés Heras Monner Sans. Doctora y Magíster en Educación. Directora de los Proyectos de Investigación PIP 0696 (“Aprendizaje y percepción de la diferencia en proyectos de autonomía”) y PICT 0087 (“Aprendizaje y creación en proyectos de autonomía”). Instituto Rosario de Investigación en Ciencias de la Educación IRICE-CONICET e Instituto para la Inclusión Social y el Desarrollo Humano. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Recibido 10 de mayo de 2011.

Aceptado 15 de agosto 2011.

A la memoria de Julio Chueco[2]

RESUMEN

El análisis presentado aquí forma parte de una investigación en curso que indaga acerca de las relaciones entre autogestión como práctica/discurso y autonomía como proyecto. Se describen primero las líneas centrales del marco de trabajo para lo cual se toman referencias de diferentes disciplinas. Luego se presenta un análisis que hace visible cómo la construcción de aprendizaje vinculado a la autogestión va produciendo la posibilidad de crear algo nuevo a partir de transitar algunas tensiones, por ejemplo, las vinculadas a líneas de estratificación y líneas de creatividad o las relacionadas a la participación directa y la descentralización, sin rupturas oposicionales entre unas u otras formas. Se ha buscado contrastar en la discusión y conclusiones qué posibilidades de interpretación nos brinda una elaboración del concepto de dispositivo, tomándolo desde la filosofía, para entender cómo se construye la autonomía como práctica, discurso y proyecto.

Palabras clave: aprendizaje – autogestión – etnografía – sociolingüística - autonomía.

ABSTRACT

LEARNING DEVICES, SELF-MANAGED GROUPS, AUTONOMY AS A PROJECT

The analysis presented here is framed in an ongoing study that focuses on the relationship between self-management (as discursive and cultural practices) and autonomy as a Project. I start by describing the main concepts guiding the research conceptual framework, which is based upon several different disciplinary approaches. I then present a detailed analysis of how knowledge construction on self-management rests on the possibility of creating something anew by participants. In turn, this process of creation is explicitly related to facing tensions inherent to stratification and innovation, and/or direct participation and de-centralization, without necessarily choosing amongst them but by considering them both as part of the process. In the conclusions I discuss the analysis presented by contrasting it with an interpretation of the concept of device, as it is understood by different authors in the field of Philosophy, stressing the relevance of this concept to understand autonomy as a cultural practice, as a set of discourses, and as a Project.

Keywords: learning processes - self-management - ethnography - interactional sociolinguistics - autonomy.

MARCO CONCEPTUAL

El análisis presentado aquí forma parte de una investigación en curso que indaga acerca de las relaciones entre autogestión como práctica/discurso y autonomía como proyecto. Buscamos identificar qué tipos de prácticas y discursos se construyen en colectivos de auto gestión, con qué ideario se orientan, cómo se han creado y cómo se sostienen o mutan en el tiempo. A los fines de esta investigación, proyecto de autonomía se define como el que permite a sus miembros la participación directa en la construcción de los acuerdos/la norma, y en su aplicación, y produce momentos específicos de interrogación acerca de los sentidos construidos, para revisarlos críticamente. También es el que se orienta hacia entender la verdad como posibilidad de examinar perspectivas diferentes y producir un conocimiento que las pondere, y considera valores fundamentales la equidad, la justicia y la búsqueda de libertad. Por su parte, en contraposición, el régimen de heteronomía opera como si sus sentidos fueran naturalmente lógicos y unívocos: se orienta a la clausura y se sustenta en que existe una autoridad incuestionable, portadora de la verdad, que ocupa el lugar de la razón. Se piensa organizada por la jerarquía y la toma de decisiones siempre ocurre por delegación. En su versión contemporánea en el capitalismo actual, sus valores se orientan por maximizar ganancias y consumir siempre más, explotar a otros, y realizar un uso vertiginoso del tiempo (veloz es sinónimo de mejor). Seguimos el trabajo de Castoriadis (1997; 2004; 2007) para la comprensión de las distinciones entre proyecto de autonomía y heteronomía.

En el momento histórico actual, los colectivos auto-gestionados orientados como proyecto de autonomía pueden entenderse como lugares que se deslizan y producen heteroglosias[3] (Angenot, 1999), porque confrontan a los discursos tienden a imponerse desde la heteronomía. Así, la investigación en curso se orienta por lo que las autoras Gibson y Graham (2008), desde la geografía económica, han propuesto como una tarea científica de gran relevancia: ejercitar el reconocimiento de la diversidad para identificar y analizar tendencias distintas a las capitalocéntricas, su término original. Cameron (2007), siguiendo este planteo, propone entender cómo funcionan, además de promover la articulación de estas tendencias. También Yapa (2009) ha brindado ejemplos específicos de situaciones en las cuales el reconocer la diversidad en prácticas, discursos y significados locales permite a sus participantes tomar parte en las decisiones que afectan día a día sus vidas, y transformar aspectos que pueden resultar cruciales (por ejemplo, con respecto a la alimentación, la vivienda, el trabajo, la salud y la educación).

Al analizar la construcción de estos deslizamientos auto-gestionados esta investigación toma en cuenta que el ser humano es psique imaginante, tal vez más que racionalidad pura (Castoriadis 2004; 2007). Desde esta perspectiva, se concibe que la energía libidinal, al ponerse en movimiento, permite ir a por algo nuevo: existen vínculos entre desear, crear y aprender, tomando aquí aprendizaje a partir de una conceptualización de Bleger en su trabajo con grupos operativos. Este autor subraya que aprender es indagar lo que aún no está suficientemente claro, y en ese proceso, se produce un cambio más o menos estable de pautas de conducta en todas las áreas - cuerpo, mente y psiquis. Es “moverse hacia lo desconocido, a la indagación de aquello que aún no está suficientemente elucidado” (Bleger 2007: 62). A los fines del análisis presentado aquí, partimos de suponer que ese movimiento se produce en forma colectiva, de modo tal que aprender es un proceso de producción interactiva de conocimientos (Heras, 1993; 1995; 1999). El énfasis en interacción implica reconocer que siempre es en un vínculo que se produce conocimiento; el acento en producción de conocimientos se establece en el sentido de que prácticas y discursos cotidianos van conformando dicho proceso y a la vez generan “algo” construido, una suerte de resultado aplicado de ese conocimiento que puede ser una institución, un producto, un determinado tipo de servicio, etc. Un punto central teórico y metodológico del que partimos es que las interacciones producen significados contextualmente situados, y que las prácticas cotidianas son producidas a la vez en esas situaciones inmediatas tanto como a partir de significados más amplios que las contienen y generan sentido de época (Burin y Heras Monner Sans, 2008; Green & Heras Monner Sans, 2011), teniendo en cuenta la importancia de pensar también en clave de perspectiva histórica (Bouretz et. al., 2006). Dichos órdenes no inmediatos pueden ser rastreados a partir de los discursos cara a cara, y refieren a un conjunto de contextos heterogéneos: la historia, discursos sociales construidos en el presente, posicionamientos político-ideológicos que circulan en la sociedad y a ciertas prácticas que se vinculan con éstos.

