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Wichí o Wichi son los nombres con los que se denomina a una de las comunidades originarias que, desde hace miles de años, habita parte del actual territorio argentino. Viven en las provincias de Salta, Formosa, Chaco, así como en Paraguay y en Bolivia, donde la etnía se denomina weenhayek.
Actualmente solo poseen tierras marginales y montes deteriorados, debido a la inmensa explotación que se realiza para la tala de árboles y a la cacería de fauna autóctona.

No solo el imperio español les quitó sus tierras, sino que ahora están sumidos en la pobreza, se encuentran olvidados, marginados y discriminados debido a una ausencia casi total del Estado nacional. Viven en condiciones difíciles, sus casas son, en su mayoría, fabricadas con ramas, no poseen agua potable, luz, ni servicios sanitarios.

En su interés por involucrarse con esta realidad, un grupo de estudiantes de arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba decidió crear la primera casa ecológica con luz, agua y baño para una comunidad Wichí.

¿Cómo es la casa?

La estructura está hecha de madera, con un sistema de horcones, que es el principal modo constructivo wichí, y está dividida en dos módulos: uno cuenta con un dormitorio y una cocina; y por otro lado, hay un baño y un depósito.
Las partes de la casa (que son desmontables) fueron realizadas en Córdoba y los estudiantes, junto con la ayuda de algunos miembros de la comunidad, tardaron 20 días para terminar de ensamblarlas en el Chaco salteño.

Los estudiantes basaron la construcción de la casa en estudios antropológicos, sociológicos e históricos, de modo que la vivienda coincida con las necesidades y costumbres de la comunidad.
Además le incorporaron un sistema de paneles de madera, que son bastidores con estructura interna de ramas revocadas con adobe y un sistema que permite aprovechar el agua de lluvia.
Las comunidades originarias de Argentina enfrentan la lucha por recuperar su cultura, identidad y dignidad. Viven en carne propia una suerte de abandono social.

Está claro que la confección de esta casa no va a solucionar todas las dificultades que enfrentan, pero sí son símbolo de que las cosas podrían empezar a cambiar.

Información tomada de un artículo de Lucía Vernetti

Fuente: VIX aquí