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newsletter_copete_articulosPENSAR Y HACER DESDE LA UNIVERSIDAD.
LOS SENTIDOS Y LAS PRÁCTICAS (EDUCATIVAS) EN CONTEXTOS DE ENCIERRO.
La experiencia de trabajo en el Centro Universitario Manuel Belgrano (CUMB), con sede en la Unidad Penal Nro. 38 de la Pcia. de Buenos Aires.

Analía Umpierez y Walter Alvaez

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Recibido 5 de mayo 2010. Aceptado 17 de mayo 2010.

RESUMEN
La presentación que aquí hacemos trata de dar cuenta de los puntos de partida, de las experiencias que nos anteceden en lo local y los desarrollos específicos de la educación en contextos de encierro, para poder mirar los procesos que se dan en un ámbito particular, la cárcel. Este relato además se hace desde un punto de vista particular, ya que nuestra tarea en la Facultad de Ciencias Sociales está vinculada a la formación de docentes y es desde esa perspectiva desde la que enfocamos, circunscribimos y sesgamos a veces, nuestra mirada.

Palabras clave: Educación en contextos de encierro; Estudiantes universitarios; Derecho a la educación.

ABSTRACT
The current presentation offers an account of the starting points of the experiences that precede us in the local environment and the specific development of education in the context of confinement, to be able to look at the processes that occur in a particular area: prison. This account is also given from a particular viewpoint, given that our task in the Faculty of Social Sciences is linked to teacher training and that's the perspective from which we focus, clearly define and sometimes bias, our gaze.
 
Keywords: Education; prison inmates; College students; The right to education.

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LA EXPERIENCIA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DE LA UNICEN. BREVE CONTEXTUALIZACIÓN.
La Facultad de Ciencias Sociales cuenta con antecedentes en el trabajo académico con estudiantes detenidos en las unidades carcelarias localizadas en el partido de Olavarría, a partir de una experiencia que se llevó a cabo durante los años 1993/1996, asistiendo a la Unidad Penal 2 y posteriormente recibiendo detenidos a cursar carreras en la sede de la Facultad. Esta inclusión se fue diluyendo al punto tal que durante los últimos años no existían vínculos con las unidades carcelarias (u otros contextos de encierro) de la localidad.
En el año 2008, a partir de un trabajo de la cátedra “Introducción a las Problemáticas Educativas” del Departamento de Profesorados, de la que somos miembros, se retoma el contacto formal entre el Servicio Penitenciario, las instituciones educativas que funcionan (en este caso en la Unidad Penal 38) y la Facultad de Ciencias Sociales. Así, se realiza el asesoramiento al proyecto de Feria de Ciencias “Desde los contextos de encierro por una inclusión real” de estudiantes de la Escuela de Adultos 701, que consigue el primer premio en la instancia nacional.

Es en esas circunstancias que tomamos conocimiento de la existencia del Centro Universitario Manuel Belgrano (CUMB). Se trata de una Institución creada por detenidos Estudiantes de Derecho de la UNICEN, quienes en principio se hallaban alojados en la Unidad 7 (Azul) y más tarde fueron trasladados a la por aquel entonces recién inaugurada Unidad 38 (Sierra Chica). En esta Unidad han logrado acceder a un espacio “propio” donde establecer su sede. El CUMB funciona en un aula/biblioteca, ubicada en el primer piso del pabellón “Escuela” en el cual se encuentran también la Escuela 701, la Escuela de Educación Media Nº5, un espacio destinado a la alfabetización y la Escuela de Formación Profesional.
Una serie de charlas informales entre los miembros de la Cátedra e integrantes del CUMB facilitó el mutuo reconocimiento y la posibilidad de iniciar algún tipo de intercambio educativo en el lugar, que tomó cuerpo a partir del dictado del seminario “Introducción a las Problemáticas Educativas” (IPE)(1)destinado a estudiantes universitarios de la Facultad de Derecho- UNICEN- e integrantes del Centro Universitario Manuel Belgrano (CUMB).  Resultan reveladoras al respecto, las expresiones de Oscar (Presidente del CUMB) en el cierre del mencionado Seminario.