Con esta perspectiva se busca entender qué dispositivos y mecanismos se crean en el día a día de los colectivos auto-gestionados, tales que les permiten a sus miembros aprender, en tanto para participar de estos grupos se torna indispensable construir algunos conocimientos específicos. Dichos conocimientos son tanto relativos a su metiér como relativos a lo que esa experiencia conlleva como proyecto de autonomía lo que implica dimensiones políticas, tales como posicionarse con respecto a la construcción de un proyecto de vida, proyecto ideológico, situación en el abanico social, entre otras.

A partir de este encuadre, la investigación en curso busca identificar, describir y analizar dispositivos de la auto-gestión como conjunciones espacio-tiempo-situación donde se dan procesos de construcción de conocimiento en interacción. Partiendo de algunas distinciones teóricas (Agamben 2005; Deleuze 1990; Guattari 1987; Guattari y Rolnik 2005) que dan alcance a diferentes aspectos de lo que nos interesa comprender, un dispositivo puede entenderse como:

-          forma de ver/enunciar/hacer;

-          encuadre que contiene la posibilidad de crear;

-          medio de análisis de la realidad.

Retomaremos estos sentidos en la discusión de los datos analizados.

MÉTODOS

Tomando en cuenta lo presentado en el apartado anterior,  la indagación parte de los siguientes supuestos que funcionan como hipótesis generales de trabajo:

- existen prácticas y discursos producidos por colectivos humanos con orientación hacia un proyecto de autonomía en disputa con otro orden vigente (proyecto heterónomo);

- las prácticas vinculadas al proyecto de autonomía operan en el día a día con la posibilidad de producir conocimientos nuevos (son creativas);

- es posible observar estas  prácticas y discursos en colectivos auto-gestionados (movimientos, asociaciones, cooperativas, uniones, grupos, espacios colectivos, federaciones, frentes, según la terminología específica con que cada uno de ellos elija nombrarse).

Se busca hacer visibles las prácticas y tramas de sentido cotidiano, compartiendo esta información a medida que se genera con los participantes de los colectivos auto-gestionados con que se trabaja. La orientación metodológica intenta comprender tanto las percepciones sobre sus experiencias como las interacciones cara a cara, sin perder su vinculación con otros órdenes no inmediatos, perspectiva basada en combinación de la etnografía con la sociolingüística de la interacción (Erickson, 1982; 1992; Heras, 1993; 1995; 2010). Por ello trabajamos con diferentes tipos de datos, es decir, los que generamos en observación, conversaciones, entrevistas e intercambios de correos electrónicos; también información de archivos (archivos históricos, de medios de comunicación masivos, por ejemplo), bibliografía y video-grafía producida por terceros. Periódicamente se realizan Encuentros Abiertos[4] para los que se producen diferentes textos que se discuten críticamente y que se producen en diferentes soportes (fotografías, videos, textos escritos, presentaciones multimedia) para brindar un acceso amplio a lo producido.

El corpus se conformó de 60 experiencias identificadas en Argentina[5], en diferentes geografías: Provincias de Misiones, Tucumán, Jujuy, Santa Fe; Provincia de Buenos Aires; Conurbano Oeste y Norte; Ciudad de Buenos Aires. El acercamiento a las experiencias se realizó a partir del año 2008 en forma sistemática y de distintas maneras, según los casos: a través de trabajo de campo en  profundidad (observación, construcción de registros visuales, escritos o audiovisuales, de entre un año y tres de extensión) o a través de la implementación de un cuestionario auto-administrado, entrevistas e investigación de archivo. Además hemos realizado relevamiento de archivos y notas periodísticas sobre otras 40 experiencias, sin aún contrastarlas con entrevistas u observaciones, ya que el proyecto está en curso.

Si bien se toma la unidad la “experiencia” o “colectivo” para referirse a los grupos con quienes trabajamos, las diferencias son importantes, tanto por sus objetivos, tamaños en cantidad de asociados, recursos que movilizan y formas de organizarse. Por ejemplo, en el caso de una Federación que nuclea a 4 movimientos sociales y varios emprendimientos productivos, su alcance geográfico (que cubre grupos solidarios y militantes en 10 partidos del  Conurbano Bonaerense y Ciudad de Buenos Aires) e institucional (una diversidad de entramados que contemplan cooperativas de trabajo, grupos solidarios sin personería jurídica, grupos auto-convocados militantes, todos pertenecientes a la misma visión de la Federación) es muy amplio comparado con una cooperativa de trabajo que nuclea a 50 asociados y se ubica en la Ciudad de Buenos Aires. Se señala también que la actividad y objetivos de las experiencias relevadas son variados: cooperativa de productores lácteos; asociación de pequeños productores de papa; pequeñas unidades productivas vinculadas a una parroquia; cooperativa de trabajo que gestiona un lavadero industrial; cooperativa de trabajo que brinda servicios educativos y culturales; asociación civil que brinda servicios educativos; asociación civil Unión de artistas; grupo auto-gestionado que lleva adelante un comedor para personas en situación de calle. Sin embargo, esta variedad fue una elección en el diseño de la investigación, ya que interesa entender las formas de crear y aprender en auto-gestión, y es relevante entenderlas en distintas configuraciones institucionales y grupales. En los procesos de análisis combinamos la mirada panorámica que busca identificar algunas constantes entre experiencias con la mirada detallada hacia algunas experiencias.

Para esta presentación nos hemos centrado en analizar más específicamente: ¿a través de qué dispositivos y de qué formas se producen los intercambios de información y las tomas de decisiones en proyectos auto-gestionados? ¿De qué manera estos dispositivos se relacionan con los aprendizajes y procesos creativos? ¿Hacia qué sentidos generales operan los dispositivos y los mecanismos?

PRESENTACIÓN DE DATOS

Relevamiento con mirada panorámica. Al profundizar algunas interpretaciones en los datos generados inicialmente se observó que algunas experiencias resultaban más relevantes de acuerdo a los criterios para caracterizar a los colectivos auto-gestionados como proyecto de autonomía. Por tanto se tomaron los resultados de un cuerpo de datos que incluye 10 experiencias y se realizó un trabajo para identificar dispositivos que resultasen comunes entre experiencias. Los que hasta ahora resultan constantes son:

  1. Asamblea o configuración asamblearia.
  2. Organización descentralizada (los participantes suelen llamarlo “grupos” o “comisiones de trabajo”).
  3. Apoyo constante en la complementación de interacción virtual/presencial (se suele llamar “estar conectados”).
  4. Medios de comunicación ampliada propios y de otros en los que se busca tener presencia (Prensa y comunicación en algunos colectivos, Difusión en otros, Prensa y Difusión en algunos otros).
  5. Espacios de Formación de nuevos socios y de formación continúa de todos los socios.
  6. Reflexión deliberada sobre la experiencia (procesos de investigación de los colectivos, con y sobre estos colectivos).
  7. Espacios formalizados de aprendizaje sobre la autogestión (dispositivo formación sobre autogestión en su sentido pragmático).
  8. Espacios formalizados de construcción de conocimientos en torno a la autonomía como proyecto (en algunos colectivos se llama Escuela de formación política; en otros discusión política o discusión ideológica).

