Crisis en Perú: un Gobierno que no escucha
Las manifestaciones por un cambio social en Perú se originaron lejos de la centralidad limeña, sobre todo en los departamentos del sur. Son los pueblos indígenas y campesinos, discriminados por el Estado, los protagonistas de una revuelta reprimida en forma brutal por el Gobierno de Dina Boluarte. En las calles se pide su renuncia y el urgente llamado a elecciones.
Ernesto Benavides
La crisis en Perú volvió a estallar tras la destitución de Pedro Castillo y la asunción a la presidencia de Dina Boluarte. Desde entonces, 56 personas fallecieron por hechos vinculados a las protestas que exigen la renuncia de la mandataria y el adelanto de elecciones generales para 2023. El Congreso avanza en una reforma para que los comicios sean en 2024, desoyendo lo que claman las calles, sobre todo del sur peruano.
Nuevo estallido
Las protestas en Perú estallaron el 7 de diciembre, día en que el entonces presidente Castillo anunció la disolución del Congreso y la reorganización de todo el sistema de justicia. La decisión de Castillo, adoptada horas antes de que el Congreso vote la tercera propuesta de vacancia en su contra, fue denunciada como un golpe de Estado pues infringía la Constitución. El Congreso aprobó su vacancia, Castillo fue detenido y apresado de manera preventiva. La vicepresidenta Dina Boluarte juró al cargo como nueva presidenta interina.
Al inicio de su mandato como presidenta, Boluarte tuvo un discurso mesurado y llamó a todos los actores políticos a darse una “tregua” para enrumbar al país de forma democrática hasta julio de 2026. Sin embargo, manifestantes empezaron a exigir en las calles el adelanto de elecciones, pues consideraban que la mandataria no los representaba y había traicionado su promesa de irse junto a Castillo si este era destituido. Las movilizaciones pedían además el cierre del Congreso, que cuenta con un nivel de desaprobación del 88 por ciento de la población, y la convocatoria a una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución.
La situación llevó a la Presidenta a declarar el estado de emergencia en regiones donde las protestas eran más notorias, sobre todo del sur peruano, permitiendo el despliegue de militares. La titular del Ejecutivo justificó la medida argumentando la necesidad de hacerle frente a la violencia que algunas personas cometían en medio de las protestas, incendiando instituciones públicas y saqueando comercios. Esto desencadenó la muerte de 27 personas, entre el 11 y 21 de diciembre. La indignación creció y tras el cese de las protestas por las fiestas de fin de año, estas retomaron con más fuerza el 4 de enero de 2023.
Perú en crisis y dos modelos en pugna
En la nota "El embrollo peruano", publicada en Servindi, la periodista María Sosa Mendoza señala que Perú atraviesa una gran polarización política y social: "En el país se establecieron dos coaliciones enfrentadas: una coalición proestablishment y otra antiestablishment". Y, citando al politólogo Carlos Meléndez, explica que "la primera se encuentra conformada por las bancadas parlamentarias de derecha y centroderecha, las fuerzas de seguridad, los grandes empresarios, los medios de comunicación tradicionales y las clases altas y medias limeñas"; y "en la segunda se encuentran los diferentes grupos de izquierda, la población rural perteneciente a los sectores socioeconómicos más bajos y el heterogéneo mundo de la informalidad". En el último tiempo, se lee en el artículo, al núcleo duro de apoyo a Pedro Castillo se sumaron diversos actores con demandas específicas ligadas a la minería, los derechos laborales, el cuidado ambiental y los servicios básicos.
Puno, una de las zonas más afectadas por la represión de la Policía Nacional del Perú, se encuentra al sur del país. Esa región contiene la mayor reserva de litio del país, es productora de oro, de estaño, de uranio y de plata. En su geografía se extiende el lago Titicaca, contaminado por aguas servidas y por la explotación minera. Además, en la isla de Amantani se encuentran los centros ceremoniales que son el origen de la dualidad en la cosmovisión andina. Las protestas que se llevan a cabo en Puno, y en otras localidades alejadas de la centralidad limeña, tienen como protagonistas a campesinos e indígenas que hace tiempo ven postergados sus derechos básicos.