Oscar: “¿Uds. se habrán dado cuenta, no? En un primer momento cuando nosotros venimos al Seminario, nos dijimos: ¡Vamos al Seminario!… Que después va a venir la carrera… La idea era…  ¿Cual era la razón real?….La razón real era que nosotros queríamos que viniera la carrera.  Lo que nosotros decíamos…bueno (…) ¡Vamos a ir al Seminario! ¿Y de que se trata?....Y no se… ¡Vamos que hay que sumar!  Esa es la típica, palabra acá ¡Vamos que hay que sumar!  Y después… nos dimos cuenta que…era otra cosa.  Que había superado lo que  nos habíamos imaginado  (…)  Y cuando empezamos a leer a Freire…y todo eso… ahí nos cuenta: ¡Ah, pero si eso nosotros acá lo hacemos!  Ahora claro, no sabíamos que esto estaba de pronto… que había gente, que estudiaba toda esta “historieta”, no…” (2)

A fines del mismo año, mediante la firma de un Convenio Marco entre el Rector de la UNICEN, el Decano de la Facultad de Ciencias Sociales y el Director del Servicio Penitenciario Bonaerense, se asume el compromiso de facilitar y promover el vínculo entre las dos dependencias.

De este modo, a principios del año dos mil nueve se dicta el primer Curso de Introducción a la Vida Universitaria (CIVU), asistiendo al mismo nueve inscriptos. Se daba así inicio al proyecto pedagógico del que somos parte como equipo fundador, del que participó la Prof. Rosana Sosa, JTP de la Cátedra IPE en las primeras instancias.
Como parte del balance del Curso, se presenta el desafío de atender las necesidades de estos estudiantes y de generar instancias de acompañamiento que faciliten sus procesos de aprendizaje, ya que su condición de “estudiante libre” a la vez que genera la oportunidad de estudiar una carrera universitaria, libera de obligaciones al Servicio Penitenciario de llevar a los estudiantes a las clases y a la propia Universidad de estar presente. Sólo se garantizan a través del convenio, el traslado de los estudiantes para rendir exámenes finales, que deben ser en La sede de la Unidad Académica. Paradojal si se quiere que sea la figura de “libre” en un contexto de encierro, ya que esta libertad podría encerrar aún más al detenido si no cuenta con asistencia a la sede (se dificulta a medida que el número de inscriptos aumenta, la falta de presupuesto para estas tareas, los recursos escasos y la seguridad como ordenador de las prácticas específicas de las fuerzas que son responsables de los reos) y la ausencia de clases al interior del penal, ya que no serían parte de los acuerdos. Se retoma más adelante el tema específico del trabajo con estudiantes universitarios al interior del penal.