Esta caracterización descriptiva nos permite identificar la cantidad y variedad de dispositivos que se generan, lo que incide -según los participantes- en un uso del tiempo muy intenso que a su vez genera sensaciones de dificultad para alcanzar todo lo propuesto (percepciones documentadas en los Encuentros Abiertos, en observaciones, en entrevistas y conversaciones). Este tipo de uso del tiempo se identifica como una marca de identidad por parte de los participantes: es un “modo de vivir”, “una elección”, “un compromiso”. Una idea-fuerza que se distingue como característica es que estas experiencias son vistas por sus participantes como una potencia a desarrollarse, y que dicho desarrollo está al alcance de los mismos participantes ya que son ellos mismos los productores de sus prácticas y orientaciones. Sin embargo, esta misma posibilidad anida una tensión: se contrapone por momentos con la dificultad de sostener todas las creaciones organizativas, no solamente porque es organizacionalmente complejo sino porque tiene impactos sobre el uso de recursos (tales como tiempo, espacio, dinero, saberes). Una tensión vinculada a ésta es la referida al concepto de eficiencia, que los participantes asocian a un modelo capitalista que no desean reproducir (lo señalan como parte del marco ideológico de la explotación del trabajo y la maximización económica), pero aún no aparece en su lugar un concepto o definición del todo construida a un uso diferente y apropiado de los recursos colectivos.

Otro aspecto que surge de esta descripción analítica es que estos colectivos generan espacios de reflexión, formación e investigación que acompañan los dispositivos institucionales en que se toman decisiones (asambleas, comisiones, etc.), donde también ocurren reflexiones sobre el proyecto en marcha, pero están más definidamente orientados como espacios de producción de acuerdos y de definiciones ejecutivas. Se interpreta que los colectivos consideran importante vincular a la vez su práctica y el sustento que da marco a esa práctica (el proyecto de autonomía y la auto-gestión como concepción política y filosófica). Este aspecto, a la vez, se vincula con las formas de hacer y pensar sobre el uso del tiempo mencionado más arriba, ya que la exigencia de poner en marcha, revisar críticamente, modificar la práctica y tomar decisiones colectivas genera la necesidad de usar mucho tiempo y de ejercitar formas (la discusión, la toma de decisión, la escucha atenta, la expresión de opinión, el posicionamiento ideológico) que no son corrientes en sus trayectos educativos, familiares o profesionales para muchos participantes, y que se comienzan a construir a partir de su inserción en estos colectivos. Específicamente refiriéndonos a los lugares de las tomas de decisiones, otro aspecto característico es la combinación del dispositivo asambleario con dispositivos de descentralización. Funcionan concurrentemente y permiten la práctica efectiva de la paridad (en la toma de decisión) y la mutualidad (que corrientemente se expresa en la frase “uno para todos-todos para uno”). Los aspectos comentados hasta aquí se identifican como deslizamientos y heteroglosias, en el sentido que le dimos al comienzo, ya que se constituyen en modos diferentes a los del sistema predominante, por una parte, y van construyendo también su léxico y sentidos específicos, por otra. Veremos en la sección siguiente cómo operan concretamente a través de analizar el  ejemplo de una Unión de artistas.

La mirada específica: mutualidad y paridad en una Unión de artistas independientes[6]. Uno de los colectivos con que trabajamos, fundado en el año 2000, es:

“una organización de músicos que tiene como objetivo principal encontrar soluciones colectivas a problemáticas comunes. Así, la Unión no intenta construir solamente una alternativa a lo establecido, sino que participa proponiendo leyes y proyectos que generen otra forma de relación con el Estado. Un Estado que brinde herramientas a la sociedad para que la sociedad también pueda hacer política cultural a través de los artistas. En síntesis, la UMI nace para dar respuesta al tiempo musical que nos tocó vivir.” (DB, Comunicación personal, mayo 2011.)

La Unión tiene objetivos a largo plazo, porque según sus miembros:

“tiene objetivos nacionales y generales, a largo plazo, que trascienden el accionar individual y de los grupos de trabajo que integran la Unión. Dentro de estos objetivos, muchos se han cumplido y otros están a punto de hacerse realidad. Entre lo ya hecho, pueden mencionarse, la circulación de información inédita y beneficiosa para la actividad, sobre todo para los auto-gestionados derechos de productor, forma más barata de registro de canciones; la mejora de la difusión en los medios a través de una ley nacional La ley de Servicios de Comunicación Audiovisual; la concreción de un canal de televisión; la posibilidad de distribución nacional de las producciones discográficas de los asociados, entre otros.” (Comunicación por mail, enviada por ML, mayo 2011.)

En el año 2001 obtuvieron la personería jurídica como asociación civil sin fines de lucro; en el momento de la fundación eran 11 socios y hoy nuclean a 4500 en todo el país. La institución se sostiene con el aporte de los asociados, actualmente de $15 pesos de cuota mensuales, y con esos fondos pueden sostener una sede física en Ciudad de Buenos Aires, contratar a 3 empleados y sostener el andamiaje administrativo (contaduría, balances, presentaciones en la IGJ). Los cargos de Comisión Directiva u otros cargos en otras Comisiones son voluntarios y ad honorem. Se identifican como “un colectivo auto-gestionado a favor del artista independiente” (Relevamiento en entrevista grupal, 20/07/2010).

Sintetizando, las líneas básicas refieren a la auto-gestión del artista, a posicionarse en el mundo artístico y cultural sin ser explotados por otros ni explotando a otros, a participar en la construcción de política de Estado y a trabajar solidariamente con otros (socios de su misma Unión y/o de otras configuraciones institucionales).

Nuestro equipo ha indagado acerca de cuáles dispositivos se han ido produciendo en este colectivo, desde su creación hasta hoy, y cuáles son las relaciones entre ellos y las ideas básicas de la Unión. Encontramos que los dispositivos generados siempre parecen orientarse por una triple perspectiva: la auto-gestión, la autonomía y la identidad artística. A partir de estas tres cuestiones fundantes, se desarrollan mecanismos institucionales que van tomando aspectos de la realidad nacional e incluso internacional para movilizar una reflexión sobre lo que se está haciendo y crear dispositivos distintos y mecanismos particulares. Así, a lo largo de la vida de la Unión, se fueron dando cambios en las configuraciones institucionales. El presidente de la Asociación lo describe así:

“teníamos claro que queríamos facilitar lo que tenía que ver con nuestra propia idea de arte pero con reglas justas y con posibilidades que tenían las grandes compañías y que nosotros no teníamos. Además de que los artistas produzcan sus propios [productos] logramos que aprendan cómo desarrollar una carrera auto-gestionada y conozcan sus derechos. De alguna forma empezamos con la idea de generar un espacio nuevo que nos diera herramientas. Después terminó siendo algo mucho, mucho más grande. En el momento no nos dábamos cuenta de que iba a ser tan amplio, todo lo que se iba a abarcar.” (Entrevista. CA, 20/07/2010)

Inicialmente todos los asociados participaban de todas las tareas para poner a funcionar el proyecto. Para asociarse y participar el requisito era adherir al proyecto en tanto artistas y contar con alguna información básica sobre la orientación general, requisitos que hoy continúan siendo un piso mínimo para formar parte de la Unión (Entrevista grupal 20-07-2010; observación en terreno, 14-02-2011; 14-03-2011; 28-03-2011). Como comenta un socio: “tuve por un lado este interés, llamémosle práctico, artístico, de querer acceder a los beneficios que iba generando la Unión, y al mismo tiempo había también otra razón: no ser explotado por intermediarios” (Entrevista. FM, 14/02/2011).