Salidas a la crisis
Desde el retorno de las protestas se han producido otras muertes, con denuncias que apuntan a una responsabilidad directa de la Policía y los militares por el uso excesivo de su fuerza. Así, suman en total 56 fallecidos por hechos vinculados a las protestas (55 civiles y un policía), además de 912 personas y 580 policías heridos, según la Defensoría del Pueblo.
Todas las muertes han ocurrido en regiones fuera de Lima, sobre todo el sur y donde habitan pueblos indígenas y campesinos que sufren una discriminación histórica por parte del Estado.
Cansados de esta situación, delegaciones de diversas regiones del país se organizaron para llegar a Lima y hacer sentir su voz de protesta en una marcha convocada para el 19 de enero. La jornada de ese día fue fue masiva, pero terminó con el incendio de un edificio en el Centro de Lima que testigos acusan fue provocado por la Policía para culpar a los manifestantes.
El 21 de enero la policía montó una intervención para desalojar a los ciudadanos de regiones que habían sido alojados en la reconocida Universidad San Marcos por los estudiantes. Esto último ha acrecentado aún más la indignación por escenas grabadas en las que se aprecia la prepotencia policial durante el operativo y las denuncias de abusos que hicieron los detenidos. La reacción inmediata a estos últimos acontecimientos ha sido la convocatoria a una marcha universitaria, impulsada por frentes estudiantiles de las universidades de Lima y Callao, para el 24 de enero.
El clamor popular exige la renuncia de la presidenta Boluarte, que llevaría a que el Presidente del Congreso asuma como Jefe de Estado y convoque de inmediato a elecciones generales. Por ello, también se pide la renovación de la Mesa Directiva actual del Congreso, presidida por un militar en retiro, para que se elija a una nueva figura que garantice una transición democrática.
Boluarte ya expresó que no renunciará, mientras que el Congreso, desoyendo el pedido en las calles, avanza en la aprobación de una reforma para adelantar las elecciones recién a abril de 2024. Los gobiernos regionales, por su parte, piden que se presente otra propuesta para adelantar las elecciones a diciembre de 2023, hecho que es posible según las autoridades electorales.
La salida a esta crisis, en todo caso, sigue en manos de la presidenta Boluarte y el Congreso. Por lo pronto, lo único garantizado son nuevas movilizaciones en Lima y regiones del Perú.
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El Poder Judicial chileno hablará mapudungún, rapa nui, aymara y quechua
La ministra de la Corte Suprema Ángela Vivanco presentará una guía de terminología jurídica en lenguas de cuatro pueblos originarios
Santiago de Chile - 20 FEB 2023
Es una primera etapa, pero se pretende avanzar en el futuro con más tramos. Así es la iniciativa que lanzará el Poder Judicial chileno, en el contexto de la comisión de lenguaje claro, para promocionar por primera vez cartillas que traducen términos jurídicos clave de acceso a la justicia en el idioma de cuatro de los diez pueblos originarios reconocidos en la ley indígena de 1993: mapudungún, rapa nui, aymara y quechua.
Quien lidera esta iniciativa es la ministra y vocera de la Corte Suprema Ángela Vivanco, que además es presidenta de la comisión de lenguaje claro y está a cargo del comité de grupos y personas vulnerables y acceso a la justicia del Poder Judicial. En paralelo, y por segunda vez, la magistrada es parte de la comisión constitucional del máximo tribunal que se instaló de cara al segundo intento de Chile de elaborar una nueva Carta Magna, luego que en septiembre de 2022 se rechazase la primera propuesta.
“El trasfondo de esta iniciativa es que Chile tiene una unidad como país, pero esa unidad no puede desconocer que existen distintos grupos que tienen culturas, lenguas originarias y una individualidad. En otras palabras, que sea Chile un Estado unitario no significa que no haya distintas etnias y realidades”, dice Ángela Vivanco. “Esas realidades, desgraciadamente, han vivido etapas históricas muy carenciadas por falta de difusión de su cultura y su lengua, lo que ha generado niveles de aislamiento de esos grupos al no ser reconocidos en su amplitud y su riqueza del mismo modo que otras realidades nacionales”, agrega.
