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Orgullosamente FACSO
Hemos concluido el 2020. Un año que, sin dudas, quedará plasmado en nuestra memoria, en nuestro sentir, en nuestra vida personal, familiar, profesional. Un mes, un día -el 17 de marzo- que marcó un antes y un después, la suspensión de las actividades presenciales en la Universidad en el marco de una pandemia COVID-19 que avanzaba a pasos agigantados, modificando abruptamente nuestras prácticas sociales, institucionales y cotidianas.
En ese contexto inédito, incierto, teñido de perplejidades, preocupaciones, miedos, una gran tarea: sostener la continuidad educativa de las cursadas recientemente iniciadas y del curso de integración a la vida universitaria (CIVU). En esas circunstancias, comenzamos a explorar nuevas alternativas pedagógicas y administrativas, a recrear otros escenarios educativos - académicos - territoriales y a modificar las modalidades de trabajo y de comunicación. De pronto, las aulas virtuales, las plataformas, las salas de videoconferencia (Zoom, Meet, etc.), las pantallas, los protocolos, los dispositivos, los datos, las reuniones mediadas, comenzaron a atravesar nuestras acciones y los lazos interpersonales tomaron nuevos matices.
Así, quienes formamos parte de la FACSO -profesores/as, auxiliares, nodocentes, estudiantes, graduados/as, secretarias/os, consejeros/as, directores/as, becarios/as, tutoras/es- nos pusimos a prueba y desplegamos toda nuestra creatividad, capacidad de trabajo y compromiso institucional. Hoy, al cierre del ciclo académico, podemos decir con orgullo que son múltiples los logros institucionales. Las memorias 2020 lo reflejan cabalmente. Invitamos a leerlas: cada línea denota esfuerzo, tiempo, proyectos, pensamiento, acciones y sobretodo, demuestra una comunidad pujante que valora la construcción colectiva y solidaria.
Finalmente, consideramos que el tiempo por-venir pone de relevancia el papel estratégico de las ciencias sociales y de la universidad pública en la configuración de sociedades post-pandemia -signadas por el impacto de lo impensado (el aislamiento), por la desigualdad social (pobreza y concentración), por la crisis ambiental (a escala planetaria), por las problemáticas del trabajo y la educación, por la violencia social y por la visibilidad de los prejuicios- para proyectar nuevos/otros horizontes vinculados con una sociedad más igualitaria, justa y diversa; con más ciencia, formación y extensión. Nuevos rumbos y desafíos nos esperan.
Gracias porque entre todos/as escribimos un capítulo muy singular e importante de la historia de la Facultad. Que el próximo año sea de crecimiento, salud, amor y prosperidad.
Equipo de Gestión.
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