A los socios que iniciaron el proyecto, y que son identificados por la donación desinteresada de su tiempo para el colectivo, por su buen criterio y experiencia, se los identifica como los “fundadores” y también como los “grossos, los que la tienen clara, los que lideran, los que están al frente”. (Entrevista grupal 20/07/10; entre. FM 14/02/11 y JM 04/04/11). Formaron parte de la Comisión Directiva inicial y varios de ellos renovaron su mandato en más de un período.

Es compartida la idea entre varios entrevistados acerca de que las oportunidades para participar en la Unión están claras y son abiertas. Quienes no desean implicarse más es porque no lo quieren así, en ese momento o tal vez nunca. Por ejemplo, un entrevistado comentó que conviven pacíficamente diferentes perfiles en la Unión y que eso incluye situaciones espontáneas de no participación, tal su identificación de este tipo de perfil, que podría situarse en el lado opuesto al de los fundadores. Entonces:

“coexisten distintos tipos de identidad dentro de la Unión pero los que no se sienten identificados con los planteos más ideológicos, son los que más distancia tienen también. Más tarde o más temprano, por algún motivo u otro… porque no les interesa estar al día y aportando con la cuota, o porque consiguieron un contrato con una compañía, o porque…o porque dejaron el arte también, dejan de participar.” (Entrevista. JM, 4-04-2011)

Otro caso fue el de un miembro de la Unión que decidió dejar de participar porque solamente estaba interesado en los convenios que la Unión conseguía. Como se daba cuenta de que esto era solamente una parte pequeña del proyecto de la Unión, decidió dejar de participar porque tenía la sensación de estar “usando” el proyecto y no le parecía ético. (Comunicación personal MS, 11-04-2011).

Así, la perspectiva de que hay “fundadores y son los que la tienen clara” opera construyendo un sentido de horizonte y va dando un perfil a la organización; hoy “el criterio es compromiso, experiencia y tiempo que las personas pueden poner” para formar parte de la Comisión Directiva (Entrevista. JI 20-07-2010). Este sentido parece comenzar a identificarse como un nuevo perfil de socio de la Unión. Es decir, parece irse consolidando la orientación hacia considerar que para asociarse y participar están comenzando a cambiar los requisitos básicos, ya que quienes solamente se informan y pagan la cuota es probable que se terminen desvinculando: el proyecto ha alcanzado una identidad clara con respecto a su rol en el contexto socio-político e histórico actual.

Además de la Asamblea Anual establecida por Estatuto, existe la posibilidad de asistir a las reuniones de la Comisión Directiva (se reúne una vez por mes con mecanismos abiertos: hay participantes que van a Comisión Directiva aunque formalmente no estén en ella). Así, estos espacios son de tipo asambleario: abiertos y con paridad en la posibilidad de opinión y toma de decisión. Este tipo de concepción otorga una posibilidad muy grande a los socios interesados en ir aprendiendo cómo tomar decisiones, evaluar situaciones, comprender mejor aspectos de la política nacional vinculados a la institución. Se da un espacio-tiempo de compartir entre “fundadores” y “nuevos” muy plástico y abierto, según sus propias descripciones. Son momentos donde por ejemplo se va construyendo la forma de ejercer el rol para el que uno se propone: “al principio cuando se asume un cargo tal vez uno no se siente en ese cargo, sino que se va asumiendo el liderazgo, el liderazgo se va dando.” (Entrevista. CA, 20-07-2011).

Desde el principio hubo siempre además de la Comisión Directiva lo que los socios denominan grupos de trabajo. Actualmente son: Relaciones Institucionales; Asuntos Legales; Prensa y Difusión; Relaciones con otras organizaciones sociales; Conciencia del artista; Grupo Convenios; Red de artistas; Grupo relacionado a Leyes, Política Pública[7]. La formación de los grupos, su sostenimiento en el tiempo o cambios internos, son identificados por los miembros de la Unión. Se atribuyen a la relación entre entorno socio-político, objetivos de la Unión y posibilidad de sus miembros (que se leen en términos de posibilidades de tiempo y conocimientos). Un motivo importante en las tomas de decisiones relativas a qué grupos se forman y/o continúan parece estar vinculado a la participación de la Unión en la discusión y diseño de políticas de Estado que beneficien a los asociados y que se consideren más justas. Se interpreta que estos cambios son producto de lecturas de los miembros de la Unión sobre su propio accionar como un sujeto con capacidad política, social y cultural y sobre la lectura de la orientación de algunos aspectos de política pública ocurridos en nuestro país a partir de 2003.

Un grupo dentro de la Unión puede originarse como del tipo organización descentralizada con respecto al colectivo mayor, por ejemplo, un grupo de hasta 50 miembros que realiza un trabajo específico para los 4500 socios y, a su vez, luego decidir operar dentro de ese grupo descentralizado como contendor (plenario) de otras sub comisiones o espacios más pequeños, que a su vez funcionarán de forma descentralizada con respecto al espacio (descentralizado del colectivo Unión) que les dio origen, convirtiéndose así la Comisión en dispositivo asambleario (funcionamiento con mecanismos de asamblea) y las subcomisiones en funcionamiento descentralizado.

Finalizaremos este apartado presentando a continuación un análisis del grupo Red. A través de observaciones y entrevistas se constató que el intercambio y construcción de decisiones ocurre teniendo a todos los presentes, sin distinción de rol, antigüedad o género artístico, como participantes legítimos y con los mismos derechos, no solamente en el enunciado sino como práctica efectiva (ver Apéndice para un detalle analítico de una de las reuniones documentadas y analizadas). Se comentan aquí las características identificadas en este detalle analítico, que a su vez se retoman en la sección a continuación (Discusión) para entender cómo funciona uno de los espacios-tiempos que cumple este requisito de ser asambleario y de organización descentralizada en forma simultánea.

Grupo Red de Artistas. Este grupo descentralizado se organiza con un coordinador (rol ejercido por un par); se fija un calendario de reuniones anual para todo el grupo y a su vez otros calendarios para los subgrupos que componen el Grupo. Se comunican usando la combinación presencial-virtual (combinar reuniones cara a cara con interacciones a través de celulares, e-mail, redes sociales). Quien ocupa el lugar de coordinación desarrolla la tarea de escuchar, tomar notas, dar la palabra, coordinar los tiempos para tratar todos los temas necesarios, considerar opiniones que puedan ser diferentes o contrapuestas y proponerlas para reflexión, comunicar lo tratado en las reuniones, sintetizar información relevante cuando es comunicada. El rol de coordinador es a su vez reconocido interactivamente, como se hace evidente del registro presentado en el Apéndice.

