En el contexto del confinamiento preventivo y obligatorio, existe otra pandemia que tiene que ver con lo que viven habitantes de nuestro país, particularmente en la provincia de Santiago del Estero, frente a la embestida de empresarios y el agronegocio.

Los movimientos campesinos están llevando adelante distintos relatos a modo de informes de las violaciones a los derechos humanos y de las resistencias campesinas e indígenas ante la embestida de empresarios en los montes santiagueños durante el aislamiento. 

Juan Chazareta, integrante del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE), afirma que “los empresarios están violando la cuarentena aprovechando el confinamiento y entrando a las comunidades campesinas a seguir violando los derechos. Digo que aprovechan porque hay complicidad policial de los controles y también violan el decreto presidencial y entran a territorios campesinos. Las comunidades han tenido una actitud de respeto al confinamiento y de solidaridad con los pueblos”.

Las comunidades campesinas producen alimentos sanos para las comunidades locales, pero entienden las restricciones de la cuarentena.

El integrante del MOCASE, además, refiere a la situación particular de la pandemia que agrava el contexto ya preexistente de conflicto para las comunidades campesinas. Dentro de una serie de informes producidos por la organización sobre historias de resistencias de los pueblos campesinos, Chazareta refiere al caso de la comunidad de La Guayaca.

“Las comunidades campesinas tienen el rol histórico de abastecer a los mercados regionales con alimentos.
Las comunidades están en su lugar con el rol histórico y social que es la producción de alimentos sanos para los mercados populares. Pero los compañeros y compañeras son estrictos en esto de no estar moviéndose de pueblo en pueblo. En realidad el día a día, en la vida cotidiana, no cambió mucho con la pandemia. Sí hay algunas cuestiones de transporte y problemáticas preexistentes”, afirma Chazareta.

Los países más de corte neoliberal y de derecha están teniendo una cantidad de muertos impresionante, y los gobiernos de tinte más popular están atendiendo más a la salud pública y no tanto a la repercusión económica. Por todo esto es importante el rol de los movimientos sociales y populares.

El integrante de MOCASE habla sobre cómo los países están tratando la expansión del virus: “Es importante el rol de los movimientos sociales y populares en esta pandemia, porque los que bancamos la olla somos nosotros. Sí, a veces el Estado manda mercadería e insumos, pero somos nosotros, porque en Santiago del Estero, en los pueblos, hay mucha gente que depende de su día a día y hoy está todo cortado. Creo totalmente que la pandemia y el virus están íntimamente relacionados a la producción de alimentos del capitalismo que acá tenemos, de igual manera con el tema de los agrotóxicos que nos envenenan”.

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