De los cuatro pueblos originarios seleccionados para esta etapa inicial, dos tienen la mayor población. De acuerdo con el Censo de 2017, el 12,8% de las personas consultadas se identificó con un pueblo indígena. De ellas, el 79%,se declaró mapuche, el 7% aymara, el 1,55% Quechua y el 0,43% Rapa Nui, entre otros.
Las cartillas, que se presentarán oficialmente el 21 de febrero, se titulan Guía de acceso a la justicia para ciudadanas y ciudadanos de pueblos originarios. Y abordan en lenguaje claro, sin tecnicismos jurídicos, desde cuál es la labor y cómo se compone el Poder Judicial hasta a qué tribunales dirigirse en materias laborales, civiles, de familia y penales; cómo revisar digitalmente el estado de las causas y, entre otros puntos, los derechos y deberes tanto de víctimas como imputados.
“Desde el punto de vista tradicional, muchas veces el acceso a la justicia se ha mirado solo desde la perspectiva de que la ley permita a todos poder ejercer acciones frente a la justicia. Pero hay un segundo nivel que tiene que ver con que también importa la comprensión de los procesos, porque no puedo acceder a la justicia en términos sustantivos si no comprendo qué es lo que tengo que hacer, para qué lo hago y cuáles van a ser los resultados posibles”, señala Vivanco.
La magistrada explica que el uso de lenguaje claro no solo implica que la terminología se use correctamente, sino que los jueces tienen que ser capaces de decodificarlo “para que el ciudadano común lo pueda entender. En el caso de las personas que pertenecen a los pueblos originarios, no es lo mismo recibir esa información en el idioma común que nosotros tenemos, que es el castellano, que en sus propios lenguajes, porque les resulta más cercano y de más fácil comprensión”.
Justicia indígena y proceso constitucional
Esta es la segunda vez que Ángela Vivanco integra la comisión constitucional de la Corte Suprema. En el proceso anterior, el Poder Judicial fue crítico frente a varias propuestas relativas a la judicatura de la Convención Constitucional, el órgano electo que en 2022 elaboró el texto que fue rechazado por un 62% de la ciudadanía.
Uno de los puntos que criticó el Poder Judicial fue el alcance de la propuesta sobre justicia indígena. Cuestionó que no quedaba claro a quiénes se aplicaría, si era voluntaria o no y quiénes la impartirían.
Vivanco recuerda aquellos cuestionamientos: “Chile es un Estado unitario, por lo que todo el sistema de justicia constituye una unidad. Pero cuando se dice que va a haber un sistema paralelo, significa que no existe esa unidad. En la propuesta solo se planteaba que se unificara en la Corte Suprema, pero por una unificación de jurisprudencia, entonces, perfectamente podía haber muchas causas que nunca llegaran al sistema unitario, pues había dos sistemas de justicia. Eso generaba mucha inquietud y muchas preguntas. ¿Qué determinaba que una persona fuera a un sistema o a otro? ¿el demandado o el demandante, la materia o el lugar? Eso nunca se definió”.
La jueza señala que el Poder Judicial debe ir de la mano con el Estado unitario de Chile. “Puede haber espacios locales para justicia indígena, particularmente en temas que se puedan resolver de acuerdo con las costumbres de las comunidades, lo que no puede significar una dualidad de sistemas. Por ejemplo, para resolver problemas vecinales o temas de pequeña propiedad”.
El segundo proceso de elaboración de la nueva Carta Maga de Chile se inicia el 7 de marzo con la instalación de la comisión experta que hará un anteproyecto que servirá de base para el trabajo del Consejo Constitucional, que tendrá 50 integrantes electos en mayo.
En Chile, los pueblos originarios no están reconocidos en la Constitución, sino solo por ley. Pero, en el acuerdo político que selló este segundo proceso se establecieron 12 bases fundamentales. Entre ellas, así como se reafirma que Chile es un Estado unitario, se señala que “la Constitución reconoce a los pueblos indígenas como parte de la nación chilena, que es una e indivisible”.
