13/12/2018 - Días atrás se produjo el cierre del primer año de cursada de la Diplomatura Universitaria en Educación para la Paz y el Abordaje de la Conflictividad Social que se dicta en la Subsede Quequén de la UNICEN y que depende de la Facultad de Ciencias Sociales.
El 1º de diciembre finalizó la cursada del primer año de la Diplomatura Universitaria en Educación para la Paz y el Abordaje de la Conflictividad Social dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales, que se cursa en la Subsede Quequén de la UNICEN siendo la única oferta de formación en esta temática a nivel nacional.
De este modo, en un contexto social complejo y de múltiples violencias, la universidad pública reafirma su compromiso con los problemas sociales aportando herramientas para la intervención sociocomunitaria y la gestión de la conflictividad social en diversos ámbitos: barriales, educativos, judiciales, municipales, etc.
La Diplomatura surge de la articulación entre la Asociación Civil “Alfredo Marcenac”, la Cátedra Abierta “Alfredo Marcenac” y el Grupo de Estudios Socio Culturales del Conflicto de la Facultad de Ciencias Sociales.
En la primera cohorte fueron 58 los egresados y son 40 los cursantes actuales.
En la Diplomatura se parte de una concepción crítica de la Paz necesariamente ligada a los conflictos que se producen tanto a nivel de las relaciones interpersonales cotidianas como a nivel estructural.
La propuesta se caracteriza por un enfoque pedagógico interdisciplinario poco explorado en los ámbitos universitarios y muy valorado por las y los estudiantes.
El equipo docente actualmente integrado por 12 personas, incluye profesionales en Antropología, Sociología, Psicología, Psicopedagogía, Historia, Comunicación Social, Diseño Gráfico y Multimedial, Filosofía y diferentes disciplinas artísticas tales como: Expresión Corporal, Artes Visuales, Música, Lengua y Literatura.
Esta conformación multidisciplinar responde por un lado, a la complejidad inherente de los Estudios de la Paz y por otro, al enfoque metodológico socioafectivo adoptado en la Diplomatura, en la que se pretende recuperar el estatuto epistemológico del arte como forma de comunicación, que no sólo reproduce lo visible, sino que lo problematiza y lo reconstruye de forma diferente.
La retención de la matrícula y la evaluación realizada por las y los estudiantes de ambas cohortes, dan cuenta de las ventajas y el impacto de dicho enfoque pedagógico y su potencial transformativo para el tratamiento no violento del conflicto y la construcción de Paz.