LA EDUCACIÓN, UN DERECHO AL QUE SE ACCEDE A VECES POR PRIMERA VEZ EN PRIVACIÓN DE LIBERTAD.
Merece un apartado ubicar el tema de la educación el contextos de encierro. En primer término atender a la variedad de ámbitos a que se hace referencia, como son los institutos de menores, las comunidades terapéuticas, los orfanatos, las cárceles provinciales y federales, entre otras.
Si se mira el caso particular de la cárcel, la presencia de programas de alfabetización y escuela primaria, nos presenta una zona que por opaca no se ve: el gran número de jóvenes y de adultos que van a encontrar en este ámbito una primera oportunidad real de aprender a leer y escribir. Decimos real ya que es reiterado en los relatos el haber pasado alguna vez por la escuela, pero no haber estado allí el tiempo suficiente para alcanzar el aprendizaje de la lecto-escritura, el cálculo, los saberes específicos de otros campos como las ciencias, las artes, la educación del cuerpo. Los relatos de los propios detenidos en muchos (casi todos) casos colocan al propio sujeto como responsable de esta situación, “era muy vago”, “me rajaba”, “no me daba la cabeza”, dejando afuera a los múltiples actores sociales responsables de esta situación, en especial al Estado, quien es garante de derechos, como lo es la Educación.
Los relatos se multiplican en relación a la desvalorización de la educación cuando estaban “afuera” y el valor asignado ahora que asisten a la escuela primaria o secundaria. Esta valoración esta también asociada a los “beneficios” que trae en el propio recorrido, la causa, el estar estudiando y teniendo buen comportamiento. Ahora bien, esto desde el lugar del beneficiario, el estudiante que ahora que está preso puede asistir y efectivamente aprender y obtener una certificación. No obstante, nos interesa interrogarnos desde la contracara, qué significa para la educación y para las instituciones educativas en particular que se encuentran al interior de estos contextos, la educación, cuál es o cuáles son los sentidos que guían, que se inscribe en las prácticas que cotidianamente se desarrollan al interior de estas escuelas.
¿En qué medida la educación se asume como una práctica liberadora, en términos freireanos y se ve a la alfabetización como una práctica política? ¿Es la escuela (primaria, secundaria, la universidad) un ámbito de construcción de ciudadanía que instala modos de pensar y hacer para la vida en sociedad, de la que son parte estando en la cárcel? ¿Se enseña a leer el mundo para poder intervenir y transformarlo?

La cárcel es para todos “un lugar de paso”.
Para quienes son encerrados, la cárcel formalmente significa la pérdida de un único derecho: el de la libertad ambulatoria. El aislamiento y separación de sus lugares de pertenencia provoca un sinnúmero de modificaciones en la vida de los sujetos, que necesariamente debemos considerar:

“…el encierro provoca (…) consecuencias a nivel psicológico y social. El contexto en el que se ejecutan las detenciones es generador de ansiedad, temor, estrés, sensación de peligro, inseguridad, insomnio, síndrome de paranoia y de obsesión (…) las adaptaciones y los mecanismos de defensa de los presos a la cárcel, en ocasiones les producen fuerte desconfianza interpersonal, egocentrismo y agresividad. Son usuales los cuadros de depresión, los suicidios y las lesiones auto infligidas”.(3)

En este contexto, ponerse a estudiar es también una estrategia de supervivencia. La escuela (o en el caso que nos ocupa, el CUMB) es percibida por los detenidos como un espacio donde poder construir y realizar prácticas distintas a las del “pabellón”. Así, Francisco Scarfó (2006) señala:

“Otra consecuencia evidente concierne a las modificaciones de la conducta sexual. Los niveles de tensión y estrés, aumentan las pulsiones sexuales, que sumados a los niveles de hacinamiento y a la permanencia continua e ininterrumpida con personas del mismo sexo contribuye a la ocurrencia de prácticas homosexuales. La percepción de peligro permanente y los niveles de violencia producen desconfianza reciproca, indiferencia afectiva, inestabilidad emocional, exageración ante las situaciones y al mismo tiempo una marcada sobredemanda afectiva”(4)

Al respecto, una de las observaciones más recurrentes de quienes visitan la cárcel, refiere al manifiesto interés que despierta en los detenidos la presencia de “foráneos” en el lugar. Seguramente para quien esta privado de la libertad, es una oportunidad de establecer algún tipo de vínculo diferente al que marca el código carcelario. Parte de nuestra labor consiste en justamente recrear modos alternativos de vincularse, modos que al tiempo de facilitar la confianza y el respeto mutuo, de alguna manera atenúen los efectos del encierro.
Es en este contexto de intervención en que la Universidad, al tiempo de cumplir con su labor académica y de ser parte garante del derecho a educarse, debiera poder hacerlo de manera que “impacte favorablemente”, sobre las condiciones de vida presentes y futuras de aquellas personas que circunstancialmente están privadas de la libertad.
En relación a estas recurrencias identificadas respecto al ingreso y permanencia del detenido y el impacto en su vida como sujeto entero, en épocas donde la problemática de “la seguridad y la inseguridad”, han ganado un lugar protagónico en la Agenda Pública de los MMC, es lógico suponer que la Universidad no podría (ni debería) mantenerse ajena.