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Se realizó en el Instituto INCUAPA la devolución de restos humanos a la Provincia de Río Negro
02/03/2023 - Con la participación de autoridades del INCUAPA, la Facultad de Ciencias Sociales y el gobierno de la Provincia de Río Negro, en las instalaciones del Instituto de Investigaciones del Cuaternario Pampeano (UE CONICET-UNICEN) se llevó a cabo la devolución de restos humanos que fueron recuperados en el transcurso de los últimos 20 años en la Bahía San Antonio.
Este jueves en las instalaciones del INCUAPA (Instituto de Investigaciones del Cuaternario Pampeano), Unidad Ejecutora CONICET-UNICEN, con sede en la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Olavarría), se llevó a cabo la devolución de restos humanos incompletos de 41 individuos, los cuales fueron entregados a autoridades del gobierno de la Provincia de Río Negro.
Esta devolución responde a un pedido expreso que hizo la Comunidad Mapuche Tehuelche Traun-Kutral de Las Grutas a la Secretaría de Cultura de Río Negro (Viedma), autoridad de aplicación provincial, cuyo representante se hizo presente en el INCUAPA para concretar su retiro.
Los restos humanos fueron recuperados por diferentes actores entre los años 2004 y 2021 en diferentes lugares de la Bahía San Antonio (Provincia de Río Negro).
Se trata de hallazgos fortuitos realizados por pobladores de la ciudad de San Antonio Oeste y de Las Grutas (Río Negro), los que, a pedido de las autoridades locales, fueron trasladados a los laboratorios del INCUAPA por la Dra. Florencia Borella y el Dr. Cristian M. Favier Dubois, investigadores de CONICET, quienes dirigen las investigaciones arqueológicas en la costa del Golfo San Matías (GSM), Río Negro. Cabe aclarar que la Dra. Borella y el Dr. Favier Dubois poseen los permisos para efectuar investigaciones en ese territorio provincial, los cuales fueron extendidos oportunamente por la Secretaria de Cultura de la Provincia de Río Negro.
Al respecto, la Dra. Borella, quien junto a su equipo trabaja desde hace 19 años en la costa rionegrina, explicó que algunos de estos restos ya habían sido devueltos a la Provincia de Río Negro, encontrándose en el Museo Histórico y Arqueológico Gobernador “Eugenio Tello” (Viedma), pero que, al cerrar sus puertas para convertirse en el edificio actual de la Municipalidad de Viedma (año 2010), se le solicitó la custodia de los mismos al Instituto INCUAPA, hasta tanto se resolviera la mudanza del Museo a sus nuevas instalaciones.
Conforme a la Ley de Protección del Patrimonio Arqueológico de la Provincia de Río Negro N° 3041, es la Provincia quien detenta el dominio sobre dicho patrimonio, siendo su autoridad de aplicación en la actualidad la Secretaria de Cultura de Río Negro. En razón de ello, los/as investigadores/as deben entregar los restos que tienen en custodia para su estudio a dicha autoridad y ésta disponer su eventual restitución a los pueblos y comunidades indígenas.
En el acto de devolución que se efectuó en el Instituto INCUAPA estuvieron presentes el Lic. Leonado Vergara, Director de Bibliotecas y Museos de la Provincia de Río Negro y la asesora legal Dra. Vanina Bagli (en calidad de representantes de la Secretaría de Cultura de Río Negro); el Director del INCUAPA (UE CONICET-UNICEN) Dr. Gustavo A. Martínez; la vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales, Dra. María Luz Endere; la Dra. Florencia Borella, Directora del Equipo de Investigación Arqueológica de la costa del Golfo San Matías y el Dr. Cristian M. Favier Dubois, co-director del mismo.
En esta oportunidad se entregaron un total de 15 cajas que contenían los mencionados restos bioantropológicos, acompañados de un informe general donde se señalan sucintamente las características de los restos estudiados, sus respectivos inventarios y un pen drive con los archivos de los trabajos publicados y tesis realizadas por el grupo de investigación en relación con los materiales devueltos.