Otro aspecto que surge de la observación es el modo en que se usan los recursos espacio y tiempo. Como surge del registro, la disposición espacial que se elige se vincula a la posibilidad de verse, de la cual se infiere que los guía la premisa de que la interacción no solamente se sostiene en el discurso oral sino también en el kinésico y gestual. También el uso del tiempo se constata como algo preciado: el coordinador es quien está atento tanto en lo que respecta a su distribución para poder tomar los puntos presentados a discusión en su totalidad, para distribuir en forma equitativa el uso de la palabra entre los participantes. Sin embargo también los participantes están atentos a que es un recurso y se responsabilizan acerca de su uso y distribución. Se observó una capacidad importante de sincronía, asociada a la polifonía, de modo tal que también son considerados recursos importantes el uso de sus voces, silencios, lenguaje gestual, y esto se identifica en las interacciones. Se distingue una posibilidad de lectura/escucha entre los participantes posible de ser interpretada desde lo que propone Katya Mandoki (2006a, 2006b): en las interacciones cotidianas los seres humanos leemos una serie de marcas individuadas en nuestros cuerpos y dichas marcas se producen y son productoras de la estética productora de sentido en la vida cotidiana. Se codifican a través de soportes variados y simultáneos en nuestros cuerpos: visuales, sonoros, kinésicos, ornamentales, olfativos, entre otros y conforman el tejido interactivo de nuestra percepción del otro.

Por último, otros aspectos relevantes de acuerdo a las preguntas con que  guiamos la  observación son que los participantes:

-       proveen la experiencia personal como herramienta legítima de generación de conocimiento para el grupo/colectivo;

-       comparten reflexiones espontáneas sobre posibles errores cometidos, aprendizajes producidos y/o formas de generar la información significativas para las decisiones y acciones a tomar en ese momento y lugar, situaciones que se mencionaron como “hacer autocrítica”;

-       intercambian sensaciones, apelan al registro de la emoción y los afectos como vía posible de relación entre miembros de la comunidad (difícil de plasmar en el registro escrito; este tejido afectivo no es tan simple de consignar en la observación).

Por otra parte un análisis de los contenidos tratados (listados en el Apéndice) nos permite identificar que se vincularon entre sí, permanentemente durante esta discusión, los siguientes contextos:

-       grupo de trabajo (el grupo Red);

-       relación entre este grupo (como comisión descentralizada) y la Unión;

-       vinculación entre la Unión y la política estatal;

-       vinculación entre la Unión y la política comercial de los productores y dueños de espacios artísticos.

Dichos contextos a su vez implican órdenes diferentes relacionados con:

-       posicionamientos ideológicos (identificados por los participantes por ejemplo como el posicionamiento de la Unión versus el posicionamiento de la lógica empresaria; o el posicionamiento de esta Unión con respecto a la política pública del Estado y su aporte a la construcción de la misma);

-       construcciones de sentido vinculadas a ser artistas de esta Unión como algo distintivo (que se ligan con no aceptar la explotación en las relaciones artísticas, participar de espacios y circuitos culturales abiertos, permitir y fortalecer la participación de artistas de géneros diferentes y buscar que la equidad en la posibilidad de presentar dicha variedad de géneros en distintos circuitos);

-       vinculaciones entre logística, recursos, mecanismos del Grupo Red, la Unión y otros con quienes se relacionan y cambios que es necesario ir realizando a partir del examen crítico de su práctica, lo que a la vez se liga con la discusión sobre los sentidos de ser artista de esta Unión.

DISCUSIÓN DE DATOS

Detallaremos aquí qué posibilidades de interpretación nos brinda una elaboración del concepto de  dispositivo, tomándolo desde diferentes autores en el campo de la filosofía, para entender cómo se construye la autonomía como práctica, discurso y proyecto.

Dispositivo como matriz de sentido

Tomando la discusión que Agamben (2005) propone de la perspectiva de Foucault, decimos en primera instancia que dispositivo puede homologarse a matriz de sentido concepto que, desde la antropología, algunos autores proponen como definición básica de cultura: una red semántica que otorga a los participantes las orientaciones básicas para su quehacer y para actuar interpretando los significados construidos[8]. Usando esta perspectiva, nuestro análisis muestra que la configuración asamblearia, al funcionar concurrentemente con la organización descentralizada, permite a sus miembros ejercer la práctica efectiva de las orientaciones con que desde nuestra investigación estamos proponiendo caracterizar a un proyecto de autonomía, ya que nuestro análisis corrobora que se orienta por

  • la participación directa en la construcción de los acuerdos y la norma, y en su aplicación, por parte de los miembros;
  • la posibilidad de interrogación sobre los sentidos construidos,
  • la orientación hacia la equidad, la justicia, y la búsqueda de verdad, entendida esta última como la posibilidad de examinar diferentes perspectivas y producir un conocimiento crítico, es decir, que pondere esas diferencias.

En el análisis presentado del dispositivo grupo de trabajo Red de artistas vimos instancias de este tipo, y el análisis de las entrevistas indica que sus miembros perciben que la matriz cultural de la Unión se sostiene por estos pilares; un punto importante a destacar es que esta matriz cultural es una construcción interactiva entre los participantes que a su vez produce sentidos comunes a sus miembros como característica específica de la Unión.

Recordemos que una preocupación fundamental para Foucault fue la de comprender las relaciones entre sujetos, saber y poder. Así fue proponiéndose estudiar las conformaciones de subjetividad a partir del análisis de dispositivos, y al hacerlo, fue encontrando que éstos producen ciertas formas de ver, hacer, creer; es decir, identificó regularidades como regímenes de práctica y sentido. Su programa de trabajo siempre partió de tomar lo concreto, y pensar contra-corriente a la tendencia a producir universales. De todos modos, y por el modo en que lo fue trabajando, el concepto pasó a identificar dispositivos “universalizables”, como escuela, cárcel, manicomio, ya que un dispositivo, al constituirse como tal, lo es porque ha alcanzado un grado de imposición institución en la práctica cultural del grupo que se trate tal que se legitima como instituido, y por tanto, pasa a pensarse como obligatorio, normativo, necesario por quienes conviven en su régimen de sentido. Estos dispositivos conforman subjetividades de determinadas maneras y no de otras en su análisis. Precisamente porque se establecen parámetros normativos, la imbricación entre materialidad y significados le otorga una noción necesidad de actuar de esas determinadas maneras en cada dispositivo particular. En este caso, y al pensar en el grado de “universalidad” que le otorgamos a lo hasta aquí analizado, elegiremos llamarlo “dispositivo asambleario-descentralizado” a modo de capturar en una denominación los dos aspectos que parecen distinguibles, distintivos y fundamentales de este modo de ver/ser/hacer/enunciar de la Unión de artistas extensible a otros colectivos con los que estamos trabajando. Puntualizamos que esta terminología intenta poner juntos dos términos que el sentido común quiere pensar opuestos pero que estamos haciendo el esfuerzo de pensar como distintos, y no opuestos (Deleuze, 2009). Estos son: la calidad que otorga la paridad de decisiones donde todos estamos presentes (calidad dispositivo asambleario) operando junto a la mutualidad y descentralización operativa (calidad de grupos o comisiones de trabajo donde no todos estamos presentes). Sostenerse en ambas calidades sin perder la cualidad de cada una parece ser una forma distintiva de ser/decir/hacer del proyecto de autonomía.

Dispositivo y capacidad de crear

Deleuze (1990), también comentando la obra de Foucault, subrayó que a través de estudiar y comprender los dispositivos es posible revisar lo que se va volviendo coercitivo, consolidando, estratificando al decir de él, y también lo que el ser humano es capaz de generar: algo diferente, nuevo. Siempre, sin embargo, teniendo en cuenta que pensamos desde y dentro de ciertos dispositivos, como ya señalábamos en el apartado inmediatamente precedente.