La cárcel históricamente es visualizada, como ese lugar “disponible” destinado a alojar a los que perturban la siempre deseada “tranquilidad del ciudadano”. Al mismo tiempo, y como un modo de “tranquilizar” su conciencia, ese “mismo ciudadano”, reproduce un discurso que le adjudica un rol principal a la Educación en la resolución de problemáticas, reeducando, resocializando. No se llega a advertir que esta dupla -seguridad/inseguridad-, es parte y consecuencia de la vigencia de un orden social injusto. Se trata, por lo tanto de asumir un desafío que requerirá de un esfuerzo prolongado y continuo tendiente a lograr mejores modos de intervención.

PENSAR Y HACER ACCIONES DESDE LA UNIVERSIDAD. LOS SENTIDOS Y LAS PRÁCTICAS (EDUCATIVAS). PROYECCIONES.
Desde el mes de abril de 2009, la FACSO ha dispuesto crear los cargos de Coordinadora y Tutor Académico. Los mismos son ocupados desde entonces, por quienes suscriben la presente.
El compromiso y apoyo de autoridades y docentes de nuestra Facultad(5), permite ir concretando el necesario acompañamiento del que hablábamos antes. A fines del año pasado, algunos de los estudiantes detenidos, han rendido sus primeros exámenes finales en Sociales y de esa manera concretar su condición de estudiante en la FACSO.
A la fecha, en el CUMB hay dieciséis estudiantes inscriptos a diferentes carreras de la Facultad de Ciencias Sociales(6). Se llevan adelante tutorías en materias comunes al primer año de estudios.
Por tratarse éste de un ámbito educativo universitario no tradicional, ha resultado imprescindible transitar un periodo de “reconocimiento” del territorio. Éste comenzó a transitarse desde la primera intervención pedagógica (Seminario IPE) y se continúa desde las distintas actividades desplegadas en todo este tiempo.
Una necesidad sentida fue y es la formación para el trabajo en contextos de encierro. Como primera etapa la convocatoria al Grupo GESEC(7) de la ciudad de La Plata, para el dictado de un Seminario en la FACSO. Esta fue no solo una oportunidad de fortalecimiento conceptual sino también de acercarnos, compartir y conocer a otros actores que trabajan en el ámbito de la cárcel: docentes de distintos niveles educativos, personal penitenciario y de la justicia, miembros de ONG entre otros.
El año pasado además, desde la cátedra IPE, se dio inicio a un Ciclo de Cine Debate, abierto a todos los internos alojados en la Unidad Nro. 38. Este es organizado en conjunto con el CUMB, como parte de sus tareas de extensión. Un  balance sobre el mismo, nos permite afirmar que la realización de actividades recreativas-educativas, en un espacio común(8), puede contribuir a disminuir la distancia socialmente construida entre quienes acceden o no a estudios superiores. Al mismo tiempo que favorece la inserción de la Universidad en el lugar: algunos de los ingresantes del año 2010, se han acercado al CUMB y a la FACSO, a partir de este Ciclo, por lo que se ha evaluado como una necesidad sostener y profundizar tareas que apuestan a disminuir el impacto del encierro, no solo en los propios estudiantes.
Para la Cátedra IPE, al igual que el año pasado, la Escuela Media Nro. 5 (Unidad Nro. 38) continúa siendo uno de los lugares elegidos para que los estudiantes realicen su trabajo de campo, con el propósito de iniciar el reconocimiento y problematización de la Institución Educativa en general y esta escuela en particular.
Para finalizar, quisiéramos decir que reivindicamos la decisión de “animarse a hacer”. Que de ello resulta muchas veces, como en este caso, la posibilidad de encontrarse con otros actores sociales, también decididos a la utopía. Qué sentido tendría sino la tarea de enseñar desde una perspectiva crítica, sino la de encontrar los modos que nos conduzcan a ser parte de la necesaria transformación social.