Los restos serán trasladados a la ciudad de Las Grutas por parte de las autoridades rionegrinas, donde se prevé que el viernes 3 se realice una ceremonia de restitución a la comunidad de Pueblos Originarios. Una vez entregados los restos por parte de los representantes de la Secretaria de Cultura de Río Negro, serán sepultados en el sitio “Chenque”, camino a Piedras Coloradas.
La Dra. Florencia Borella junto a la Dra. María Gabriela Chaparro (investigadora del equipo Patrimonia-INCUAPA) viajarán a la ciudad de Las Grutas para acompañar a la Comunidad de Pueblos Originarios en la ceremonia de restitución.
El origen de los hallazgos
Con el paso de los años, la continua erosión de los médanos litorales, sumada a la expansión urbana de las ciudades de San Antonio Oeste y Las Grutas, provocaron la recurrente exposición de enterratorios humanos de pueblos originarios, sucediéndose las denuncias de nuevos hallazgos fortuitos, algunos de los cuales fueron trasladados por los directores del Proyecto GSM al laboratorio del INCUAPA para su estudio, cada vez que ello fue solicitado.
El incremento de hallazgos de enterratorios humanos en los médanos litorales altamente impactados y la preocupación por la recuperación de estos restos ancestrales, llevó a que, a principios del año 2018, representantes locales de pueblos indígenas contactaran a la Dra. Borella para coordinar acciones conjuntas. Frente a esta inquietud, la investigadora, junto a otros colegas del INCUAPA (como el Dr. Ricardo Guichón y las Dras. Pamela Steffan y Pamela Degele), así como la Dra Jimena Alberti, acordaron realizar de forma colaborativa con la comunidad Mapuche Tehuelche Traun-Kutral de Las Grutas dos talleres de diálogo en la ciudad balnearia (en junio y noviembre de 2018), al que asistieron diferentes actores locales: representantes de comunidades indígenas del área, guardias ambientales, policías, representantes de museos e instituciones educativas, de una fundación ambiental, de la Dirección de Cultura, de la Secretaría de Turismo de San Antonio Oeste y del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y los miembros del equipo de investigación arqueológica.
El desarrollo de estas actividades fue posible gracias al financiamiento obtenido por el Programa de Apoyo al Fortalecimiento de la Ciencia y Técnica de la FACSO-UNICEN y la colaboración de la Municipalidad de San Antonio Oeste. Como resultados de dichos encuentros surgió la necesidad de mantener estos espacios interculturales de construcción continua “para encontrarnos, pensar juntos y alcanzar acuerdos, pero además, y en cierta forma, comenzó a gestarse esta devolución/restitución” que se sustanció este jueves, indicó la Dra. Borella.
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Versos en peligro de extinción: ¿Puede la poesía ayudar a salvar un idioma?
Escritores y editores del continente americano están usando las letras como una herramienta para evitar la desaparición de idiomas en peligro de extinción. A través de libros, talleres, clases y nuevos espacios en internet, buscan documentar, proteger y revitalizar el uso de sus lenguas y culturas.
“Yo soy casi una pieza de museo. Mi idioma y mi cultura están en peligro de extinción’', dice la investigadora, pedagoga y poeta Ruby Elena Jay-pang Somerson desde su casa en la isla de San Andrés, en el Caribe colombiano. Ella escribe en raizal, también conocido como criollo sanandresano o creole, un idioma cuya base se encuentra en varias lenguas africanas que llegaron al continente con la trata transatlántica de esclavos y en la colonización británica del Caribe.
Raizal también es el nombre del grupo étnico minoritario originario de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Durante las últimas décadas, la industria hotelera ha impulsado la migración de miles de colombianos hispanoparlantes, lo que ha convertido a los raizales en un grupo minoritario en su hogar y ha afectado el uso de su idioma en las islas. Por ejemplo, al crab patty, uno de los platos típicos de la gastronomía isleña, “le están llamando empanadas los mismos raizales; incluso las mismas matronas —las mujeres cabeza de familia— de toda la vida”, se queja Somerson.
