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Martes 14 de octubre de 2025

En este Día Internacional de las Mujeres Rurales, hacemos un llamado a una acción concreta para avanzar en la igualdad, los derechos y el empoderamiento de las mujeres y niñas que viven en entornos rurales. Cada día, ellas alimentan a las comunidades, protegen el medio ambiente y promueven el desarrollo sostenible. Invertir en ellas es tanto un acto de justicia como una garantía para nuestro futuro compartido.

Durante generaciones, las mujeres en zonas rurales han impulsado movimientos colectivos por el cambio, movilizando comunidades, influyendo en políticas y abogando por causas de importancia vital como la justicia climática. Su liderazgo sigue tendiendo puentes entre la acción local y el progreso global, incluso cuando las áreas rurales son las más afectadas por la pobreza extrema y la inseguridad alimentaria, impactando especialmente a mujeres, jóvenes y pueblos indígenas. Si las tendencias actuales continúan, 351 millones de mujeres y niñas seguirán viviendo en pobreza extrema para 2030.

Frente a estos desafíos, el testimonio de Verene Ntakirutimana, de Ruanda, evidencia cómo el empoderamiento de las mujeres en entornos rurales genera cambios tangibles y duraderos. Con el apoyo del Programa Conjunto sobre el Empoderamiento Económico de las Mujeres Rurales, pasó de la agricultura de subsistencia a dirigir un pequeño y próspero negocio. Su éxito transformó las actitudes comunitarias: desafiando estereotipos, promoviendo la toma de decisiones compartida e inspirando a otras personas a seguir su ejemplo.

El tema de este año, “Mujeres rurales en ascenso”, es tanto un homenaje como un llamado a la acción. Avanzar en sus medios de vida, liderazgo, derechos y resiliencia —como se establece en la Agenda de Acción Beijing+30— es fundamental. Iniciativas como el Año Internacional de las Mujeres Agricultoras en 2026, la Década Interamericana por los Derechos de Todas las Mujeres, Adolescentes y Niñas en Entornos Rurales (2024–2034), así como movimientos comunitarios como Mujeres hacia el Kilimanjaro, ofrecen oportunidades poderosas para visibilizar su trabajo, hacer oír sus voces y reconocer sus derechos.

Cuando las mujeres rurales se empoderan, los campos progresan, las familias prosperan y las sociedades se transforman, impulsando la visión de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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