En sus palabras: “las diferentes líneas de un dispositivo se reparten en dos grupos, líneas de estratificación o sedimentación, y líneas de actualización o creatividad.” (Deleuze 1990: 161). Por su propio interés en la repetición y la diferencia (Deleuze 2009) propone que somos capaces de generar lo nuevo, lo cual a su vez permite la creación de miradas, formas de ser y hacer. Este subrayado resulta pertinente para nuestro trabajo; nos permite tener en cuenta dos aspectos importantes. El primero es destacar que, en sí mismo, y como proyecto, el pensar, decir y hacer la autonomía implica haber creado dispositivos nuevos, e implica haber transgredido algo del orden dado (deslizamiento y heteroglosia, Angenot op. cit.), situación que en nuestro trabajo con esta Unión de músicos queda claramente ilustrada. La Unión ha roto con un tipo de práctica vigente, ha creado algo nuevo dentro de un cierto transcurrir que fue interrogado críticamente. Pero también queremos recordar que, como toda práctica social, incluso el proyecto de autonomía, va generando institución, institucionalidad y normas. Existe de hecho así una tensión entre la posibilidad de creación, que tiende a la apertura, y la tendencia a su institucionalización y estratificación, que tiende a la clausura. Podemos decir que para poder ser practicada, la autogestión como proyecto de autonomía, si bien es ruptura con el orden dado heteronómico, también exige una cierta estabilización; para ser aprendida y enseñada, exige una cierta sistematización de experiencia, una transmisión de la historia ya hecha en este caso por un colectivo o grupo sujeto específico. Y para haber sido creada y continuamente ir siendo lo que es, también precisa no estratificarse, permanecer en estado de apertura. Interpretamos que este  colectivo de artistas transita cotidianamente estas tensiones entre líneas de estratificación y líneas de innovación, tensión extensiva también a otros colectivos observados. Entendemos que la tensión entre estratificación y creación es una característica del proyecto de autonomía que para ser tal, debe precisamente permanecer así: en tensión, en equilibrio dinámico, y en permanente interrogación de sus orientaciones básicas (justicia, equidad, igualdad, construcción de criterios de verdad plurales, participación directa sobre la construcción de la norma). Se propone no interpretarla como “falta” (de institucionalidad por ejemplo) sino como una característica de su misma definición.

Dispositivo como analizador

La noción de dispositivo más marcadamente como una orientación de mirada útil al mismo colectivo, como una forma de analizar que permite ver, aparece en el trabajo de Guattari (1987) y también Guattari y Rolnik (2005). Este autor utiliza el término dispositivo analítico, y con ello quiere referirse a configuraciones que permiten observar algo que está ocurriendo, interpretarlo y volver a operar sobre ese algo desde una situación distinta, enriquecida, confrontada con otras perspectivas. Guattari ha identificado que cualquier proyecto de cambio social opera con dispositivos analíticos. Su posición filosófica y política fue la de reconocerlos y tomarlos como referencia, ya que tienen posibilidad de operar sobre el tejido social en forma directa y contundente. Da el ejemplo de medios de comunicación en situaciones históricas específicas (Guattari 1987: 103) que funcionando como dispositivos de análisis social, permitieron abrir, proponer, observar y analizar la realidad desde un punto de vista no uniforme en contraposición a otros tipos de medios de comunicación que construyen hacia la heteronomía por su carácter de querer imponer formas únicas y unívocas de interpretar la realidad. Esta forma de entender un dispositivo también interesa al análisis de lo presentado aquí, ya  que una buena parte del contenido del trabajo del grupo Red de artistas se vincula a la generación de dispositivos de comunicación, difusión, puesta en discusión y transmisión de la “identidad-Unión” a la sociedad. De esta manera, estas herramientas se constituyen en dispositivos de análisis sobre las prácticas cotidianas de la Unión, comunican esos análisis y en ese quehacer forjan la idea de que es posible construir otras instituciones, es decir, otras realidades. También lo identificamos como común a otros colectivos: la capacidad de producir dispositivos analíticos que funcionen hacia el mismo proyecto (muchos colectivos utilizan el lenguaje audiovisual a estos fines) y que articulen hacia fuera del mismo. En nuestra presentación sobre los aspectos comunes entre colectivos, el apartado de la mirada panorámica, he descripto esa característica como la de crear dispositivos para tomar decisiones en forma concurrente con dispositivos de análisis de la propia práctica, haciendo notar que además unos y otros pueden también adquirir ambas funciones. Como en el punto anterior, esto se identifica como una marca de identidad de estos tipos de proyectos y redunda en  una elección, un proyecto de vida, una forma diferente de asumir la posición de sujetos participantes.

ALGUNAS CONCLUSIONES Y NUEVAS LÍNEAS DE TRABAJO

Para esta comunicación me he centrado en el análisis de dispositivos, según la discusión conceptual que acabamos de presentar, integrando la visión de diferentes autores para señalar aspectos puntuales que aparecen en nuestra interpretación de datos. Podemos confirmar que resulta útil para guiar la comprensión de los proyectos de autonomía la distinción triple establecida entre dispositivo que conforma formas normativas de mirar/hacer; dispositivo como situación donde también se aloja la creación; dispositivo como modo de análisis que vuelve hacia la acción.

He puesto el acento también en identificar los mecanismos concretos con los que los dispositivos operan, que se evidenció a través del análisis de interacciones y contenidos en el grupo Red, presentado en el Apéndice y en la Discusión de datos. En términos de Foucault, nos referimos a esa suerte de vinculación de elementos heterogéneos que es el dispositivo y que funciona a través de mecanismos específicos de ver/enunciar/hacer.

La historia específica de la Unión mirada desde el contexto más amplio, situándola en el mapa de la Argentina reciente, si bien presentada en forma acotada en este escrito, nos ha permitido comprender que cada colectivo entiende -metaboliza en el sentido que le da (Aulagnier, 2007)- alguna parte de la historia del país o del mundo en relación a su experiencia, su conformación como grupo-sujeto y su quehacer, siempre tomando en cuenta los ejes que estamos analizando: aprendizaje como construcción de conocimiento; creación como capacidad reflexiva y deliberada de tomar decisiones y transformar la historia; diversidad existencial entre sus miembros como conjunción no jerárquica y posible de lo diferente.

Desde el punto de vista de entender la vinculación de estos dispositivos con el aprendizaje de la autogestión, y de su relación entre este aprendizaje específico y la autonomía como proyecto, hemos identificado dos pilares que recorren estas experiencias: la mutualidad que corrientemente se expresa en la frase “uno para todos-todos para uno” (el origen de la palabra mutuo es la conjunción de meuum mío y tuum tuyo en Latín originalmente) y la paridad. La potencia de su operación conjunta y sinérgica puede explicar en parte la  posibilidad de sostener un  proyecto de autonomía. Por otro lado hemos identificado que otras tensiones sinérgicas se alojan en las formas de usar recursos (tiempo, espacio, recursos monetarios y conocimiento, por ejemplo) de forma tal que se está en la búsqueda de conceptos que diverjan de la eficiencia para darle un nuevo contenido a la producción dentro de las posibilidades de la auto-gestión. En este sentido, el proyecto de autonomía como perspectiva de vida, compromiso y elección de forma de vivir cobra una importancia fundamental. Identificar que dicho proyecto tiene una marca característica en sostener tensiones que tal vez traccionan en direcciones diferentes pero que no necesariamente producen rupturas  u oposiciones inconciliables, resulta una contribución importante a la conceptualización de estas experiencias.