El idioma raizal no tiene un alfabeto estandarizado u oficial que se use en la escritura de la lengua. En la página web Cátedra Raizal, que nace de su tesis de magister, la lingüista propone diferentes estrategias para la revitalización de la lengua. Entre las más importantes, la creación de un alfabeto fonético que se pueda usar para escribir en raizal. Cualquier persona interesada en este idioma puede acceder a poemas, ejercicios, el abecedario y su investigación.
DANTE AGUILERA
El raizal se ha descrito, equivocadamente, como un inglés mal hablado (el idioma usa palabras en inglés pero tiene su propia sintaxis y gramática), lo que ha llevado a que menos personas en las islas estén interesadas en aprenderlo y usarlo. Los versos de Somerson nacen de su inspiración, pero también como una herramienta para fomentar el uso y el orgullo en el idioma.
Uno de sus poemas contiene los siguientes versos con los nombres en raizal de diversos alimentos que hacen parte de la gastronomía del archipiélago de San Andrés:
“mi da di baazli, mi da di marjan, mi da di blak pepa
mi da di soril, mi da di min tii, mi da di rom
mi da di nyam, mi da di ponkin, mi da di suiit pitieta
mi da di krab, mi da di kongks, mi da di yala tiel
mi da di kuokanat uaata, mi da di kuokanat ail, mi da di kuokanat milk
mi da di seneman, mi da di jinja, mi da di noneg”
”Soy la albahaca, soy la mejorana, soy la pimienta negra
soy la flor de Jamaica, soy la menta, soy el ron
soy el ñame, soy la ahuyama, soy la batata
soy el cangrejo, soy el caracol, soy el jurel
soy el agua de coco, soy el aceite de coco, soy la leche de coco
soy la canela, soy el jengibre, soy la nuez moscada”
¿Por qué desaparecen los idiomas?
En el mundo existen 7.150 idiomas. De ellos, 3.405, el 40%, son hablados por menos de 1.000 personas y están en peligro de desaparecer en las próximas décadas, según la más reciente edición de Ethnologue, una revista estandarizada que provee datos sobre idiomas. En América, se estima que alrededor de 53 millones de personas hablan 1.604 lenguas indígenas. Escritores y editores de todo el continente americano están usando la poesía como una herramienta para evitar que los idiomas en peligro de extinción desaparezcan. A través de libros, talleres, clases y nuevos espacios en internet, buscan documentar, proteger y revitalizar el uso de sus lenguas y culturas.
“Nuestras lenguas no mueren solas, a nuestras lenguas las matan”, dijo la escritora, lingüista y activista Yásnaya Elena Aguilar Gil en 2019 en un discurso en la Cámara de Diputados mexicana. Para ella, el gobierno de su país ha ignorado las culturas e idiomas que son diferentes al español.
Según Aguilar, las comunidades indígenas y sus lenguas se ven amenazadas cuando se vulneran sus derechos territoriales y políticos. Para ejemplificarlo, habla de su comunidad natal, Ayutla Mixe, en Oaxaca, que no tiene acceso a agua potable porque está en manos de grupos armados y las denuncias de los vecinos no han llevado a ningún tipo de justicia o reparación. Esta violencia, dice, amenaza la supervivencia de la comunidad, su cultura y su idioma, el mixe.
Un grupo internacional de biólogos y lingüistas publicó a finales de 2021 un estudio en la revista Nature sobre 6.511 idiomas amenazados en todo el planeta. Después de medir 51 variables que afectan su uso, el equipo concluye que las dos amenazas más grandes son la construcción de vías de comunicación y el acceso a la educación formal. Los autores argumentan que éstas ayudan a la expansión de las “lenguas francas” usadas por burocracias y gobiernos (en Latinoamérica, principalmente el español y en Estados Unidos y Canadá, el inglés). Adicionalmente, el equipo explica que, como la educación pública raramente es bilingüe, los idiomas minoritarios normalmente no se transmiten a las nuevas generaciones en las escuelas.