GALERIA DE IMÁGENES

Bibliografía
SCARFÓ, Francisco. 2006. Los fines de la Educación Básica en la Provincia de Buenos Aires. Tesis de Licenciatura. La Plata.

NOTAS

Analía Umpierrez. Prof. Adjunta ordinaria, investigadora del Grupo IFIPRACD de la FACSO. Coordinadora del Proyecto Pedagógico en el Centro Universitario Manuel Belgrano (CUMB), en el Servicio Penitenciario Bonaerense.
Walter Álvarez. Estudiante del Profesorado de Antropología Social, becario de la FACSO. Tutor académico en el Centro Universitario Manuel Belgrano (CUMB).
Participan los docentes de la Cátedra y estudiantes que habiendo cursado en el 1er cuatrimestre la asignatura deciden realizar la tarea en carácter de “estudiantes a cargo de trabajos prácticos”. Participan los estudiantes Melina Escobedo y Nicolás Medici.

Extracto de registro audiovisual, producido por la cátedra. El que habla era por entonces el Presidente del CUMB, cargo que desempeñaba hacia ya unos años.
Salinas, Raúl. El problema Carcelario: limites al castigo. Editorial Capital Intelectual. Buenos Aires 2006. Citado por Scarfó, Francisco. Los fines de la Educación Básica en la Provincia de Buenos Aires. Tesis de Licenciatura. La Plata 2006.

Ibidem.

Se destaca la presencia periódica desde mediados del año pasado, del Profesor José Castillo, que ha venido (y sigue) dictando clases de fundamentos de Sociología, y orientando en Economía y Ciencia Política. Del mismo modo, Laura Zapata (Fundamentos de Antropología) y Gastón Marmisolle (Introducción a Pensamiento Científico), también han asistido al CUMB a dictar clases especiales de sus respectivas materias.

Se registran estudiantes inscriptos a la licenciatura de Antropología Social, al Profesorado de Antropología Social y a la Licenciatura de Comunicación Social.

Grupo de Estudios sobre Educación en Cárceles. Auspiciado por la Comisión Universitaria sobre Educación Pública en Cárceles (Secretaría de Extensión Universitaria) UNLP.

La proyección de las películas y el posterior debate, se realiza en el amplio pasillo que divide las aulas de la Escuela Media 5.

NOTAS

Se destaca la presencia periódica desde mediados del año pasado, del Profesor José Castillo, que ha venido (y sigue) dictando clases de fundamentos de Sociología, y orientando en Economía y Ciencia Política. Del mismo modo, Laura Zapata (Fundamentos de Antropología) y Gastón Marmisolle (Introducción a Pensamiento Científico), también han asistido al CUMB a dictar clases especiales de sus respectivas materias.

Se registran estudiantes inscriptos a la licenciatura de Antropología Social, al Profesorado de Antropología Social y a la Licenciatura de Comunicación Social.

Grupo de Estudios sobre Educación en Cárceles. Auspiciado por la Comisión Universitaria sobre Educación Pública en Cárceles (Secretaría de Extensión Universitaria) UNLP.

La proyección de las películas y el posterior debate, se realiza en el amplio pasillo que divide las aulas de la Escuela Media 5.

Ibidem.

Salinas, Raúl. El problema Carcelario: limites al castigo. Editorial Capital Intelectual. Buenos Aires 2006. Citado por Scarfó, Francisco. Los fines de la Educación Básica en la Provincia de Buenos Aires. Tesis de Licenciatura. La Plata 2006.

Extracto de registro audiovisual, producido por la cátedra. El que habla era por entonces el Presidente del CUMB, cargo que desempeñaba hacia ya unos años.

Participan los docentes de la Cátedra y estudiantes que habiendo cursado en el 1er cuatrimestre la asignatura deciden realizar la tarea en carácter de “estudiantes a cargo de trabajos prácticos”. Participan los estudiantes Melina Escobedo y Nicolás Medici.

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