En comunicaciones posteriores interesará profundizar sobre las percepciones de la diferencia, específicamente en tanto en los colectivos con que estamos trabajando, es corriente que sus miembros tengan pertenencias múltiples, tanto en sus trayectos laborales como en sus experiencias familiares, geográficas, institucionales, que a su vez difieren de las de sus pares. De esta manera, la potencia de la diversidad y la diferencia se traduce en que, para muchos de los miembros de estas experiencias colectivas, el aporte de sus distinciones particulares puede actuar a favor de la cohesión, situación si se quiere paradojal si uno la pensase solamente desde el sentido que usualmente opera en nuestras sociedades, donde diferencias, distinciones, diversidades se predican sobre la desigualdad.

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NOTAS



[1] Heras Monner Sans, Ana Inés: Directora de los Proyectos de Investigación PIP 0696 (“Aprendizaje y percepción de la diferencia en proyectos de autonomía”) y PICT 0087 (“Aprendizaje y creación en proyectos de autonomía”). Instituto Rosario de Investigación en Ciencias de la Educación IRICE-CONICET e Instituto para la Inclusión Social y el Desarrollo Humano. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

[2] Julio Chueco. A la memoria de nuestro inesperadamente fallecido compañero. Por su formación en áreas diferentes (la cultura, el psicoanálisis, las humanidades y las artes) fue capaz de acercarnos formas de mirar integrales, no disociadas, que podían poner en un cuadro solo, elementos de distinta variedad, naturaleza y origen. Siempre interesado en seguir leyendo y aprendiendo, ponía a debate textos, lecturas, paradigmas de pensamiento que le resultaban enigmáticos por naturalizados, paradójicamente. Y al hacerlo, de paso, cuestionaba también algunas historias heredadas, algunas filosofías y psicologías tal vez no del todo interpeladas. Su posición desde este margen crítico ayudó siempre a volver a preguntarnos "¿qué estamos haciendo?" Llevaremos con nosotros esta pregunta-Julio como una actitud que nos permite continuar hacia delante.

[3] Angenot usa el término heteronomía también para referirse a los sentidos que surgen en contextos histórico sociales que se oponen a la hegemonía, a lo que prevalece con tendencia a discurso único. En ese sentido es diferente al modo en que lo estamos usando en este escrito, ya que nuestro uso de heteronomía responde al concepto utilizado por Castoriadis para referirse al régimen de sentido que explicamos en este texto. Por ello usaremos en este texto el sentido de heteronomía definido por Castoriadis, y usaremos sí heteroglosia y deslizamientos para referirnos a las construcciones no hegemónicas, portadas en discursos disidentes, transformadores.

[4] Hemos producido un sitio de acceso restringido para un equipo que se va conformando por miembros de algunos colectivos auto-gestionados y por miembros de equipos de investigación insertos en el sistema CONICET y en otros sistemas de producción de conocimiento, quienes estamos compartiendo la responsabilidad de generar y analizar datos.

El sitio donde se van alojando las producciones del Proyecto que se desean hacer públicas es: http://proyectodeautonomia.wordpress.com/

Dentro de dicho sitio, se pueden ver las específicas referidas a Encuentros Abiertos en: http://proyectodeautonomia.wordpress.com/category/encuentros-abiertos/

[5] También se identificaron experiencias en otros lugares, a partir de las cuales se pretenderá más adelante analizar los puntos en común, si los hubiera. Por ejemplo, en EEUU se ha identificado un grupo de artistas nucleados en una cooperativa con el cual se mantienen intercambios por mail; en Chiapas, México, algunas experiencias educativas vinculadas al movimiento zapatista, relevadas in situ; en Uruguay se estableció contacto con un proyecto de vida colectivo de orientación anarquista, auto-gestionado, a través del correo electrónico y de realizar entrevistas a un miembro en forma presencial.

[6] Se trata de la Unión de Músicos Independientes, quienes autorizaron no solamente a desarrollar este trabajo junto a ellos, sino a publicar estos resultados y mencionar su nombre.

[7] No se consigna a los grupos con sus verdaderos nombres pero los nombres que le he dado mantienen la idea sobre su contenido.

[8] Excede esta presentación discutir este punto en profundidad. Tomamos como referencia para esta afirmación a autores como Geertz, Bruner, Clastres.

Apéndice. Análisis de una instancia de reunión del grupo Red.

El dispositivo usado para la reunión fue asambleario; participaron alrededor de 25 personas de un grupo que oscila entre 30 y 50 miembros, según el momento del año, las tareas y las posibilidades de los socios. Describo a continuación varios de los mecanismos específicos usados.

Descansar en que existe un coordinador. En su rol ordena la palabra, realiza síntesis escritas a posteriori y para ello también recapitula durante el intercambio. Por ejemplo, en este fragmento de las notas tomadas a partir de un registro manuscrito en vivo y de un audio realizado ese día: El coordinador comenta que P estará ocupándose de la tarea de facebook desde ahora y vuelve a consultar a N si le puede pasar los datos. Reconfirma y dice en voz alta que está consignándolo por escrito. Observé que había muchos medios/soportes de información presentes simultáneamente: la voz tomar la palabra/escuchar, la escritura varios anotaban y el coordinador hacía la crónica para las minutas, la escritura pública el orden del día en el pizarrón para que todos pudieran gráficamente ver por dónde iba la reunión, el uso del cuerpo y los gestos para dar sentido a alguna cuestión puntual, etc. El coordinador sugiere de todas maneras que antes se comunique con R, no sea cuestión que haya tenido algún problema pero pueda seguir participando, y alguien más sugiere también hablar con D pero “estaba complicado con asumir tareas”. El coordinador recapitula algo que hizo durante varios momentos en la reunión y que interpreto como una manera de ir puntualizando acuerdos, avances, puntos tratados: “ya tenemos a T, a P , y necesitamos sí una persona que también es muy importante, lo más rápido posible, dentro de los que quieran trabajar en Prensa y Difusión, que es la persona que va a centralizar todas las fechas, todas las bandas le van a mandar las fechas a esta persona, y esta persona va a subir a la página de la institución, pero para que aparezca en el Boletín, ya lo arreglé con G, en realidad dije mal, no tiene que subirlo a la página, tiene que enviárselo a G para que lo suba en un destacado del Boletín, que va a todos los socios. Es una tarea bastante simple.” Fragmento de observación 1.

Validación interactiva del rol  de coordinador. Puntualizamos que para que exista la figura del coordinador y los participantes descansen en ella es necesario que los se valide en forma continua e interactiva ese rol. Esta fue una característica observada en forma recurrente en los intercambios, por ejemplo en el Fragmento de intercambio 2:

-          coordinador “en realidad dije mal, no tiene que subirlo a la página, tiene que enviárselo a G para que lo suba en un destacado del Boletín, que va a todos los socios. Es una tarea bastante simple.”