Eso pasa en las poblaciones Navajo del suroeste de Estados Unidos. Jon Reyhner es profesor de Educación en la Universidad de Northern Arizona. Su carrera comenzó en una escuela pública, a comienzos de los años 70, en una reserva Navajo. Según él, al acabar con “el aislamiento de las reservas”, se facilitó el declive del diné, el idioma minoritario de la zona. Además, asegura, como los colegios e internados religiosos veían el idioma Navajo “como el lenguaje del diablo” y las escuelas “como lugares para convertir a los estudiantes en blancos”, la educación formal en las reservas no estaba preparada para adoptar el bilingüismo. Según cuenta Reyhner en una conversación telefónica, hace 50 años todos sus estudiantes hablaban diné, mientras que en la actualidad menos del 20% de los alumnos Navajos pueden hacerlo. Datos del más reciente censo confirman este declive.
Idiomas como el quechua, que tienen más de ocho millones de hablantes, también están cada vez más amenazados por la fragmentación de las poblaciones que lo usan. Por ejemplo, en Perú existen doce variedades diferentes de esa lengua, de las cuales siete están en peligro de desaparecer. Esta fragmentación ha llevado a que “se peque de falso orgullo”, afirma el profesor Julio Noriega, en una videollamada desde su oficina en el departamento de lenguas modernas en la universidad de Knox College. “Se dice que el quechua del Cuzco, que es el quechua imperial, es mucho mejor que el quechua de cualquier otro lugar”, explica. Él habla quechua, español e inglés, y por más de veinte años ha viajado por diversos países andinos buscando poemas en quechua.
Según Noriega, esta fragmentación ocurre por las divisiones nacionales y conflictos entre comunidades por los mismos recursos. Por ejemplo, en Bolivia, la llegada de Evo Morales al poder llevó a “que hubiera mayor atención de parte del Gobierno a la cultura y la educación aymara [el pueblo al que pertenece el expresidente] que al quechua”, explica el profesor. “Inclusive algunos quechuahablantes empezaron a aprender el aymara, buscando una legitimidad a través del cultivo de esa lengua”, añade.
Activistas y expertos coinciden en que la solución para proteger idiomas en peligro de desaparecer no puede ser aislar comunidades o disminuir el acceso a la educación. Por ejemplo, el estudio de Nature propone intervenciones gubernamentales en documentación, educación bilingüe y programas comunitarios para evitar que 1.500 idiomas desaparezcan en las próximas décadas. Por otro lado, poetas de estas comunidades usan sus versos como una herramienta de resistencia cultural para preservar y revitalizar los idiomas no europeos en el continente americano.
Representantes de pueblos originarios se preparan para el Foro Mundial de DDHH 2023
En Córdoba, el 27 y 28 de febrero se realizará el evento “Camino al Foro Mundial de DDHH 2023”.
Durante el encuentro se elaborarán propuestas de cara al Foro Mundial de Derechos Humanos 2023 que se realizará en marzo en la Ciudad de Buenos Aires.
Las temáticas a tratar, todas con orientación al derecho de los pueblos indígenas, serán: Educación; Salud y Ambiente; Memoria y derechos; Comunicación; Cultura e Identidad y Violencia Territorial, entre otras.
Fabricio Silva, delegado de las comunidades mapuches de Mendoza y uno de los organizadores del evento, agradeció el espacio brindado por la Universidad Nacional de Córdoba para la realización del evento: “también es producto de articulación, de trabajo, de empezar a entender, a deconstruir ese pensamiento colonial sobre todo en las instituciones en cuanto a la propuesta y a la dinámica de nuestra mirada de cómo hacer las cosas”.
Además resaltó que se ha permitido practicar una forma propia de organización: “empezar a charlar acerca de la reparación histórica, de la reconstrucción de la memoria, tiene que ver con un estudio intercultural en donde nos debemos una charla más profunda entre el conocimiento tradicional, el conocimiento de nuestra memoria como pueblo y hacer esos acercamientos”
El encuentro se propone redefinir y fortalecer los vínculos entre las organizaciones y comunidades indígenas con las instituciones del Estado y organizaciones de la sociedad civil.
Se pretende también crear una comisión permanente de investigación de delitos de lesa humanidad contra los pueblos indígenas, promover una política de reparación histórica y de reconocimiento de sitios de la memoria de pueblos originarios.
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