-          participante 1 dice que él tiene armada una grilla

-          coordinador dice que lo dejemos terminar con la idea “ya que como son temas operativos, así queda claro. Como hacemos siempre, si alguien ve alguna cosa de oposición, como hacemos siempre, se discute.” Vuelve a comentar que esta persona centralizaría todas las fechas y se las pasaría a P, para que suba eso al facebook, y a T para que suba al myspace, y a G para que lo pase por el Boletín.

-          participante 2 agrega: “Y a L para que lo ponga en la revista”.

-          coordinador “sí, a L también, perdón.”

-          participante 3 comenta que ahora tiene un inconveniente con la radio y le pide al coordinador “que se lo separe. Porque hay que cambiar el día ya que había arreglado, era todo para el martes pero ahora hay que cambiar el día y no sé si voy a poder”. Comenta que quería hablar con D porque él estaba interesado en ir a la radio. “pero a esta actividad la puedo hacer, así que separámela.”

-          coordinador repite: “sería mandar a L, a P , a T y a G toda la data. Que todas las bandas te lo manden a vos, y vos lo distribuís. Entonces vamos a asegurar que las fechas de los lugares que hayvayan para todos lados”

Lo que se puede observar en este registro es el desarrollo de la coordinación en forma interactiva, en el sentido de que los demás descansan en ese rol, a la vez que aportan datos para que se pueda desempeñar lo mejor posible, incluso agregando correcciones como lo hace el participante 2 o realizando pedidos explícitos de ocupar un rol como lo hace el participante 3. Esto presupone que los miembros de este grupo de trabajo desarrollan, simultáneamente, la escucha activa y el pedido y toma de palabra en forma coordinada con la escucha. Además, están atentos a otros tipos de información, tal como la gestualidad, entonación y uso del cuerpo para generar sentido, aspectos comunicativos relevantes en este tipo de espacios, como se comenta en seguida.

Otros atributos complementarios del tejido interactivo. Los dos primeros atributos descansar en un coordinador y validar su accionar se apoyan a su vez en este caso en:

-       ubicarse en ronda disposición espacial de esta reunión, a diferencia de otras  situaciones observadas donde la disposición es diferente;

-       escuchar a los demás y leer también su gestualidad o lenguaje corporal relacionado con lo anterior, observable en todo momento durante la reunión según las notas de registro

-       entender que cualquier participante puede pedir la palabra en cualquier momento para: expresar opinión, asentir, disentir, hacer una broma, preguntar algo, proponer una acción y puede ser o no otorgada según la dinámica específica.

Estos atributos que acabamos de mencionar componen así una trama compleja de interacción en la cual la lectura de los contenidos qué se dice es tan importante como la comprensión de los ritmos cómo, cuándo, quién dice qué. Es  posible que su práctica artística tenga algo que ver en la capacidad de leer esta variedad de signos producidos en forma simultánea, poder interpretarlos y producir comprensión y entendimiento.

Componentes de la estética de la vida cotidiana. A su vez vinculado con esta interpretación sobre cómo se desarrolla la interacción en estos multi-álogos, existen otros componentes que pertenecen a la esfera de la estética de la vida cotidiana, guiándonos aquí por el trabajo de Mandoki (2006 a y b):

-       apelar al humor para dar a entender algún aspecto de lo presentado;

-       apelar a cierto histrionismo o dramática paralingüística para generar énfasis o comunicar algún aspecto especial para lo cual la disposición “ronda” es fundamental porque se puede leer la gestualidad de quien enuncia/quien escucha;

-       producir observaciones o presentación de argumentos en contrario a otras observaciones o argumentos en un engarce rítmico se realizaron de forma ordenada pero abierta: se expresaron opiniones complementarias en algunos casos y no se intentó que una cambiase a favor de otra, sino que se continuó produciendo ideas a partir de estas distinciones y diferencias.

Estos componentes son visibles en los dos fragmentos a continuación que ilustran el aspecto “Humor”: Fragmento 3. Al inicio de la reunión se acordó brevemente que cuando sonara el timbre había que bajar a hacerse cargo de abrir. Yo comenté que en nuestro equipo el último que entró es el que baja a abrir. Varios me dijeron, entre risas, que como ellos eran muy solidarios, todos querían bajar a abrir, y en broma consultaron si estaba eso audio-grabado.Así comienza el audio… “Somos tan solidarios que nos peleamos por abrir la puerta”

 

Fragmento 3 b. “Redondeemos la respuesta al mail”, dice JM. Le consulta a E quién contesta ese mail. Se retoma el tema del contenido y la forma de esta respuesta. Algunos proponen decirle algo lacónico como “bueno, está bien”. Risas. Otros dicen poner las tres líneas que había dicho S. Otros: “una buena respuesta es un mail en blanco” más risas a lo que alguien agrega “la tapa en blanco de Clarín” y alguien todavía propone hacer un gesto o una cara muestra cuál sería la idea con su rostro. Risas. Muchas conversaciones y propuestas en simultáneo. Alguien agrega decirles también: “cuando tengan el lugar en condiciones nosotros vamos a hacer una fecha en condiciones”.

Loscontenidos tratados en la reunión, según mi análisis descriptivo corroborado con los participantes a posteriori, fueron:

-       estrategias de prensa y difusión;

-       diferencia entre conceptos de comunicación, posicionamiento y convocatoria;

-       relación entre diversas tecnologías digitales y la comunicación, la prensa y la difusión;

-       circuitos de comunicación internos y externos, y relación entre ambos;

-       relaciones con otras instituciones/tipos de  instituciones según sus orientaciones;

-       relación entre miembros que se están por incorporar, miembros nuevos y miembros con más experiencia;

-       integración de distintos perfiles y propuestas artísticas;

-       acceso y equidad a lugares para presentar su arte en vivo;

-       equidad entre los distintos géneros artísticos representados en la unión;

-       maximización de los recursos y los voluntarios para poder abarcar todas las tareas propuestas, lo que implica ir proponiendo formas diversas de reorganizar el grupo grande y generar otros grupos operativos;

-       ponderación de cuánto puede abarcar este grupo como tal y qué colaboración puede pedirse de otros grupos de la unión para llevar adelante su trabajo;

-       relación entre artistas de Ciudad de Buenos Aires y de localidades del conurbano;

-       examen crítico constructivo de los mecanismos de coordinación de diferentes tareas para ratificarlos o modificarlos;

-       relación entre la unión de artistas, los teatros, los centros culturales y otros espacios donde se muestra arte por ejemplo, facultades, museos, otros espacios, etc.;

-       relación entre algunas actividades de esta unión, la política pública vigente y los cambios en política pública que hoy están en discusión;

-       papel de la unión en esos cambios;

-       información sobre posicionamientos políticos y partidarios del contexto ampliado y su vinculación con propuestas de trabajo de esta unión;

-       posicionamiento de esta unión con respecto a los requisitos con que deben contar los lugares donde se  presentan artistas de este colectivo;

-       análisis de la percepción por parte del contexto ampliado acerca de qué es y qué hace esta unión de artistas;

-       distinción entre la lógica artística y la lógica empresaria;

-       cambio de escala en las actividades y presentaciones de la unión, y qué implica este cambio a nivel organizativo y de posicionamiento ideológico;

-       décimo aniversario de la unión y posicionamiento a partir de la conmemoración de ese aniversario en el Espacio Cultural Nuestros HijosECUNHi.



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